Se adelantó la pelea de fondo ● ADN
Mañana finaliza el receso invernal legislativo y la actividad parlamentaria se reinicia con pronóstico reservado en el tratamiento de dos leyes: la ratificación del acuerdo petrolero entre el Ejecutivo y Petrobras y la aplicación de elecciones primarias, abiertas y simultáneas en Río Negro.
Dos temas que han dividido aguas en el Frente para la Victoria y que tiene ramalazos en el radicalismo, de acuerdo a los posicionamientos internos sobre el rechazo o aprobación de las citadas normas.
El receso legislativo no alcanzó para acercar posiciones y la reunión del Consejo Provincial del PJ, el jueves en Las Grutas, puso fin a las especulaciones.
Fijó posición y acordó con el dictamen de la Comisión de Asuntos Económicos del parlamento que elevó al Ejecutivo modificaciones al convenio con Petrobras. La explicación estuvo a cargo de Silvia Horne.
Fue claro el mandato a los legisladores sobre cómo votar en la Legislatura. Quien no cumpla podría ser sancionado, incluso con expulsión, una medida extrema que ya algunos anticiparon que no debe adoptarse y que adjudican a la severidad mostrada en la reunión por Martín Soria.
Esta actitud sancionatoria se presenta como contradictoria frente a los funcionarios de clara identificación pichetista y sorista, que firmaron el proyecto en acuerdos de ministros y que por lo tanto expresaron su consentimiento en prorrogar el acuerdo petrolero, previo al voto legislativo.
La resolución del justicialismo no es neutra para Alberto Weretilneck quien reiteró que no se corrige ni una coma del texto original del convenio, pero el reclamo surge del PJ que lo llevó al gobierno y donde comparte la administración con ministros y funcionarios justicialistas.
El gobernador reafirma que el convenio es beneficioso para Río Negro y que si no se concreta podrían perderse más de 100 millones de dólares, cuando estas áreas petroleras sean licitadas a la luz de la nueva ley de hidrocarburos que piensa sancionar el gobierno nacional.
Una defensa solitaria con la única ayuda del legislador Pedro Pesatti, porque el gabinete no tiene voceros calificados para debatir tanto en la arena política como en la faz técnica, donde los colaboradores más cercanos a Weretilneck perdieron credibilidad a partir de sus pobres gestiones en el gobierno.
Nuevamente falló la comunicación oficial desde los orígenes del convenio y se persiste en el error de no informar correctamente. Todo se remite a la página oficial y a las solicitadas pagas en los medios escritos habituales.
El otro tema es el debate de la ley de las PASO en Río Negro. En este punto también el Consejo del PJ dio mandato a sus legisladores para que el proyecto remitido por el Ejecutivo sea modificado en los articulados referidos a la composición de la fórmula a la gobernación, la simultaneidad con el cronograma electoral nacional, el sistema de elección de los legisladores y la autorización del voto extranjero en los comicios provinciales.
El encargado de informar sobre el tema, en la reunión del justicialismo en Las Grutas, fue el legislador Martín Doñate quien es autor de un proyecto sobre elecciones primarias.
El peronismo no llegó de casualidad a este encuentro. Las posiciones antagónicas del gobernador Weretilneck y los legisladores de los bloques Eva Perón y Néstor Kirchner, que suman un total de 14 votos, exigía ordenar hacia adentro al Frente para la Victoria. Por esto reunió a la casi totalidad de los consejeros, a 21 intendentes, y legisladores nacionales y provinciales.
Las alternativas del debate parlamentario de estas dos iniciativas también involucran al radicalismo, sobre el comportamiento de los integrantes del bloque opositor mayoritario.
La UCR también fijó posición contraria al acuerdo con Petrobras a través de un comunicado de la mesa de conducción partidaria, de los intendentes y en las exposiciones formuladas en la audiencia pública y en la comisión legislativa de Asuntos Económicos, del jefe de la bancada Bautista Mendioroz y demás legisladores como el roquense Alejandro Betelú.
El albertismo cuando hace cuentas de los votos suma cinco radicales –los llamados radicales W- pero fuentes de la UCR ubican en no más de tres a los legisladores que sumarían su voto a la propuesta del Ejecutivo, que ha decir del gobierno son suficientes para alcanzar la mayoría parlamentaria.
También el radicalismo tiene su posición en cuanto a las PASO, que fueron conversadas hace un tiempo por Bautista Mendioroz y el propio Alberto Weretilneck, a favor de la fórmula abierta, fecha de los comicios alejada de las nacionales y sistema D´hondt para elegir a los legisladores. El proyecto del Ejecutivo muestra lo contrario.
Ahora el protagonista es el parlamento provincial, donde existe paridad numérica y el fiel de la balanza puede inclinarse hacia uno u otro lado.
Weretilneck maneja alternativas para salir airoso o lo menos golpeado posible de esta confrontación, entre otras podría nominar al vicegobernador de acuerdo al artículo 180 de la Constitución de Río Negro, sumar un legislador nuevo, con Miguel Ángel Vidal, de Cinco Saltos, y utilizar además el doble voto del titular de la Legislatura.
Algunos afirman que el gobernador buscará victimizarse. Convertirse en mártir de Miguel Pichetto, Martín Soria y del peronismo y demostrar que la principal perjudicada es la provincia de Río Negro.
Mientras tanto se instala cada vez con más fuerza una salida por el lado del Frente Renovador de Sergio Massa, definición que sería dilatada hasta el último minuto para no enemistarse al mismo tiempo con el justicialismo provincial y la Casa Rosada.
En el círculo áulico de Weretilneck consideran un error del senador Pichetto adelantar la precandidatura a la gobernación y su adhesión a Daniel Scioli. Advierten que hay un desgaste del gobierno nacional que tendrá consecuencias en la provincia, tanto en casos como el del vicepresidente Amado Boudou, la negociación con los houldouts y los pronósticos de recesión con inflación, entre otros.
Por esto para seguir en el universo justicialista y ofrecer contención a sus aliados, la idea es apoyar a Massa. Es peronista, fue el mimado de Néstor Kirchner en el ANSES y jefe del gabinete nacional con Cristina Fernández y además sigue sumando adhesiones de sectores justicialistas de todo el país.
Weretilneck expone en su historia política escasa contención ideológica y mucho pragmatismo en sus adhesiones y alianzas políticas (alternó entre la UCR y el PJ) y a la vez es vicepresidente primero del Frente Grande.
Hay una estructura de pensamiento en la intimidad del gobierno ligada a la tradición neuquina y rionegrina de los partidos políticos provinciales, con claros antecedentes en el Movimiento Patagónico Popular de Rudy Salto.
La estrategia es “alambrar” la provincia como ya lo hizo incluso el radicalismo y desde la construcción local apoyar luego al candidato nacional. El gobernador tiene amigos que abonan esta idea e incluso algunos radicales, que alimentan la posibilidad de armar una estructura provincial donde confluyan distintas vertientes políticas que a pesar de su disparidad tengan como objetivo los intereses rionegrinos.
Se adelantó la pelea de fondo y los contratos petroleros y las PASO aceleraron los tiempos previstos para los primeros meses del año próximo. Ahora cada sector interno del gobierno readecúa sus estrategias donde los acuerdos están lejanos, a la vez que se diluye la intención del PJ de revitalizar el Frente para la Victoria.