CTERA Y CTA de Giannini no adhieren al paro del 28 de agosto
Viedma.- La CTA Río Negro, a cargo de Luis Giannini confirmó que «no adhiere ni participa del paro de actividades que han convocado la CGT que conducen Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Angel Venegas, en conjunto con el grupo que encabeza Pablo Micheli y que usurpa la identidad de la CTA». Desde CTERA también anunciaron la no adhesión.
Explicó que no acompañarán la medida de fuerza «por entender que esta medida se ha configurado en una expresión sindical del movimiento opositor patronal de la Argentina, que combina en su estrategia el apoyo a los fondos buitres que hostigan a nuestra Patria, así como la oposición a la postura del cambio de sede para el pago de la Deuda Soberana renegociada y también la oposición a la nueva Ley de Defensa del Consumidor, cuyo único objetivo es defender el Salario y la Dignidad de la clase trabajadora argentina».
Giannini en su comunicado aseguró: «mantenemos y sostenemos los reclamos sobre la modificación del impuesto a los ingresos y la convocatoria y funcionamiento permanente del Consejo del Salario para garantizar la dignidad del Salario frente a los embates devaluadores e inflacionarios de los sectores privilegiados, así como los puestos de trabajo ante los empresarios que pretenden rebajar los salarios por vía de la inflación, pero también por vía del aumento de la desocupación».
«Justamente al sector de la economía concentrada y especulativa, estos sectores sindicales que paran el 28 no los enfrentan (en general se reúnen y simpatizan con ellos, son sus socios) y señalan como enemigo al gobierno nacional. Así le hacen juego a la derecha económica, política y transnacional que nos ataca. Por eso convocamos a no PARAR en favor de la Derecha» finalizó Giannini.
Por otro lado, la Junta Ejecutiva de CTERA, adherida a la CTA que conduce Hugo Yasky, informó a sus afiliados que tampoco adhiere a la medida de acción dispuesta para el 28 de agosto.
Desde el gremio denunciaron «la ofensiva de grupos económicos que intentan hacer retroceder las paritarias libres, redistribución de la riqueza, políticas de inclusión social, conquistas conseguidas con nuestra lucha a lo largo de años de resistencia del movimiento obrero».
Explicaron que «en momentos donde se hace imprescindible cuidar los puestos de trabajo, la discusión salarial y laboral en paritarias libres, el paro convocado para el 28 de agosto parece hecho a la medida de los sectores concentrados de poder que quieren hacernos retroceder en nuestros derechos».
«Los trabajadores que resistimos y luchamos en los 90, que confrontamos las políticas económicas y sociales que llevaron a la crisis del 2001 no vamos a ser cómplices de un accionar que favorece al sector que quiere volver a esas políticas que causaron hambre al pueblo argentino».
«Denunciamos y rechazamos el accionar de patronales como Donelley, Lear y otras que despiden trabajadores, vacían las empresas a las que enfrentamos y nos solidarizamos activamente con sus trabajadores, actitud que debería tener todo el movimiento obrero organizado» manifestaron.
«Como parte de la CTA seguiremos exigiendo la profundización de las políticas económicas en beneficio de la clase trabajadora, una reforma impositiva integral, la modificación a la cuarta categoría del impuesto a las ganacias, la discusión de nuestros salarios y nuestras condiciones laborales en las paritarias y la defensa de los puestos de trabajo».
Sentenciaron que «los mismos que hoy convocan al paro no se han expresado ante el ataque ejercido por la Justicia de Estados Unidos y los fondos buitre».
«La CTERA y la CTA entienden que este momento es crucial para el presente y el futuro de nuestro pueblo ante la embestida del juez Griesa, la Corte Suprema de Estados Unidos y los fondos buitre que quieren socavar nuestra decisión soberana de realizar el pago con la quita histórica e inédita del 75 % que ya han cobrado el 92 % de los deudores».
Por último aseguraron que «la CTA ratifica su compromiso de defensa de los intereses de la clase trabajadora que en estos momentos es atacada por la especulación financiera internacional que intenta torcer el rumbo que han emprendido los países de América Latina dejando atrás las recetas neoliberales».