LPO: Weretilneck, en alianza con Sartor y Massaccesi quieren “barrer al vicegobernador Rivero”
Capital Federal.- La disputa por la conducción del Poder Legislativo se trasladó a los medios digitales nacionales. La semana pasada en “La Política OnLine” se afirma que el gobernador Alberto Weretilneck “ideó una alianza con monobloques y un sector de la UCR, identificado con Daniel Sartor y Horacio Massaccesi, para barrer al vicegobernador Ariel Rivero, leal a Pichetto”.
El medio, claramente anti pichettista, afirma que sin Rivero en el sillón principal, la votación por Petrobras terminaría igualada, pero el desempate sería a favor del gobernador.
El texto completo del artículo es el siguiente:
Miguel Pichetto no tuvo una semana fácil. Ayer debió soportar la humillación de la presencia de Amado Boudou en la sesión del Senado y en Río Negro el gobernador Alberto Weretilneck está un paso de extender contra su voluntad las concesiones de la brasileña Petrobras, por un cuantioso bono fijo de u$s92,8 millones, que podrían abrirle la puerta a una reelección que otra vez deje al rionegrino afuera de la gobernación.
Con ese dinero Weretilneck quiere afrontar la última parte de su mandato, complicado por graves deficiencias económicas, que en enero lo obligaron a reducir el plantel de funcionarios.
“El 75% de sus ingresos los usa en salarios y el resto para gastos. Y encima Cristina no le refinanció la deuda por estar en contra de la nueva ley de hidrocarburos”, describió a LPO un funcionario.
Para pasar el resto del mandato decidió extender por 10 años las tres concesiones de Petrobrás que vencen en 2017: 25 de Mayo-Medanito, Jagüel de los Machos y Río Neuquén.
Pichetto, quien cuando se estatizó YPF se jactó de haber apoyado su privatización total en 1998, rechaza esa medida y se convirtió en el primer defensor de la ley de hidrocarburos promovida por Miguel Galuccio y repudiada por los gobernadores.
No lo hace sólo por su alineamiento con la Casa Rosada. Hay razones mas miserables: Sabe que en crisis económica, caen las chances de Weretilneck de reelegir.
Pero otra vez volvió a tropezar: El actual gobernador demostró que estaba bastante lejos de la imagen de político débil e inexperto que intenta proyectar Pichetto, e ideó una alianza con monobloques y un sector de la UCR, identificado con Daniel Sartor y Horacio Massaccesi, para barrer al vicegobernador Ariel Rivero, leal a Pichetto, como anticipó LPO.
Sin él el sillón principal, la votación por Petrobras terminaría igualada pero el desempate sería a favor del gobernador. Con el mismo escenario, Weretilneck estaría dispuesto a implementar las PASO.
Oriundo del Frente Grande, su idea es armar su propio partido político y enrolarlo en el Frente Renovador de Sergio Massa. Ni bien lo supieron, los pocos dirigentes del PJ que seguían en su gobierno empezaron a irse y abrazaron la causa contra Petrobras. “No puede ser que sea la petrolera que menos invierta y le extiendan la concesión”, repiten.
Así, por primera vez en su vida, Pichetto quedó ante la chance de ser el candidato de la Casa Rosada, justo cuando el kirchnerismo es una bandera poco atractiva para sumar votos. Es como si lo invitaran a una fiesta cuando los globos están por el piso y ya no queda nada para comer.
Es que Pichetto está atrapado en sus contradicciones. Debido a su alianza con Daniel Scioli, este mes intentó mover a su bloque para apartar a Amado Boudou de las sesiones del Senado, pero un llamado de Cristina lo obligó a retroceder.
Jugado por jugado, en el informe que el jefe de Gabinete dio este miércoles ante la sola presencia del oficialismo, Pichetto intentó meter baza con su pelea de pago chico.
“Los últimos diez años Petrobrás no ha invertido. Siguen explotando los pozos que eran de Pérez Companc, los mismos pozos que le adquirió a Pérez Companc son los que están explotando. No han hecho nuevas inversiones. Debe 92 millones de pesos por ingresos brutos y lo está discutiendo en la Corte Suprema”, protestó.
Completó con la frase que más le gusta a Cristina: “Si en una licitación pública está nuestra empresa de bandera, nuestra empresa estatal y una extranjera y hay poca diferencia, las provincias deben tener la convicción, el coraje cívico y el compromiso con el país de adjudicar la licitación a YPF”.
Olvidó que el 49% de YPF es privado y entre sus propietarios hay hasta fondos buitres similares a Elliot, un detalle que los gobernadores no olvidan y el senador deberá explicar en el recinto y en su campaña a gobernador.