Superar el primer peldaño ● Claudia Beltramino
Preservar el estado democrático. Esta convicción generalizada es el máximo y casi excluyente logro que obtuvimos en el ejercicio de este modo de organización social que nos impusimos, no con pocos esfuerzos. Nos queda sabor a poco.
Gran parte de esa pobreza como logro del ejercicio de la democracia, deberá encontrarse en la exclusión que hizo la dirigencia política que se aprovecho de la convicción democrática de la ciudadanía y la usó, voto a voto, para encaramarse en una estructura de gobierno que en principio, les reporta contante y sonante retribución, luego, les permite gestionar las obras, programas, subsidios que se traduzcan en una mejoría ¿enorme, modesta, justa, equitativa, urgente, para los tiempos? en las condiciones de vida de los ciudadanos que delegaron facultades en sus representantes. Y en votos para el próximo turno electoral. Un círculo virtuoso para el poder.
En el país se crea un empleo público cada 5 minutos y Río Negro es una de las cuatro provincias en las que se ha perdido más empleo privado en blanco, según datos del Indec correspondientes al segundo trimestre del año. Cualquier conversación entre la política y los ciudadanos rionegrinos debería darse sobre este escenario.
No obstante el público agradecimiento del Gobernador que celebra haber superado crisis impuestas por la fatalidad del destino, nadie se llama a engaño y la tranquilidad que el primer mandatario subraya se contrapone a la irrupción en el domicilio de la legisladora Lastra en momentos en que arreciaba la confrontación dentro del FpV, o los panfletos que le anunciaban al concejal Gonzalo Aidame de Jacobacci que sería “boleta” o la molotov que destruyó el auto de la concejal cipoleña Silvana Larralde.
La política se fractura en lo que se traducirá luego como ofertas electorales. Los ciudadanos seguimos con nuestra cotidianeidad. El poder económico ni se inmuta. Sabe, con precisión de relojería, que gobierne quien gobierne, los negocios marcharán. Atados al dólar, peleando con la inflación, pasando por la Comisión de Transacciones, con devaluación, como sea, los negocios marcharán.
Vía Bariloche, Banco Patagonia, O.P.S., Medanito, Expofrut, no importa cual y según hayan aceitado sus vínculos con la política, podrán hacer negocios fabulosos o simplemente buenos negocios.
Para que la rueda de la fortuna se mueva, la política ofrece en sus estamentos de gobierno a socios circunstanciales que pueden participar o hacer la vista gorda por que es demasiado tarde para lágrimas, o los socios que son Planta Permanente y sin importar o no que revistan como funcionarios, siempre están ahí, lucrando con gran “fineza”, ponele.
Los Planta Permanente del negocio obtienen la renovación del carnet de socios al instruir a los recién llegados para que no equivoquen el rumbo y asienten sus reales en los sectores públicos en los que mejor se maximizan las eventuales ganancias.
Una ingeniería “finamente” estudiada para inventar “palos blancos”, para sacar plata al exterior o para no despertar ninguna curiosidad aunque se hagan tantas operaciones en efectivo. No hay más que preguntarle a albañiles y mucamas que no salen de su asombro al ver tanto billete de Roca o de Evita saliendo de bolsas de consorcio. Si, como en los fantasiosos relatos de Lanata sobre Santa Cruz en donde, por cierto, no inventaron nada.
La actual gestión enfrenta un importante desgaste a partir de la difusión de casos de, por lo menos, amañamiento en actividades que implican movimiento de dinero. Es un desgaste que se suma a la falta de respuestas en el plano de la seguridad. Hospitales colapsados. Un ministerio de Desarrollo Social constreñido a un miserable asistencialismo.
La estrategia de un Weretilneck sonriente y tendiendo la mano “en cada lugar, siempre”, no disimula carencias, falta de estrategia, ausencias, informalidad. Es más fácil advertir que depositan más tiempo en el armado de pequeñas fortunas personales que en gobernar.
Es fácilmente perceptible el avance del descontento. Mas aún, se advierte que del temor reverencial de los primeros meses de 2012 que obligaba a silenciar el maltrato, los despidos, la inestabilidad laboral, hemos pasado a una muestran de incipiente crítica.
El tema para los disconformes que comienzan a reclamar es encontrar el continente en donde depositar un malestar que logre canalizarse hacia una salida versátil.
Las ofertas no son copiosas. Mucho menos novedosas.
La UCR, la fuerza mayoritaria que fue gobierno durante 28 años está partida en dos.
Por un lado un sector respalda el sueño de un vital sexagenario que encontró en la recuperación del modesto protagonismo radical el elixir de la eterna juventud para perpetuarse.
Del otro lado el proyecto Unen, no obstante el primer mensaje socialista que daba cuenta de que con el radicalismo no irían ni a la esquina, se vertebra informalmente, encabezado por el rey y la reina de los Gastos Reservados, acompañados por el saizmo. (Cosas vederes, Sancho, que non crederes)
Desde un costado también informal y con enorme plasticidad y con toda “fineza” algunos radicales aceptan colaborar con el gobierno de Weretilneck Pesatti.
El pichetosorimo abrió formalmente la puerta a la candidatura de Daniel Scioli, arrancando por el Alto Valle.
El mismo Scioli que planea entusiasta sobre una provincia por la que no se puede circular por que sus rutas son una calamidad, el mismo que gasta fortunas en publicidad y propaganda, el mismo que tiene un Pepe Scioli como aquí un Gabriel Vouillat.
El mismo que es tan peronista como Sergio Massa.
A Scioli lo eligió Carlos Menem primero y Néstor Kicrhner después. A Massa lo catapultó al cielo Cristina Kirchner. Manufactura kirchnerista en ambos casos.
Daniel Osvaldo Scioli, el hombre cuyo gran mérito fue no confrontar nunca contra ninguna de las arbitrariedades del gobierno nacional pero hacernos creer que estaba incómodo.
Entre tanto, la nueva conducción provincial prepara una dura embestida contra los Órganos Contralores. De tener éxito podrían borrar las huellas de Gastos Reservados, Causa Apel, compras directas, sobreprecios, pagos sin justificación, una maraña de desorden, desidia y corrupción.
Aunque es absolutamente claro que, por caso, el Tribunal de Cuentas actuó penalmente por el tema de los Gastos Reservados tan solo como respuesta a que los sueldos de los tribunos fueron achicados y en tal sentido representa (todavía) una débil muestra de control de probidad.
Sin embargo, este avance sobre los mecanismos republicanos de control, sobre los cargos con acuerdo parlamentario como también el sainete protagonizado por el ex STJ Víctor Hugo Sodero Nievas, el limbo en el que quedaron los bloques autorizados por la administración Ariel Rivero, dan muestras acabadas de que apenas completamos el primer peldaño para lograr una Democracia plena.
La política hizo lo que los ciudadanos dejamos que hiciera. En todo sentido trabajamos para colocarnos en veredas distintas. Es menester modificar esto para fortalecer la democracia y ahorrarnos el trámite de un conjunto de indignados con capacidad para obstaculizar pero sin estructura para resolver.
Es menester acicatear la ambición para no conformarnos con un domingo de elecciones y retomar el concepto de que solo en una democracia todos podremos acceder a la educación, a la vivienda digna, a la salud, al trabajo, a la seguridad. Que en la vereda de enfrente queden los vivos que usan la democracia para enriquecerse.
De todos depende. De algunos más que de otros.