Mondo Cane ● Javier García Guerrero
Caos institucional. Número record de ingresos a la administración pública, contratos, becas, anuncio a reducción de plantillas del 50%, rotación de jugadores como en el vóley y a seguir el partido. Número record de creación de Ministerios, Secretarías, etc.
La sucesión del Vicegobernador devora a cuatro legisladores en su línea sucesoria en un conflicto tan virulento como torpe. Intendentes desplazados por saqueos, acusados de corrupción por el gobernador sin que aparezcan las pruebas. Pedidos de Juicio político a responsables de organismos de control, Tempestuosos reemplazos y ampliaciones en el Supremo Tribunal de Justicia, en las Comisiones Parlamentarias, ruptura de bloques, impugnaciones a legisladores en la Comisiones parlamentarias, actividad legislativa paralizada, falta de tratamiento en segunda vuelta de decenas de leyes, falta de promulgación de otras tantas, etc. etc.
Resultado político: un Ejecutivo autocrático a partir de la aprobación de un presupuesto absurdo que incluyó la autorización de la reasignación total de partidas, la posibilidad de adquirir nueva deuda inconsulta, el aumento insoportable de impuestos y la renuncia a los controles de gestión que le competen de forma indelegable a la legislatura que desembocan en la estafa de APEL. Su omisión habilita los atracones de un Ejecutivo desbocado que zampa con canilla libre desde la Comisión de Transacciones a los pagos de legítimo abono pasando por los reajustes de precios de obras adjudicadas en perjuicio de los convidados de piedra que no disfrutan de la amistad del fino gobernador en las sombras.
Cebado en la ausencia de todo tipo de límites republicanos que le han facilitado, el Gobernador Weretilneck, renovador de la permanencia y simpático distribuidor de esperanzas, omite los dramas que enfrenta la ciudadanía en su cotidianeidad, emitiendo mensajes de amor y paz menos creíbles que los del violento piquetero Luis Delía que emocionado recita en Televisión su convocatoria a brindar amor, amor y más amor para solucionar la violencia que desata sistemáticamente, apedreando a los candidatos que se animan a incursionar en sus dominios para “provocar”. Es cínico compadecerse de los daños provocados por los repetidos temporales que borraron a Aguada Cecilio del mapa cuando los fondos de las obras de manejo y derivación de aguas, se gastan en propaganda, contrataciones directas de vuelos innecesarios, o directamente robada por personeros “mal supervisados” como Limardo.
¿No merecen los muertos por el frio y las familias víctimas del abandono generalizado de los pacientes, algo mejor que el Plan Calor?, ¿que el gasto millonario para que retornen los mismos artistas adictos en las fiestas y concursos de belleza de los insolidarios festivales conmemorativos?. No sería mejor garantizar que no habrá más que los 12 muertos registrados en comisarías durante los últimos 6 años. ¿Alcanzará con ensayar el cinismo de desviar la atención de la vida perra que llevan muchos rionegrinos, augurando venturosos futuros empetrolados?
El griego Diógenes iniciador de estas conductas alababa a los canes y su comportamiento, por eso a los seguidores de la escuela filosófica que formó se los apodó kynikos (cínicos) o perrunos como una derivación etimológica del vocablo griego kyon, perro. Sus acólitos, como algunos de sus seguidores rionegrinos también se mostraban desvergonzados y desenvueltos para hablar o actuar en público, eran celosos guardianes de sus guaridas, y sabían distinguir perfectamente entre amigos y enemigos. Diógenes sostenía que era «un perro de los que reciben elogios, pero con el que ninguno de los que lo alaban quiere salir a cazar». Enseñaba que robar era admisible pues «todas las cosas son propiedad del sabio» y el mismo era un falsificador (¿inflacionario?) de monedas (¿bonos?) que había adquirido el oficio de su padre (¿político?). Deliberadamente cometía todo tipo de excesos y decía a sus seguidores su clásica frase “¿ven como no pasa nada?”.
Los funcionarios procesados por los jueces por diversos delitos, los acusados por los organismos de control por la apropiación de gastos reservados, los denunciados por los legisladores por sus defecciones y abusos, los denostados por el periodismo por recibir viajes, estadías, cobro de empleados fantasmas, los que perciben doble retribución estatal o con dedicación exclusiva montan negocios propios y se benefician otras prebendas incompatibles con sus funciones y con la ley de ética pública, beneficiando económicamente a amigos y parientes, etc. siguen adelante sin que pase nada. Todos son promovidos y reivindicados por el discurso oficial, al fin al cabo Calígula nombró cónsul a su caballo y … no paso nada. La sociedad todo lo soporta a condición que se abonen los (devaluados) sueldos puntualmente, con independencia de que el resto de los servicios a cargo del estado como la educación, la seguridad, la sanidad, la promoción social, etc. estén devastados y el número de niños y madres muertos por la desatención aumente sostenidamente.
El cinismo se diferencia de la hipocresía en que ésta reconoce la existencia del bien y del mal, en tanto que el cinismo la niega. Por eso Don Quijote afirmaba que entre un bueno y un malo, él se quedaba con el bueno; pero que, entre un malo y un hipócrita, se quedaba con el hipócrita. Por eso se ha dicho que la hipocresía es el tributo que la maldad rinde a la virtud. Unamuno en tanto sostuvo, en este mundo, sólo se puede ser cínico o hipócrita y, añadía, que él sería cínico si no fuera porque el cinismo es la peor de las hipocresías. El actor profesional finge un papel, el diplomático disimula para cumplir su deber con un gobierno o estado, se es hipócrita en cambio, por conveniencia, perversión, incluso por educación Los cínicos en cambio son perversamente amorales, no existe para ellos el bien común sólo su conveniencia y el discurso para aplacar las reacciones desviando la atención, disculpándose servilmente, prometiendo y olvidando todo lo que no afecte la recaudación de sus cajas.
Resulta más difícil elegir entre los entusiastas segundones del poder de turno conformado por una caterva de mazorqueros de papel con vocación barrabrava de “Borrachos del Tablón” a quién destacar, Es inútil denunciar atropellos de los Inspectores Generales envalentonados por el poder. Detalles como la observancia de las leyes y procedimientos vigentes son pruritos que deben superarse en la nueva Argentina Potencia que siempre se avecina, mientras tanto debemos transitar el estado de Pre-Potencia, donde es posible encontrar razón o prescripción apenas 10 años después.
El gobierno exhibe en términos Gramcianos un Cesarismo regresivo fundado en su Propia Santísima Trinidad: El control de la caja, el nuevo Dios Padre, el Verbo que renueva el relato épico, y el Espíritu Santo que enriquece a los propios, con el auxilio permanente del ángel Exterminador reservado para sacar del medio cualquier otredad que lo confronte.
El coro de ángeles de la nueva liturgia lo conforma la pacífica dirigencia elemental más acomodaticia de la historia que estudia la partitura para seguir la música que tocan con algunos matices propios de una segunda voz que aspira a ser considerado sobre el resto de los viles mortales para mojar la media luna en el café con leche de vez en cuando. Los colaboracionistas del régimen recuerdan que lo que se lleva, es aplicar las reglas del popular juego de naipes del chinchón, mientras uno roba, el otro espera su turno para hacerlo. No es extraño que se extiendan solapadamente “bolsones de resistencia” en medio de los creyentes que empiezan a sentir cierta incomodidad y algunos atisbos de vergüenza.
En una historia grotescamente envejecida del peor manual de autoayuda para postulantes a traiciones básicas que ya no se visualizan como defectos, los cínicos amnésicos de su historia tratan de llevar a los integrantes del Frente para la Victoria a una derrota compartida como el Sansón ciego hizo con los filisteos.
La evolución histórica ha definido dos formas políticas principales de pervertir, trastocar o alterar un orden: revolucionariamente negando la existencia misma de dicho orden o cínicamente acudiendo a la perversión de su naturaleza para minarlo. La Escuela de Frankfurt (1923) para afianzar la Revolución Cultural diseñada por Antonio Gramsci dio “recomendaciones para la transformación y disolución de la Europa cristiana” que entre otras proponían las siguientes pautas:
1) Fomentar la desintegración Familiar. 2) Hacer depender a los ciudadanos del Estado o de los beneficios del Estado. 3) Mantener un sistema legal desacreditado, con prejuicios contra las víctimas del delito. 4) promocionar el vaciamiento de las iglesias católicas. 5) promover el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, 6) promover migraciones para destruir la identidad. 7) Fomentar la destrucción de la autoridad en los Colegios y Universidades. 8) Suscitar la invención de delitos sociales. 9) El cambio continuo para crear confusión. 10) Fomentar la homosexualidad en los niños.11) Formación de un esquema de comunicación cuidado, controlado y con efectos prolijamente calculados.
Nada nuevo bajo el sol, con los matices correspondientes se puede apreciar que la línea de comportamiento propuesta debe ser necesariamente proteica (cambiar de forma constantemente y proterva (obstinada en la perversión) que incluyen la falta de respeto por la cultura propia, generalizando la ausencia de sentido crítico personal, reemplazándolo por la adhesión al discurso oficial y la simultánea precarización de los actores políticos.
La vida rionegrina actual está regida por un paternalismo falso del estado benefactor que no ofrece seguridad, trabajo, salud ni educación, pero se hace de nuestros ingresos para solventar a la oligárquica casta política que intenta legitimarse con mediante estrategias de comunicación que resultan tan costosas como ineficaces. Ningún otro tema había logrado reunir al gabinete durante 48 hs. para recibir las reiteradas premisas del consultor que diseña sobre la base de sus secretas estadísticas de opinión, ya que las otras han sido descartadas. Orfebre del ocultamiento y el eufemismo la participación del exclusivo experto que no ha accedido aún a las mieles de la fama en otras jurisdicciones implica un costo de $180.000 mensuales que figuran en su contrato de locación de obra, al que un solo periódico de buen posicionamiento agrega otros $300.0000 por pautas publicitarias y otros reconocimientos.
El periodismo es otra cosa, nadie mejor para recordarlo que su decano el Dr. Mariano Moreno uno de los padres de la patria que en la primera edición del primer diario argentino la Gaceta afirmó el rumbo de nuestra tarea pendiente cuando sostuvo: “Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que le es propio y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos, sin destruir la tiranía”. Vaya mi admiración y respetuoso saludo para los que en estos tiempos difíciles mantienen su integridad y libertada de criterios para opinar.
Ing. Javier García Guerrero. Director de la Comisión de Economía y Administración del Consejo Superior de la Universidad de San Martín. Twitter: @JavierGGuerrero