Terrenos de APEL: José Luis García Pinasco y Karina Sosa dicen “dame dos”
Viedma (ADN).- El secretario general de APEL, Alejandro Gatica, benefició a dos de sus colaboradores más cercanos, el abogado José Luis García Pinasco y la escribana Ana Karina Sosa, “vendiéndole” dos terrenos a cada uno de ellos. Ambos profesionales mantienen una estrecha vinculación laboral con el gremialista y terminaron quedándose con terrenos que estaban destinados a los empleados legislativos.
ADN accedió a la nómina con los nombres de varios de los compradores de terrenos del “Fondo Social de APEL”. El registro contradice la argumentación de Gatica, quien había dicho textualmente: “quise darle un beneficio a personas que no pueden acceder a la tierra”.
Entre los compradores figuran funcionarios, hijos de jueces federales, abogados, médicos, familiares de comerciantes dueños de pizzerías, farmacias, transporte y venta de materiales de construcción. Más allá de que fue ilegal la venta realizada por las autoridades del gremio, porque no estaban comprendidos como destinatarios, está claro que muchos de estos compradores tienen capacidad para acceder a otro tipo de lotes.
Entre los “compradores” aparecen la escribana Ana Karina Sosa, con dos terrenos, y el abogado José Luis García Pinasco, con otros dos.
García Pinasco, ex funcionario radical, es el abogado que pagan todos los afiliados legislativos para asesor a las autoridades del gremio, y en este sentido es uno de los pocos que no podrá argumentar haber comprado de buena fe, ya que tenía la obligación de conocer la normativa sindical y del “Fondo Social”, que establece que los terrenos están destinados exclusivamente para los empleados legislativos.
García Pinasco, además de trabajar para el gremio APEL, se desempeña como abogado de la Secretaria de Trabajo y participa como defensor de la familia de Gatica, en causas particulares.
Por otra parte, la otra profesional, Karina Sosa, tampoco puede argumentar haber “comprado” de buena fe, ya que ella fue la que participó como escribana en muchas de las transacciones inmobiliarias e incluso estaba en conocimiento de la creación de la inmobiliaria GAL SRL, ya tuvo una actuación notarial (Nº 335055), el 14 de noviembre del 2112, tres días después de haberse celebrado el contrato de creación de la SRL.
Sosa, además de actuar en los contratos inmobiliarios de APEL en forma privada en el estudio que posee en Viedma, trabaja en el IPPV cumpliendo tareas similares de escribanía (ADN).