El suelo y el subsuelo ● Claudia Beltramino
Es difícil suponer que un País que nació al calor de una Aduana que hacía las delicias de sus administradores y que favorecía el contrabando de aquellos apellidos que después fueron calles, un País que creció burlando leyes y normas, pueda reestructurar sus planes y proyectos.
La guerra desatada en el FpV rionegrino no hará más que acelerar el proceso de desinstitucionalización en el que estamos metidos. Un carnaval en el que algunos harán su enero y otros muchos recogerán los restos en el miércoles de cenizas.
El albertismo, el pichetismo y el sorismo, en alianzas que van y que vienen se disputan el 2015.
¿Proponen tres proyectos políticos diferentes?
Imposible. Alcanza con relevar los votos en la Cámara Baja del homogéneo conjunto rionegrino. Aunque María Emilia Soria se esmere por diferenciarse, aunque se haga escuchar con fuertes críticas a Weretilneck, lo cierto es que su voto es el mismo que el de sus pares pichetistas Jorge Alberto Cejas y Josué Gagliardi o el de los albertistas Herman Avoscán y Luis Bardeggia.
Las únicas diferencias reales estriban en quien conducirá el gobierno a partir del 2015.
En esta guerra declarada, el Frente Grande que cobijó a Weretilneck para que completara la fórmula del FpV en 2011 ahora le dispensa tratamiento de criminal de guerra porque confesó sus simpatías por Sergio Massa.
En principio el Gobernador rionegrino ya nos permitió comprender que su personalidad es de una plasticidad mayúscula y que puede estar en un lugar o en las antípodas solo dos segundos después sin que se le arrugue la camisa. De este modo su acompañamiento o no a Sergio Massa tiene solo un valor de acomodamiento estratégico.
Por otro lado, bueno es revisar la boleta bonaerense del FpV en 2009. Encabezaba Nèstor Kirchner la lista de diputados nacionales, lo seguían en orden, Daniel Osvaldo Scioli, Nacha Guevara y Sergio Tomàs Massa en 4º lugar.
Massa, como bien lo definió Ricardo Rouvier, es el candidato peronista de perfil Ricardo Arjona. Convertir en delito la opción que podría finalmente tomar el Gobernador, es como mínimo exagerado. A menos que desde el Frente Grande conciban como delito el tono de falsete para cantar “encontrar el punto exacto donde explotas al amar”, lo cual sería enteramente comprensible.
Los tres sectores han abonado con ahínco el esquema kirchnerista y lo reflejan en cada voto disciplinado que emiten en la Cámara de Diputados, confirmando que no hay diferencias ideológicas ni éticas, no hay proyectos diferentes ni disímiles concepciones de construcción de poder, la diferencia es si encabeza Miguel Pichetto o si renueva Alberto Weretilneck.
El cuadro de inseguridad en Río Negro desnuda la miopía del gobierno. La guerra del FpV resulta en intendentes que una vez anotados en las filas del pichetismo cambian el discurso de la cadena de la felicidad para confesar falta de recursos, abandono, crecientes niveles de desocupación y su natural consecuencia de pobreza.
Hasta aquí, el FpV entusiasta soporte del proyecto nacional, ha mostrado discreta preocupación por la pérdida de puestos de trabajo. De hecho, la imaginación solo llega al paliativo, visto en modo de subsidios, programas de reconversión productiva, beneficios fiscales o condonaciones de deuda a empleadores.
Todo el arco político rionegrino acompaña. Desde la inclaudicable lucha de Odarda para llevar Cajeros Automáticos a los lugares más remotos de nuestra geografía, combinada con las preocupaciones del bloque radical en pareja con el bloque del legislador odardista Jorge Ocampos, para obtener dispensas fiscales para productores al borde de la quiebra, ni oficialismo ni oposición han mostrado interés alguno por atraer inversiones para generar empleo.
La megaestructura sin cabeza, el Ministerio de Seguridad, claramente creado como salida laboral para Oscar Albrieu, el último representante del círculo más íntimo del ex gobernador Mario Josè Franco, en tanto no produjo mejoras en los niveles de inseguridad, de no ser que se considere como activos a la falsificación de datos para esconder la gravedad de la situación, representa un gasto inútil para el erario público es decir el bolsillo de los rionegrinos.
Pero esto ocurre así simplemente porque es posible.
Veamos.
Tal como señaló el senador y aspirante a gobernador, Miguel Pichetto, al referirnos que Santa Fe es Medellín, lo que podemos traducir como un proceso, ya instalado, de Colombizaciòn de la Argentina de la mano del narcotráfico.
¿Es posible suponer que una oleada de colombianos vinculados al narcotráfico, descartó Mèxico, quizás por cuestiones climáticas y se volcaron a emigrar a la Argentina para, eventualmente, refrescar aquí los negocios que tenían en Colombia? Está claro que es mucho más lógico suponer que las condiciones que le brindaba Argentina lo hacía un destino seguro. Esa seguridad se la garantizó, por acción u omisión, el poder.
Cada espacio que se pierde en forma de puesto de trabajo es un espacio que multiplica el narcomenudeo que como una enredadera trepa allí donde no hay mejor futuro.
Argentina embrutecida, Argentina con una realidad de repitentes en 4º grado, Argentina sin oferta de trabajo, ofrece, además del alto consumo, una inmensa cantidad de mano de obra.
Tan jóvenes, tan niños, entregados al narcomenudeo. En cualquier barriada pobre de cualquiera de nuestras ciudades más pobladas es imposible no advertir lo que ocurre.
Por momentos nos ensombrecemos frente a la muerte de alguno de estos púberes. Con su carga de violencia, un sustrato de drogas, prostitución infantil, violencia infinita. Bajamos la vista porque admitimos que ninguno de ellos hubiera tenido destino de ingeniero o de bioquímica. Ninguno de ellos se habría sentado en una banca y solo, de haber pasado los 20 años, quizás hubieran podido convertirse en punteros políticos.
La realidad de niños que consumen drogas, que la comercializan, que se prostituyen puede ser negada, puede ser escondida. Finalmente pasará de problema a dilema y ya no habrá posibilidad de solución.
Quienes deben encarar el problema, están distraídos en otros menesteres.
Escandalizados porque un político impidió que un periodista cubriera un encuentro político el titular del emporio informativo del Estado rionegrino manifestó su repudio. Fabiàn Galli, olvidó hacer lo mismo cuando otros periodistas era manseados y despedidos de la misma televisora o cuando otros eran físicamente agredidos. La doble moral que hace posible el doble discurso que hace posible el doble estàndard para los niños rionegrino.
La compra de expedientes de deudas, pagados al 30 % de su valor con la suerte de que no deberán pasar por la Comisión de Transacciones y que podrán obtener el pago del 100 % de su valor en forma de cheque en el mostrador de la Tesorería del Gobierno rionegrino. El funcionario que cobró una doble percepción por Policía y por Vialidad en donde las compras se hacen por Viarse y por la dirección, en todo caso, pagando dos veces. Los hospitales en donde los médicos no pueden operar a sus pacientes porque no hay gas ara anestesiarlos o ese otro donde no hay ginecólogos así que hay que contratar uno del sector privado que termina costándonos 100 mil por mes. Los autos del Estado que un “iluminado” termina distribuyendo entre los amigos del gobierno para que se los queden como bienes propios.
La fragilidad institucional se expone con crudeza luego de que el titular de Ipross Luis Ayestaràn y su par de Rentas Agustín Domingo anunciaran en conferencia de prensa que llegarán a hacer uso de “agentes encubiertos” para combatir el irregular cobro de un plus por parte de los médicos que firmaron un contrato para atender a los pacientes de la Obra Social. Los médicos respondieron con una solicitada en la que recomendaban dar recibo por el cobro del Plus. Una burla.
En el radicalismo, donde muchos aspiran a ver una opción de oposición, se preparan para dirimir espacios en una elección interna. Los conceptos de renovación son, por lo menos curiosos pensarán los propios mientras los ajenos se preguntan qué tan difícil es convenir en una reconversión que los ponga de nuevo en condiciones de competir en primera.
Rio Negro en stand by espera que pase diciembre, con o sin saqueos, que pase enero, con o sin vacaciones, que pase marzo, que pasen las P.A.S.O… que pase el tiempo sin más expectativas que las de durar.