Solo se vive dos veces ● Javier García Guerrero.
“La crisis financiera asiática que dio comienzo a la fortaleza del dólar y el marcado declive de los precios de las materias primas, se ha traducido en bajas generalizadas de los índices bursátiles. La caída de los precios del petróleo desborda el equilibrio fiscal de países exportadores primarios como Rusia que aumentan sus tasas de interés, entran en recesión y deprecian su moneda enérgicamente pero sin resultado” (1998)
Finalmente Rusia entró en cesación de pagos iniciando la crisis financiera internacional denominada “efecto vodka” preludio del colapso argentino de 2001.
Como entonces el Índice de Bloomberg de 22 productos básicos actualmente alcanza su nivel más bajo desde el 2009. El 40% del mercado de alimentos que es Europa se asoma a la deflación con el euro en su menor cotización frente al dólar de toda la década, con Alemania y Francia tradicionales locomotoras del crecimiento detenidas y el furgón de cola griego a punto de desengancharse.
El actual sistema financiero puede ser más flexible pero no menos vulnerable. Después de la crisis de las hipotecas basura, 1/3 de la deuda global se colocó en el sector energético. La drástica reducción operada sobre el valor de sus reservas y activos, sobre su facturación y sobre su capital de giro a raíz de la caída de su cotización bursátil, ha superado en algunos casos el 50%. Como entonces, la reducción de las garantías, el aumento de la mora y de las quiebras afectará la solvencia bancaria, determinando un mayor racionamiento crediticio, y una suba de la tasa de interés general, extendiendo los daños derivados al resto de los sectores. Hasta el momento Rusia ha devaluado 60% el rublo, su PBI se ha contraído un – 4% y ha subido las tasas de interés del 8% al 17%. La fuga de capitales es intensa, la probabilidad de cesación de pagos aumenta al caer sus bonos al nivel del Bonar 2015 argentino que rinde el 18% anual en dólares. En el 2005 Néstor Kirchner asimiló a “bonos basuras” a los que rendían más del 15% reprochando a los tenedores extranjeros por haberlos comprados, ya que “cualquiera puede darse cuenta que el que acepta esas tasas es porque sabe que no las pagará nunca y que una vez en default refinanciará una quita”. El resto de los países exportadores de materias primas a excepción de la Argentina siguen la misma secuencia para sostener la inflexibilidad de sus gastos, ante la extinción de las rentas extraordinarias de que disponían.
Petrobrás acaba de superar una reunión de acreedores que le otorgó un trimestre adicional para redefinir su operación, proponer nuevos planes de negocios y mejorar la información de su desempeño ya que desde Octubre del 2013 ha descendido desde el primer lugar al séptimo en el ranking de empresas latinoamericanas. Las nuevas condiciones impulsaron el traspaso que ha empezado a concretar la empresa carioca, de las áreas que le han concesionado en la argentina a YPF. China en tanto otorga préstamos en Latinoamérica a cambio de ventas de bienes manufacturados, con la facilidad de quién caza en el zoológico.
La Argentina con cepo cambiario y sin reservas suficientes para pagar las importaciones requeridas para mantener el nivel de actividad, con su Banco Central denunciado por superar las relaciones técnicas de adelanto al tesoro y emisión, con sus fondos jubilatorios exhaustos, reiniciado el ciclo de endeudamiento interno y externo, ha alcanzado un nivel de déficit fiscal insostenible del 5% del PBI, retrasando aún más su tipo de cambio y anunciando una baja de las tasas de interés durante el presente año electoral, para alentar un consumo insustentable.
A fines de Septiembre de 2014 Cristina Kirchner, afirmó en Nueva York: «Se habla ya de la Argentina como la nueva Arabia Saudita». Algo sin embargo nos diferencia, el reino de Arabia Saudita aprobó un presupuesto anual 2015 con una reducción de ingresos de u$s 37.300 millones con respecto a las previsiones de 2014. El rey Abdalá pidió al gabinete que «racionalice los gastos» y recomendó «una aplicación precisa y eficaz del presupuesto»
En Río Negro la severa crisis rusa y sus efectos sobre los precios internacionales de la fruticultura pronostican que las 2/3 partes de la cosecha no serán levantadas, las empresas petroleras en lugar de nuevas inversiones comunican ajustes unilaterales a la baja de los contratos vigentes en perjuicio de las PyMES que las abastecen y avisan a los líderes sindicales que los salarios crecerán por debajo de la inflación, tendrá que bajar el ausentismo, aumentar la productividad o habrá despidos masivos. La minería al igual que la pesca, seguirá siendo una promesa, el agro sentirá los efectos de los incendios masivos, sólo el sector público de asalariados y los trabajadores de la construcción en los municipios de la “nueva mayoría” transcurrirán sin sobresaltos el año electoral, donde habrá hijos y entenados.
La vulnerabilidad de la economía argentina ata su destino cuando termine el “relato” a la evolución de una crisis internacional que nos encuentra sin reservas, sin activos realizables, ni margen de maniobra en un recorrido circular reconocible que nos devuelve al punto de partida del laberinto, a merced del minotauro inflacionario desatado, que busca su tributo.
Lic. Javier García Guerrero.
Director de la Especialización en Administración Financiera de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Nacional de Jujuy.
@JavierGGuerrero