Buscan reimpulsar el proyecto de ley sobre Autismo
Viedma.- Un grupo de padres integran la ONG Trastornos de Espectro Autista (TEA) buscan reimpulsar el proyecto que crea la Ley sobre Autismo, una iniciativa que perdió estado parlamentario. «Fue cajoneado», denunciaron. Y apelan lograr conciencia social sobre la temática.
Laura Guanca pertenece a TEA. Contó que en 2013 pidieron participar en un proyecto de ley: «nos involucramos, trajimos profesionales de Buenos Aires y de acá también que participaron. Se trabajó mucho. Teníamos la ilusión que el año pasado iba a concretarse la ley y no fue así, por que el proyecto perdió estado parlamentario» relató a radio Noticias.
El proyecto garantizaba, entre otras cosas, la cobertura de los tratamientos, no solo que las obras sociales puedan brindarlos si no también estaban contemplados para poder brindarse dentro del hospital público. También e proyecto garantizaba la capacitación y formación de docentes, profesionales médicos, entre otros.
La iniciativa, presentada por los legisladores del FpV Alejandro Marinao y Luis Esquivel, perdió estado parlamentario por que no se trató: «no interesó» subrayó Guanca.
«El autismo es una enfermedad tan particular que se merece tener un tratamiento. Cuando decidimos trabajar con esto es por que encontramos que es muy alto el índice de autismo en la provincia» destacó Guanca y explicó que no existen cifras oficiales de este tipo de trastornos en Argentina «por que a las autoridades no les interesa saber cuántos somos».
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de discapacidades del desarrollo que pueden causar problemas graves, y hasta crónicos, de socialización, comunicación y conducta.
Las personas con TEA procesan la información en su cerebro de manera distinta a los demás.
Se los llama «trastornos de un espectro» porque afectan de manera distinta a cada persona, y pueden ser desde leves hasta muy graves. Aunque todas las personas con TEA presentan algunos síntomas similares, especialmente los relacionados con problemas en la interacción social, según informa Salud Univisión.
Los TEA suelen aparecer antes de los 3 años y duran toda la vida, pese a que los síntomas pueden mejorar con el tiempo. Algunos niños con TEA dan señales de que presentarán problemas futuros a meses de nacidos. En otros, puede ser que los síntomas no se manifiesten sino hasta los 24 meses o después.
Algunos niños con TEA parecen desarrollarse normalmente hasta los 18 a 24, cuando dejan de adquirir nuevas destrezas o pierden las que ya tenían.
En distintos estudios se observó que entre un tercio y la mitad de los padres de niños con TEA advirtieron la presencia de un problema antes de que el niño cumpliera el año, y el 90% observó problemas hacia los 24 meses.
Cabe destacar que algunas personas que no tienen TEA pueden presentar también algunos de estos síntomas, por ejemplo, un atraso en el lenguaje. Pero para las personas que sí fueron diagnosticadas con un trastorno de estas características, estas discapacidades dificultan mucho su vida diaria.