El radicalismo en su peor momento electoral
Viedma (ADN).-Impensado años atrás cuando el radicalismo rionegrino se enseñoreaba ante el país de ser la única provincia gobernada por la UCR desde 1983, superando distintos gobiernos y crisis nacionales.
Con 28 años de gobierno el radicalismo finalmente fue derrotado en el 2011 por el peronismo. Nada podría ser tan grave ya que la alternancia es parte del juego de la democracia, pero a la UCR rionegrina haber dejado el gobierno le impactó con dureza y puso al viejo partido en los umbrales de la diáspora.
El radicalismo provincial fue un partido del poder, olvidó como se hace política desde el llano y “calzarse las zapatillas para recorrer los barrios” como decía Pablo Verani. Sin el gobierno se acabaron los favores y las prebendas, en suma los recursos del Estado para hacer política y fortalecerse en el poder.
Hoy la UCR de Río Negro está en su peor momento electoral y no puede soslayar
sus problemas internos. Valga un ejemplo de actualidad: el sábado se realizará la convención nacional de la UCR en Gualeguaychu, Entre Ríos, donde se debatirá la estrategia partidaria frente a las próximas elecciones distritales y presidenciales.
En la reciente reunión de la mesa del plenario provincial de la UCR, el martes, que presidió Horacio Massaccesi, hubo coincidencia unánime en apoyar al presidente del partido nacional, Ernesto Sanz, en la convención entrerriana del sábado.
Sanz aboga por un acuerdo con el PRO de Mauricio Macri, con fuerte oposición
de Ricardo Alfonsín y otros referentes nacionales defensores del Frente Progresista UNEM.
Lo cierto es que la postura de algunos dirigentes radicales rionegrinos es dual y expresan un doble discurso ya que lejos de trabajar en un acuerdo con el macrismo -como pide Sanz- militan al abrigo del gobierno que apoyan en la construcción de un partido provincial propiciado por Alberto Weretilneck, quien a su vez apoya a Sergio Massa, principal adversario de Mauricio Macri. Mucha confusión, todo un galimatías.
La convocatoria a elecciones provinciales para el 14 de junio acelera los tiempos de definiciones y obliga a la UCR de Río Negro a fijar una postura que lleve claridad a sus afiliados y votantes.
El acuerdo interno no se percibe en el horizonte. Tres sectores conviven dentro del redil radical, el massaccecismo-sartorismo, que no siempre coinciden, el mendiorismo y el saizmo, estos dos últimos trabajan desde hace tiempo en el armado de una estructura electoral provincial con el Frente Progresista, el ARI, el socialismo, Libres del Sur y con estrechas vinculaciones con el PRO de Mauricio Macri, en realidad más cercanos
al pensamiento de Ernesto Sanz, mientras que tanto el presidente de la UCR Horacio Massaccesi, como el dirigente Daniel Sartor han sido pragmáticos en la conducción del partido y sus relaciones con el oficialismo.
Se estima que para abril podría convocarse a la convención provincial del radicalismo y de esta manera terminar de definir una estrategia electoral para el 14 de junio. En soledad con la lista 3, con el gobierno de Weretilneck o en una alianza con el PRO, el ARI y el Frente Progresista.
Tamaña responsabilidad. Sobre esta dirigencia recae el desafío de poner al radicalismo de nuevo en pie en Río Negro, necesario para la democracia y las instituciones, o pasar a la historia sin pena ni gloria.