Estrategia bilardista ● ADN
En la Casa de Gobierno se respira un clima similar al que vivió la selección nacional de 1986 en el predio de la AFA, en Ezeiza, previo al Mundial de Fútbol de México. Carlos Salvador Bilardo había definido un equipo con Maradona y 10 más, un planteo táctico calificado como el último del siglo XX: un libero, dos stoppers, 5 mediocampistas y dos delanteros.
No falto la cábala y la típica mística bilardista: una visita a la Virgen de Copacabana del Abra de Punta del Corral, en Tilcara, Jujuy con la promesa de que si salían campeones volvían a agradecer. Nunca lo hicieron y los tilcareños dicen que hubo una maldición sobre la selección nacional que impide lograr un nuevo título mundial.
La introducción futbolera vale ante el pensamiento oficialista de que Alberto Weretilneck, sólo y recorriendo la provincia, ganará las próximas elecciones. Con buena imagen crece en las encuestas que le acerca la consultora ECO. Casi bilardista, el gobernador recurre con confianza ciega al oráculo de las encuestas y le falta hacer una promesa ante nuestro beato aborigen o similar ícono extraído del menú esotérico.
Weretilneck se muestra distendido y si bien la alianza Juntos Somos Río Negro presentará candidatos a intendentes en casi todas las ciudades donde se vota el tres de mayo, tiene la mente puesta en el partido por el título final,que será más adelante, quizás en septiembre. Jugará con sus candidatos, salvo en Cipolletti, donde pareciera que no habrá apoyos explícitos, más aún cuando varias encuestas coinciden en el triunfo de Aníbal Tortorielo (ARI y radicalismo) y en el estancamiento de Julio Arriaga.
En Viedma se presentará Matías Rulli y el gobernador no ve consecuencias negativas para su imagen en una derrota del secretario General de la Gobernación, ya que sería prescindente, no participaría en la campaña y los costos serían de corte local. El objetivo es restarle votos justicialistas a Juan Manuel Pichetto.
En la capital provincial el intendente José Luis Foulkes figura con mayor chance, pero según datos que maneja el propio jefe comunal y también el justicialismo, la irrupción de la candidatura de Juan Manuel Pichetto redujo al mínimo la tendencia ganadora del oficialismo municipal, incluso la brecha estaría en el orden de los 3 o 4 puntos, pero además hay que tener en cuenta que a esta competencia se suma Mario De Rege y perjudicaría a Foulkes.
De Rege integraría su lista de candidatos con radicales y del Partido Provincial Rionegrino. Se habla incluso de Federico Díaz, actual concejal de la UCR.
En esta estrategia del gobierno, con alta dosis de optimismo, no falta el rol que se le asigna a Sergio Massa en el contexto nacional, a quien –también según las encuestas- le asignan un importante caudal electoral en las PASO de agosto y seguro triunfo en la general, incluido el ballotage. Ese pronóstico hace pensar al gobernador que lo mejor es votar en septiembre, pero falta mucho y la fecha de elecciones se puede adelantar si el crecimiento electoral de Massa no acompaña y por el contrario queda comprimido por la disputa entre el PJ y el PRO.
Ahora hay bloque de Juntos Somos Río Negro, en una legislatura que desplazó al Frente para la Victoria. La conducción del parlamento que preside Pedro Pesatti tiene en la línea sucesoria a la persona de mayor confianza del gobernador, Facundo López, y como vicepresidente segundo al radical Darío Berardi, que ha dado muestras de afinidad con el albertismo, que llevó a Foulkes al acercamiento con el gobierno y fue funcional en el tratamiento legislativo a las políticas de Alberto Weretilneck.
La alianza Juntos Somos Río Negro presenta candidatos a intendentes –hasta el momento en 19 municipios- sin necesidad de recurrir al Partido Unión y Libertad como tuvo que hacer Julio Arriaga. Al PUL nacido a instancias de la ex legisladora riocoloradense Liliana Finocchiaro, se lo define como un instrumento massaccesista-sartorista muy versátil en tiempos electorales.
La política rionegrina nunca deja de dar sorpresas y cada día ofrece una melange muy particular donde priman las estrategias del todo vale. Candidatos que se presentan para quitar votos a unos y otros y una notable permisividad en el contexto ideológico.
La construcción de estas políticas se hace en base a las encuestas, una herramienta que hoy parcela la opinión de la dirigencia, le marca el camino y pocas veces garantiza un triunfo. La imagen de los candidatos y la intención de votos tiene la fragilidad del cristal e incluso siempre se retocan “a piacere” de quien las contrata y se muestran hacia afuera como instrumento de persuasión.
Aquel optimismo que se describía en párrafos anteriores que se percibe en la Casa de Gobierno, se repite también en el justicialismo que ve ganador a Miguel Pichetto en las próximas elecciones. El argumento más sólido es su presencia en el territorio en circuitos de peso como el Centro, el Este, Valle Inferior y el Andino que ubica al PJ con un piso cercano al 35 por ciento y entonces también Miguel Pichetto está tranquilo y se siente ganador y en este resultado coinciden varias encuestadoras.
Desde el PJ llevan tranquilidad a la dirigencia y cuadros políticos provinciales en cuanto a que Martín Soria no tiene margen para jugar un movimiento de desestabilización interno, mientras juega fuerte para asentar su poderío en General Roca, junto a personajes de triste paso por el gobierno, como Julián Goinhex y otros aliados que cumplen funciones en la estructura del Estado. Igual hay desconfianza.
La pelea por la gobernación entre Alberto Weretilneck y Miguel Pichetto tiene una tercera fuerza electoral que más allá de su performance tendrá un valor estratégico porque rompe con la polarización y además se podría instalar como un nuevo espacio en el escenario político rionegrino.
Magdalena Odarda, bendecida por Lilita Carrió, será candidata en esta alternativa donde será acompañada por un radical que podría ser Juan Pablo Alvarez Guerrero, barilochense, de estirpe boina blanca e hijo del ex gobernador Osvaldo Alvarez Guerrero.
Confluyen entonces la Coalición Cívica ARI, que además competirá en las PASO nacionales en el PRO, socialistas, Libres del Sur y radicales enrolados en el Frente Progresista. Mientras tanto la conducción provincial de la UCR, si bien la última convención radical votó para constituir el Frente Unem en Río Negro, no participa en ninguna de estas negociaciones y mantiene tres posibles líneas de acción con vistas a las provinciales: insistir con la Lista 3 UCR, integrarse al Frente Progresista o acompañar a la candidatura de Alberto Weretilneck.
Odarda ya está en carrera, trabaja en el armado de un equipo de asesores y colaboradores y perfila el borrador de su programa de gobierno.
Como todos los 1 de marzo, en la Legislatura de Río Negro tendrá lugar la apertura de las sesiones ordinarias del período 2015, con el discurso del gobernador Alberto Weretilneck. El mandatario improvisará en su exposición, estimada en alrededor de tres horas, donde hará un balance de tres años de gestión, apoyado en los datos duros que le prepararon las distintas áreas de gobierno y dejaría para el final las definiciones políticas.
Un tema pendiente es resolver sobre si hay suspensión ( o anulación) de las elecciones primarias, abiertas, obligatorias y simultáneas en Río Negro, un instrumento que votó el parlamento provincial y que luego quedó sometido a la estrategia electoral del oficialismo quien desestimó esta metodología y la barrió debajo de la alfombra, pero que tiene plena vigencia y que obliga a la Justicia definir ante el reclamo de un conjunto de legisladores provinciales y una presentación del presidente del PJ Miguel Pichetto y de Osvaldo Nemirovsci, dirigente de San Carlos de Bariloche.
En este punto los tiempos judiciales se prolongan y por general no son los mismos a los de los partidos políticos apremiados por estrictos plazos electorales. La resolución del tema tiene que ser de trámite rápido para concluir con la incertidumbre.
Hay una suerte poco apego en la preservación de la institucionalidad y el cumplimiento de las normas. El gobierno dice que no hay PASO, pero a su vez tiene la obligación de hacer cumplir las leyes. Una medida en contrario judicializará todo el proceso electoral y además tendrían que convocarse ahora, para votar en septiembre en las elecciones provinciales.
Derogar esta ley implica contar con la mayoría parlamentaria y sumar los votos de la bancada de Juntos Somos Río Negro, el interbloque de Carlos Auyero y Unidos por Río Negro y la media docena de radicales amigos.