Contaminación del Río Negro
Cipolletti.- Según cifras oficiosas el río Neuquén recibiría más de 10.000 metros cúbicos por día de líquidos cloacales, solamente de la ciudad Cipolletti, contaminando severamente sus costas y canales internos, incluida la castigada isla Jordán.
Una recorrida por el sector afectado permitió observar el permanente volcado de líquidos cloacales al canal, que desemboca luego en el río y que genera un panorama casi tétrico de pilas de ramas secas esparcidas por la zona destinada supuestamente a ocultar el lamentable escenario hecho adrede por la mano del hombre.
Consultas hechas en el lugar a productores y vecinos, fueron coincidentes en señalar los daños ambientales que esta situación provoca a las plantaciones circundantes además del olor nauseabundo que inunda a todo el sector. La queja es repetida y recurrente en la poca credibilidad que el problema sea subsanado a partir de promesas y proyectos nunca cumplidos.
Se observa si la presencia de organismos del Estado en las defensas de mallas de alambre de las costas del lugar, destacándose en la opinión de los vecinos que el metal a veces pierde su función, carcomido por los líquidos contaminantes, sobre todo en el desagote del canal de los milicos muy cercano al caño cloacal.
La visita al lugar permitió comprobar la presencia de plantaciones sin cosechar y recoger denuncias de distintos episodios como el sufrido por un productor del área que perdió toda su cosecha al romperse el caño principal inundando su chacra de líquidos cloacales.
Peripecias vividas son contadas con resignación por los pobladores del lugar ya sea por el olor permanente que campea en todo el sector o el pedido casi risueño, de un organismo ambiental para que no se cortaran árboles del lugar señalándolos con pintura amarilla, con el fin de individualizarlos y así evitar la motosierra.
Estos árboles se ubicaban en la orilla del canal que conduce los desechos al río de aguas verdosas y un olor ácido y penetrante compadeciéndose con ese paisaje lamentable.
Indicaban que en la confluencia de los ríos Limay y Neuquén es bien perceptible el color de las aguas de uno y otro río, marrón uno y transparente el otro sin llegar a mezclarse en un gran tramo de su recorrido, ya por el río Negro.
No obstante valoraban la presencia de este río caudaloso y regulado que aún resiste la desidia e irresponsabilidad de la mano del hombre que se empeña en contaminarlo y todo parece indicar que lo está logrando.
Mientras tanto se pudo saber que es importante la presentación de documentación en el juzgado Federal de Roca por parte de organismos oficiales relacionado con la problemática del río Negro.
Jorge Ocampos- legislador CC-ARI.