Promueven el uso de residuos orgánicos para la remediación de los suelos
Bariloche.- Un grupo de científicos de la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro comenzó a trabajar en la solución a dos problemas que aquejan a la zona del valle de la provincia de Río Negro: la gran cantidad de residuos orgánicos que genera la producción agropecuaria y la remediación de los suelos afectados, muchas veces, por esta misma actividad económica.
Los suelos de la región patagónica presentan limitaciones, sostienen ecosistemas sensibles resultan alterados por actividades productivas, y requieren la aplicación de tecnologías que permitan mitigar las severas problemáticas ambientales generadas periódicamente.
Por otra parte, la calidad y cantidad de residuos orgánicos producidos en la región es amplia y variada: poda de frutales, estiércoles de la producción pecuaria, subproductos forestales, orujo y lodos de jugueras, lodos cloacales y orgánicos domiciliarios. El destino de estos materiales es muchas veces incierto: se quema, es enterrado sin control, se dispone en basurales o se comercializa sin control de calidad respecto a su estabilización, con los riesgos sanitarios que implica este manejo.
Fue justamente al combinar los dos problemas que encontraron una parte de la solución, ya que todos estos residuos orgánicos tienen un alto valor agrícola si se los procesa adecuadamente y luego se utiliza como enmienda orgánica para remediar los suelos.
“El estudio se realizó en un área comprendida entre las localidades de Cinco Saltos, Chichinales y Plottier en el Alto Valle del Río Negro donde relevamos que se producen y luego se queman 90.000 m3 al año de residuos de poda, un volumen similar a medio estadio de fútbol” explicó la Dra. Francis Laos, directora del proyecto.
Pero no sólo la poda de frutales genera residuos orgánicos. Identificaron que por año se desechan 236.000 toneladas de orujo y lodos provenientes de jugueras y de la producción de sidra; dos subproductos provenientes del sector avícola: el estiércol y la cama de las ponedoras, que generan casi 2 toneladas diarias cada 30.000 aves; y los residuos domiciliarios donde el promedio estadístico obtenido de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación es de medio kilo de productos orgánicos por habitante por día (una familia tipo produce 730 kilos por año).
Todos los residuos antes mencionados constituyen un aporte de materia orgánica para su uso potencial en la recuperación de suelos degradados/agotados o contaminados, esto dependerá de sus características, es decir, de un análisis de calidad respecto al contenido de elementos o sustancias potencialmente tóxicas, y eventualmente, de patógenos. En tales casos los tratamientos recomendados a nivel mundial y aplicados en muchos casos en nuestro país garantizará una aplicación sustentable, considerando también que el 75 % de la superficie de nuestro territorio nacional corresponde a zonas áridas y semiáridas y en consecuencia necesita un aporte extremo de materia orgánica.
Para llevar adelante esta transformación de residuo a enmienda orgánica es necesario en primer término que los residuos orgánicos sean estabilizados, y para ello el proceso de compostaje es el más efectivo ya que “reduce patógenos, elimina olores y reduce los tiempos necesarios para la estabilización del material”, explican Gabriela Paladino y Juan Pablo Arrigoni, integrantes del equipo de investigación.
El producto resultante de la transformación de la materia orgánica procedente de diversas fuentes por acción de los microorganismos es el compost, y es lo que sirve para remediar los suelos.
“En este sentido, nuestro trabajo surge de una necesidad concreta de los productores de la región y el fruto de la investigación es un conocimiento que, esperamos, les pueda servir para paliar estos problemas. Además, este mismo proceso de remediación puede ser aplicable a diferentes suelos y regiones”, concluyó Laos, que también dirige la carrera de Ingeniería Ambiental que la UNRN dicta en Bariloche.
Otra replicación más que interesante del proceso se produce a nivel doméstico. “El compostaje (descentralizado) de los propios residuos orgánicos familiares, es también un excelente proceso para realizar en origen, es decir en cada hogar; contribuyendo a valorizar un residuo al transformarlo en enmienda con valor agrícola y eliminando a la vez los espacios necesarios para su disposición en vertedero” remarcan los investigadores.