“Depende del cristal con que se mira”-ADN
Viedma (ADN).- Se le atribuye a William Shakespeare la frase que dice: «A veces, no es todo ´oro´ lo que reluce. En ocasiones, la palabra sirve también para no decir la verdad…no es que se mienta, simplemente, se dicen medias verdades … Nada es verdad ni es mentira, todo depende del cristal con que se mira».
A una semana de las elecciones municipales, algo hay de Shakespeare en las declaraciones de la dirigencia política rionegrina que participó en los comicios. La rápida reacción del gobierno, que tenía poco que perder y mucho para ganar, puso en marcha una acción psicológica que dio sus frutos, al menos las primeras 48 horas.
El oficialismo que no presentó candidatos en Viedma y Cipolletti y que triunfó en Cinco Saltos y Contralmirante Cordero, mientras espera el recuento de Villa Regina –donde puede ganar por sólo siete votos- instaló de inmediato la derrota de Miguel Pichetto en Viedma, Cipolletti y Sierra Grande. Utilizó los resultados en estas ciudades para calificarlo de fracaso electoral e incluso soslayó la derrota de Roxana Fernández, presidenta del bloque de Juntos Somos Río Negro, en mano de Nelson Iribarren que era el favorito de Weretilneck para esa localidad.
También ocultó la derrota, por amplio margen, en General Roca, la ciudad de los ministro de Economía, Alejandro Palmieri , de Gobierno, Luis Di Giacomo y de Salud Luis Zgaib y de la legisladora Tanía Lastra, entre otros.
Una vez más Weretilneck todo lo hizo solo. Con epicentro en Cipolletti fue a festejar a Cinco Saltos, luego se trasladó a Cordero y cuando le avisaron del batacazo de Regina salió disparado para la “Perla del Valle” a enfrentar feliz a los micrófonos. Esa fue una verdadera sorpresa, la derrota del Intendente Luis Albrieu, de la candidata a la vicegobernación Ana Piccinini, del rector de la UNRN, Juan Carlos Del Bello, de Jorge Franco y un par más de conocidos dirigentes del PJ.
En cada localidad hubo ganadores y perdedores y muchas veces el resultado final de la batalla tiene que ver con el estilo de cómo se relatan los hechos, sino basta recordar como nos enseñaron las derrotas del General Belgrano en Vilcapugio y Ayohuma, que parecieron triunfos.
Hubo votos para las estructuras partidarias y también para las personas, Valgan tres ejemplo: Aníbal Tortoriello pensaba ser candidato del MAD, luego se acercó a Weretilneck y terminó en el ARI y el votante lo siguió, porque Cipolletti ya había decidido el voto; lo mismo sucedió con Nelson Iribarren, radical tentado por el gobernador y también por el PRO, buscó refugio en un sello intrascendente como el PUL y ganó nuevamente en su ciudad y su partido la UCR obtuvo 42 votos, el 08%. El último ejemplo es Cinco Saltos, donde Germán Epul ganó como candidato del oficialismo, cuando es un hombre del kirchnerismo y afín a Nuevo Encuentro, pero distanciado del justicialismo, y que terminó representando a JSRN. Todos votos a las personas.
Y así se podrían dar numerosos ejemplos de realidades locales y personales que definen elecciones. En Viedma Juan Manuel Pichetto , como FpV, le ganó a José Luis Foulkes, de la UCR, pero los votos del Frente Progresista hicieron ganar al candidato radical, de manera tal que el CCARI se adjudica más de 5.000 votos en la capital rionegrina, cuando en ese número hay sufragios escondidos del peronismo albertista.
Depende del prisma con que se mira. El peronismo sintió el impacto, tardó en reaccionar pero ya se sacudió el polvo. Miguel Pichetto no quiere sorpresas y pide no hacer lecturas equivocadas, porque son muchos los que recuerdan la experiencia vivida en aquella elección de la fórmula Víctor Sodero Nievas-Oscar Albrieu, cuando el asalto a la reserva nacional del tesoro del entonces Banco Provincia, en General Roca, determinó el clima previo de triunfalismo a favor de Horacio Massaccesi.
El Frente para la Victoria programó una nueva estrategia de campaña basada en los más de 90.000 votos obtenidos en la provincia el domingo pasado, y pretende reforzar Bariloche y San Antonio Oeste, según hicieron trascender fuente peronistas, y a la vez cuidar el altísimo porcentaje de votos obtenidos por Martín Soria en General Roca.
El oficialismo gobernante continúa con la presión psicológica sobre sus adversarios. Dice que la elección se polariza y menoscaba al Frente Progresista y a los demás contrincantes y fundamentalmente montó una campaña para afectar al FpV basada en dos aspectos: 1) que Martín Soria no va a trabajar para Pichetto, e incluso hacen trascender que viajará para junio y 2) que la mayoría de los intendentes ganadores, donde se menciona principalmente a Tortoriello e Iribarren –incluso a Foulkes- votarán a Weretilneck y sobre todos los jefes comunales radicales.
De ser así el primero que tendrá problemas será la fórmula Massaccesi-Hermida, porque de esta manera el ex gobernador radical no se podrá comparar con Matías Almeyda, que se fue a la B con River y luego lo llevó nuevamente al futbol grande nacional. Estos comentarios del oficialismo no son para nada alocados porque se recuerda que media docena de legisladores de la UCR fueron funcionales al gobernador en forma permanente en la Legislatura, incluso dos de ellos son candidatos a la legislatura por JSRN.
Todo es posible y muchos de los jefes comunales radicales no ocultan su apoyo al gobernador y basta con tener en cuenta los acercamientos de Weretilneck con Yahuar, Hermosilla y Direne, entre otros.
Cristina Fernández estará en Roca y se espera un espaldarazo al candidato del Frente para la Victoria y un alineamiento de la dirigencia peronista rionegrina para trabajar en pos del triunfo de junio.
En el Alto Valle es un desafío, ya que la situación de la fruticultura sensibilizó la piel de los productores y además el gobierno de Río Negro, ganó la batalla mediática que instaló un discurso haciendo responsable al gobierno nacional de la crisis de la fruta, un tema que también tuvo su influencia electoral en localidades valletanas.
De esta manera Weretilneck, que sigue pateando los córner y corre a cabecear en el área, instala que “todos lo votan”, hace mimos a Bariloche, ciudad adonde ha viajado hasta dos veces en el día, recorre la provincia bajo el lema “obras son amores” y lo que no inaugura, anuncia la licitación o sino hace un comunicado para informar el porcentaje de avance de obra, promete otras y reparte aportes del fondo petrolero, que nunca se acaban. Tiene bolsillos grandes.
Quedan 34 días y en el peronismo apuran el ritmo de campaña. Empujan dirigentes jóvenes y con poder territorial como Martín Soria, María Martini y Javier Iud que pueden aportar una cuota parte importante en el momento del recuento de votos, a la vez que despejan dudas de que “nadie quiere perder”.
En el radicalismo la fórmula Massaccesi-Hermida logró aportes económicos para imprimir cartelería, se hicieron spot publicitarios en la capital federal y tiene un trabajo duro por delante. Reparar los alambrados para que nadie se escape, tentados por el oficialismo, darle intensidad a la campaña, que hasta ahora estuvo ausente y devolver algún atisbo de esperanza a sus afiliados y seguidores.
En el PRO hay incertidumbre y es probable que finalmente Mario De Rege baje su candidatura a la gobernación. Desde la capital federal, preocupados por el resultado electoral de Neuquén, no quieren que los diarios hablen de otra derrota en el interior del país, luego de buenos resultados en Santa Fe y Mendoza.
A esto se suma que no habrá aportes económicos ni ayuda en soporte propagandístico de campaña ni visita de dirigentes nacionales. De Rege reconoce que esta situación lo coloca en una situación difícil y podría haber una solución intermedia que sería competir por las candidaturas a la legislatura de Río Negro.
Por el lado del Frente Progresista se trabaja para romper con la polarización y por el contrario terciar si es posible con un porcentaje de alrededor del 20 por ciento.
Se reconoce que luego de las elecciones este espacio es una opción para crecer en la provincia sumando al ARI, radicales y socialistas, pero que es fundamental alcanzar un piso de votos que aliente esa esperanza. Quedar atrapado entre el Frente para la Victoria y Juntos Somos Río Negro, no sería el mejor escenario para el futuro.
Este mes será el tiempo de las estrategias electorales. Falta un discurso político y de propuestas en los candidatos, sólo hay una puja de enumeración de obra pública tanto nacional como provincial en los dos principales competidores.
Weretilneck hoy estará en el Autódromo Ciudad de Viedma, donde espera ser bien recibido y como le gusta decir “en contacto con la gente”. El otro pilar para conocer como seguir es su consultora de opinión, que lo acompaña desde más de una década, y que de acuerdo a los trascendidos del círculo íntimo del gobernador volvió a acertar en la estrategia.