Herman Avoscan: Alvarado es la única responsable de su propia derrota
Buenos Aires.- La intendenta de Cinco Saltos salió a responder una nota que realicé con el objetivo de generar un espacio de discusión política (Albertismo, Pichetismo, Kirchnerismo. Reflexiones sobre identidad, proyectos y partidos políticos).
Fiel a su estilo, Liliana Alvarado sale frontal, con el cuchillo entre los dientes; lo que tengo que lamentar es que en vez de polemizar desde las ideas realice un ataque personal que creo que desmerece más a quien lo realiza que a quien lo recibe. Nunca es bueno que discutamos desde el odio y el despecho, como lo hace la intendenta.
Alvarado parece reservarse un lugar en el podio de la coherencia política, doctrinaria e ideológica. La verdad es algo distinto. En 2011 fue ella la que vino a pedir el paraguas protector de ese “albertismo” que hoy denosta para poder participar en las elecciones generales.
Fue ese “albertismo” el cuerpo político que la respaldó y le dio el soporte partidario del que carecía, porque el Partido Justicialista de entonces le había cerrado la puerta; porque esa burocracia política que hoy defiende hace cuatro años le había cerrado la posibilidad de una interna.
De todos modos, las discusiones políticas e ideológicas, cuando se asumen como parte de una disputa por la realización de proyectos en una sociedad, siempre se van a referenciar en personas concretas, de carne y hueso.
Es inevitable. Habría que preguntarle a Alvarado con quiénes llegó a la intendencia de Cinco Saltos y con quiénes finalmente está terminando su mandato. Concejales, funcionarios, militantes, ciudadanos comunes, que apostaron por esa idea pero que se sintieron abandonados a la primera de cambio.
La intendenta no entiende que la construcción política es un arte en la que se parte de las ideas pero también se cumple con la apertura, con el debate, con la participación y la gestión. Que a veces esas construcciones nos llevan a estar de un lado u otro, pero que podemos mantener los ideales que siempre defendimos.
No le voy a pedir que se tome el trabajo de leer los proyectos que hemos presentado durante estos casi cuatro años en la Cámara de Diputados; tampoco voy a hacer hincapié en la defensa de la producción rionegrina, en la responsabilidad de presidir la Comisión Bicameral Argentino – Chilena (siempre estaré agradecido al bloque del Frente para la Victoria por esta oportunidad), o en el trabajo que desempeñamos en la Comisión de Comunicaciones. Pero a cambio, me gustaría darle un consejo: que baje un par de cambios a su enojo.
Que no me atribuya características que no poseo. Y que antes de hablar se tome un par de segundos para pensar en lo realizado. Porque hay algo que sí me gustaría recordarle: la única responsable de su derrota electoral del 3 de mayo en Cinco Saltos fue ella misma.