Cuando el mensaje llega en forma de fuego. ADN
«Si los bomberos no llegaban a tiempo, se prendía fuego todo el edificio». La frase surgió desde el seno del Poder Judicial y revela la gravedad del incidente registrado el domingo a la madrugada.
Aún es materia de investigación, pero es sabido que alguien (se trata de determinar si con ayuda) ingresó por una ventana posterior del edificio del Palacio Judicial de Río Negro y provocó un incendio.
El sitio vulnerado es el Juzgado Penal que conduce Carlos Mussi.
Según pudo conocer ADN, se encontró una cantidad importante de líquido combustible altamente inflamable, en un sector donde solo hay expedientes.
Producto de lo sucedido se abrió una causa que lo tiene a Mussi como denunciante.
¿Qué se quiso hacer? Es uno de los mayores interrogantes. ¿Quemar algún expediente?. ¿Amedrentar al juez?. ¿O es un mensaje a la Justicia toda?.
Ayer, la teoría que circulaba por los pasillos de Tribunales y los despachos del Superior Tribunal era la del «atentado». En principio pareció apresurada, pero conforme pasaban las horas y surgían datos en la investigación preliminar, se afianzaba la hipótesis.
Algunos datos: el sector del edificio por el que ingresó quien inicio el fuego no tiene cámaras de seguridad ni custodia. La ventana del Juzgado da contra el patio del bloque de legisladores de la UCR; se dirigió al espacio que se quiso afectar, es decir, que conocía bien el lugar y se utilizó un combustible altamente inflamable en un sitio repleto de papales resguardado por parades de madera.
El fuego consumió casi todo. Quedó un metro de cenizas en el piso. Lo demás, se lo llevó el agua.
Hoy habrá asueto en el Poder Judicial. El juez Mussi y su gente deberá trasladarse, atender en otro lado. Se frenan las definiciones. Hay que reconstruir expedientes y recuperar información.
¿La causa está en alguna investigación?
No se sabe. Lo que es claro es que se daño intencionalmente una institución del Estado. Y cuando ello ocurre, constituye un hecho grave.
Ahora es indispensable saber qué pasó.