RioQuen. ADN
Es incierto saber desde cuándo Alberto Weretilneck planifica un esquema político provincial. Pero sí existe la certeza de cuándo lo comenzó a implementar. El modelo -repiten en el oficialismo- es el Movimiento Popular Neuquino. Cómo juega octubre y qué viene después del 10 de diciembre, en el proyecto más ambicioso de los 60 años de vida institucional rionegrina.
En el juego de las coincidencias, hay dos aspectos centrales: recurso y partido. El petróleo y un sello provincial son los rasgos identitarios del MPN y Juntos Somos Río Negro. Ninguna economía regional (fruticultura, turismo, ganadería) puede solventar como el oro negro un esquema financiero provincial sin auxilio de Nación. Primera regla de la emancipación. Tampoco es conveniente estar atado a la verticalidad política central. Un distrito pequeño alineado corre el riesgo de diluirse. La teoría de la cabeza de ratón.
Sobre esa base y un contundente triunfo electoral, se cimenta un proyecto que está diseñado para hegemonizar el escenario político por décadas.
Una vez solucionado el sustento económico, el Gobierno trabaja sobre lo partidario. Con el radicalismo reducido a la mínima expresión, ahora se busca licuar al peronismo. El PJ está inmerso en la ancha avenida del kirchnerismo. Habrá un proceso de decantación. Weretilneck es conocedor de las internas. Las PASO evidenciaron la puja entre soristas, pichetistas y kirchneristas. El acuerdo de «gobernabilidad» con Daniel Scioli deja sin poder de maniobra a los seguidores del Senador. Las loas a Martín Doñate levantan la cotización de La Cámpora. Una derrota de María Eugenia Martini en Bariloche (evlúan en el oficialismo) debilita al intendente de Roca, nuevo mandamás partidario.
El 25 de octubre, Weretilneck quizás pueda cumplir varios objetivos: ganar la mayoría de los 13 municipios en juego, ratificar su poder territorial, y reducir a los partidos tradicionales a un punto impensado en 2011, reforzar la alianza estratégica con el próximo presidente y sumar más legisladores al multitudinario bloque que tendrá a partir de diciembre.
¿Por qué oxigenar al kirchnerismo?. Porque a pesar de ser un espacio con vocación de poder y capacidad de reproducción política en Argentina, no será en Río Negro en 2019 un adversario fuerte. Pero sí será el más importante.
Acomodado el oficialismo, debilitados la UCR y el PJ, elegida la oposición… ¿cuánto tarda en debatirse un reforma constitucional?.
El Gobierno tiene en el recambio del Parlamento la llave para darle forma a la Provincia que viene: nuevas reglas político-electorales, innovaciones al Poder Judicial, reformas administrativas, reingeniería fiscal, ordenamiento económico, conformación de los organismos de control, ajustes territoriales (ejidos, límites, nuevos municipios), explotación de los recursos y modernización del Estado, entre otras cosas.
De todas las reformas, una desvela al oficialismo y hay posturas diferentes: la de la Justicia. Es el Poder con menos permeabilidad a los cambios. Después del atentado está en una situación crítica. A más de 15 días no hay pista alguna del incendio en el interior de la sede del Poder Judicial. Hay rencillas entre la Procuración y el Superior Tribunal. En el medio, la sociedad que espera respuestas sobre casos doloros.
En la provincia que imagina Weretilneck no hay un banco propio. Tampoco un puerto estatal. Se piensa en entes mixtos. Más exigencias, pero no el manejo. Será distinto, pero sin la impronta revolucionaria que circuló durante la campaña.
Lo que sí habrá es planificación. Otra coincidencia con Neuquén. No se fundará un COPADE pero sí un instituto capaz de generar proyectos por áreas, con equipos específicos contratados para tal fin. El objetivo es evitar un super organismo que con el tiempo se vuelva burocrático y genere capas geológicas de gente. Tendrá un director que se lo designará por concurso. «Sin planificación, no hay Estado» repite el vicegobernador, principal impulsor del proyecto. Pesatti reniega de los detractores: «las empresas planifican, los grupos económicos planifican. Por qué el Estado no. Quienes creen en eso quieren un Estado ausente, que no regule las relaciones, porque sin un Estado presente, pueden hacer lo que quieran».
Pesatti recuerda el discurso en la Bolsa de Comercio del ex ministro de Economía de la dictadura cívico-militar, José Alfredo Martínez de Hoz (similiar al de Domingo Cavallo durante el gobierno de Carlos Menem), donde anunciaba el fin de la intervención del Estado en la economía para dar paso al libre mercado.
Diversidad económica con eje en el petróleo, un partido político provincial fuerte, planificación y modernización del Estado. Así es la Río Negro que viene.
Asistiremos todos al nacimiento de RioQuen.