La Fundación Bien-Estar brinda alternativas educativas especializadas a 200 rionegrinos
Viedma (ADN).- La Fundación Bien-estar es una institución privada de Viedma, sin fines de lucro, con una propuesta de trabajo de dispositivo Centro Educativo Terapéutico (C.E.T “Escribiendo mi futuro”), se dedica al tratamiento, educación, habilitación y rehabilitación de personas con patologías neurológicas. Actualmente asisten más de 200 pacientes rionegrinos al organismo.
La Fundación Bien-Estar comenzó en el 2006 aproximadamente, a partir de la iniciativa de Pablo Berraz y Adriana Otero, padres de un niño con necesidades educativas especiales, que se propusieron replicar en Viedma un modelo de institución como lo era la “Fundación de lucha contra las enfermedades neurológicas infantiles” (FLENI) de la ciudad de Buenos Aires.
Pablo y Adriana relataron que “iniciamos la propuesta con el acompañamiento y supervisión de Mauro Mascotena, coordinador del FLENI, evaluando si era factible en Río Negro y las consecuencias positivas que tendría un organismo de alternativas educativas especializadas”.
Luego de una primera experiencia realizada con profesionales del FLENI, donde se montó un aula con cinco alumnos, la propuesta recogió buenos resultados. A partir de este punto se generaron diferentes proyectos siguiendo ese eje de trabajo.
En un primer momento, la institución recibía pacientes niños (4 años en adelante) con trastornos generalizados del desarrollo (TGD), en el transcurso de los años que posee el organismo se ha ampliado el abanico de beneficiarios y alcanza a bebés y niños en la primer infancia, hasta personas adultas, con necesidades educativas especiales o que por alguna razón han desertado de la educación inicial, primaria o secundaria.
Adriana explicó que “los proyectos de ampliación fueron cambiando mientras se sumaban personas de distintas edades y con diversas necesidades. Este dispositivo de C.E.T es de jornada simple y doble y actualmente trabaja en proyectos de: equipo de apoyo a la inclusión, servicio de estimulación temprana, servicio de evaluación terapéutica, servicio de rehabilitación y servicio de formación laboral”.
Adriana Otero puntualizó que “a cada paciente que ingresa se le realiza una primera evaluación exhaustiva y a partir de ese momento tratamos de hacer un ‘trajesito a medida”. A su vez Pablo Berraz indicó que “nosotros entendemos que la rehabilitación tradicional de la terapia de media hora en un consultorio, que es necesaria y de hecho la hacemos, no es suficiente. Es una cosa de casi tiempo completo y de ofrecer cuestiones alternativas y distintas”.
La institución, que cuenta con un amplio equipo de profesionales a cargo de diferentes áreas, posee tres centros de trabajo ubicados en Garrone 153 y 181 y el Alvear 664. Adriana Otero señaló que “cada uno de los espacios está formado y equipado para la población que atiende, por ejemplo en los consultorios externos hay médicos a cargo de Neurología, Psiquiatría Infanto Juvenil, Psicología, Terapia Ocupacional, Kinesiología, Estimulación Cognitiva, Gimnasia Terapéutica y talleres Terapéuticos, entre otros”.
Asisten al C.E.T. personas de distintos lugares de la provincia, de la línea sur, Valle Medio y la zona atlántica ya que en su localidad no cuentan con los profesionales necesarios, donde “se establece un período para que vengan y se evalúen, se arma un plan terapéutico, luego se realiza una devolución de lo trabajado y vienen cada 6 meses a revaluarse”, explicó Otero.
El año pasado se realizó una evaluación de calidad de los tratamientos y los estándares alcanzaron un 92% de éxito. A partir de la premisa de que la calidad terapéutica se debe mejorar permanentemente y la tecnología debe ser de punta, Adriana manifestó que “los profesionales deben capacitarse permanentemente para especializarse en su profesión y así utilizar lo último en materia terapéutica de los beneficiarios”.
La institución es reconocida y habilitada por el Ministerio de Salud de la Provincia y funciona con atención de obras sociales. Pablo explicó que “trabajamos con todas las obras del país, la institución es la que cobra los honorarios y posteriormente paga a los profesionales, docentes, maestranza. Además -agregó- tenemos un sistema de becas, porque son muy caros los tratamientos, pero tenemos una cantidad determinada de becados”.
Durante el año la Fundación Bien-Estar realiza diferentes actividades. En octubre, por ejemplo, se lleva a cabo la Muestra Anual de Arte, donde exponen los trabajos de los talleres realizados en el año.
Adriana Otero recordó que “tuvo una muy amplia repercusión el año pasado, vinieron alrededor de 1500 personas, cosa que nos sorprendió gratamente. Este año prevemos hacerla en otro lugar porque en este edificio no cabe tanta gente”. Además, a partir del año pasado la organización participa de la Maratón Stilo que se realiza en la costanera viedmense y “el objetivo es armar junto a ellos un espacio para las personas con discapacidades”.
A su vez Pablo Berraz refiere a que “cada paciente nuevo que ingresa es otra realidad y una necesidad nueva. No se puede tener un enlatado, cada chico es un equipo de gente pensando qué es lo que requiere. Tratamos de escuchar mucho a la familia porque es quien más conoce al chico, además es muy importante que la familia no baje los brazos, el fracaso es muy poderoso en este tipo de situaciones, pero así también lo es el éxito, uno ve el éxito día a día en su propio hijo”.