Piden condenas por torturar a pareja de ancianos
Cipolletti.- La Fiscalía de Cámara solicitó hoy para Sergio Lirian y Horacio Arias la pena de 12 y 10 años de prisión, respectivamente, por considerar que durante el juicio quedó debidamente probado que ambos imputados cometieron, en calidad de coautores, el delito de robo calificado por el uso de arma impropia.
Ambos llegaron a juicio acusados de un robo perpetrado en la zona rural de Fernández Oro, el 14 de octubre del 2011, del que resultó víctima una pareja de ancianos y los familiares que los visitaban.
El fiscal inició su alegato sosteniendo que el hecho fue premeditado, en un lugar despoblado y que para lograr el fin buscado Lirian y Arias provocaron en las víctimas un sufrimiento corporal y psicológico desmedido al punto “que hasta el día de hoy lo sufren, viven encerrados por temor”. “Fueron torturados”, sintetizó.
La Fiscalía consideró que la linterna usada como “picana eléctrica” –tenía añadida una función que al contacto descargaba un shock eléctrico- debe ser considerada como un arma dado que “aturde, paraliza e infunde dolor”.
Además, valoró que según el Gabinete de Criminalística “inmoviliza los músculos y hace descender el azúcar y una de las víctimas es diabética”.
“Torturaron a los ancianos más allá de lo aceptado por el concepto de violencia. Por el poder ofensivo, debe ser considerada como un arma” alegó Herrera. Agregó que tanto Lirian como Arias deben ser considerados como “coautores” dado que ambos fueron “ejecutores de la misma acción”.
Por su parte, los defensores Sebastián Nolivo por Sergio Lirian, y Gerardo Tejeda por Horacio Arias abogaron la absolución de sus asistidos.
El Tribunal de la Cámara Primera del Crimen integrado para este debate por los jueces subrogantes Santiago Márquez Gauna en calidad de presidente, Sonia Martín y Marcelo Gutiérrez fijaron la lectura de sentencia para el 6 de octubre a las 13.30.
Los imputados fueron traídos a juicio acusados de un delito desencadenado el 14 de octubre de 2011 alrededor de las 18.30 horas en que haciéndose pasar por testigos de Jehová se presentaron en una chacra donde habrían sido atendidos por un hombre de 77 años. Al verlo desprevenido, lo habrían sujetado desde atrás y por el cuello mientras le habrían dado choques de electricidad con una picana eléctrica logrando ingresar al domicilio.
En tales circunstancias y usando la picana como un arma, habrían desapoderado a los moradores del domicilio de varios elementos, para luego huir del lugar.