Las convicciones como guía
(Por Matías Chironi) En el Proyecto Nacional y Popular, cuya columna vertebral sin dudas es el Peronismo, confluyen tradiciones políticas diferentes y por eso no es extraño que, tarde o temprano, el Gobernador de Río Negro se haya dado cuenta que, más allá de las coyunturas electorales que lo llevaron a ir por fuera del Frente para la Victoria, Massa no era lo que Argentina necesitaba.
Siendo honestos esa reconversión en la práctica política no nos impide continuar siendo críticos en aspectos que consideramos medulares en el gobierno provincial. Es decir, la necesidad de supervivencia de Weretilneck y su potencial aporte a la fórmula presidencial Scioli-Zannini no nos nublan la vista y seguimos percibiendo, como hace tiempo, que no hay Políticas Públicas para los problemas sociales y económicos de nuestra provincia.
En ese contexto de vaivenes, no hay respuestas provinciales para la ganadería en la Región Sur, para la fruticultura en el Alto Valle, para la agricultura en general, para los impactos socio-ambientales de la actividad hidrocarburífera. Tampoco se percibe planificación para el desarrollo y la diversificación de la matriz productiva, ni políticas sociales para la inclusión, ni para la reconstrucción del sistema educativo y de salud. Nada.
A esa ausencia, debemos agregar una tendencia preocupante a poblar los cuadros intermedios de gobierno con representantes de las corporaciones económicas que quieren una provincia para los sectores de privilegio. Por eso no resulta extraño escuchar a muchos funcionarios (algunos de alto rango) denostar y discriminar a nuestros paisanos o a los sectores populares, no atenderlos, trabajar 4 horas al día. En síntesis, más que mediocridad, existe una política deliberada cuyo objetivo es favorecer a determinados sectores.
Nos molesta el pragmatismo vacío de convicciones, porque nuestro espacio político nació al calor de esta nueva identidad política que es el Kirchnerismo, de su carácter disruptivo con el neoliberalismo, el sálvese quien pueda y el individualismo. Un movimiento político y social que levantó con fuerzas las banderas históricas del Peronismo y que enfrentó con fortaleza los embates de los que nos quieren llevar nuevamente al abismo del endeudamiento y la dependencia, al oprobio de un país para pocos (donde la pobreza y la desocupación disciplinan a los sectores populares).
Por eso al Kirchnerismo no le da lo mismo Macri, o Massa, o Scioli, sino qué proyecto de país proponen. Estamos convencidos de que el camino es defender lo construido para construir lo que falta y ese objetivo, sin lugar a dudas, sólo lo plantea Daniel Scioli y el Frente para la Victoria.