Segunda jornada del juicio por crimen de Montecino
Catriel.- En la segunda jornada de juicio por el crimen de Nehemías Montecino, ocurrido en Catriel el 30 de agosto del año pasado, declararon tres testigos y se acordó retomar el debate el 6 de noviembre en Cipolletti.
Además, se corrió vista al fiscal de turno para que analice si a partir de las imprecisiones en el relato de una testigo surgen elementos para investigar un posible delito de falso testimonio.
El primero en declarar fue Julián Martín, jefe del Gabinete del Gabinete de Criminalística, quien explicó las pericias realizadas al arma empleada secuestrada que habría sido utilizada para dar muerte a Montecino. Dijo que por como quedó la zona de impacto, la distancia del disparo habría sido inferior a los cinco metros, estimativamente “entre un metro y medio y tres metros”.
Luego, declaró un conocido de la víctima que reconoció que a la víctima “le gustaba pelear” y recordó que esa noche lo vieron salir del boliche con la remera ensangrentada. Dijo que le preguntaron qué había pasado pero que no quiso decir nada.
Agregó que luego se fueron con Nehemías y otros amigos a su casa a tomar. Explicó que cuando oyó el disparo alcanzó a ver un auto rojo pasar rápido y luego vio a Montecino tirado en el piso y le pidió a su pareja que llame a la policía. También recordó que un policía le dijo que había sido el “Yapa”.
Finalmente, declaró una vecina del barrio que rememoró que esa noche dormía cuando escuchó que golpeaban las manos fuera de su casa y esa misma persona le dijo que buscaban a matarlo. Dijo que vio un auto rojo estacionado y que el hombre se subió al vehículo y vio pasar ese vehículo dos veces delante de la casa. Fue cuando, según relató, llamó a la policía para avisar del incidente. Recordó que cuando estaba en la comisaría se enteró que había una persona herida y cuando regresó a su casa uno de sus hijos le contó que se trataba de Nehemías.
Ayer declararon cuatro policías de Catriel que intervinieron en distintos momentos esa madrugada: en la gresca dentro del boliche y luego ya acaecida la muerte de Montecino.
El Tribunal está integrado por los magistrados Pablo Repetto, en su calidad de presidente, Guillermo Baquero Lazcano y César Gutiérrez Elcarás.
La abogada María Denise Mari patrocina a José Luis Montecino y Gladis Ramírez, padres de la víctima.
Los defensores particulares Gerardo Tejeda y Juan Carlos Cianca asisten a Díaz y Ríos respectivamente.
El delito del que son acusados se habría desencadenado alrededor de las 7 de la mañana en la ciudad de Catriel cuando Alfredo Díaz le habría pedido a Alejandro Ríos que lo lleve en su automóvil hasta el domicilio de Nehemías Montecino. Con este accionar Ríos habría brindado colaboración necesaria para el acometimiento del crimen. En esas circunstancias Díaz habría extraído sorpresivamente un arma de fuego tipo escopeta -que portaba sin la debida autorización legal- y efectuó un disparo que impactó en la región del globo ocular izquierdo de la víctima ocasionándole heridas hemorrágicas y destructivas que provocaron su muerte.