Símbolos presidenciales
El cargo de presidente de la República de la Nación Argentina se exterioriza por tres elementos. La Marcha de San Lorenzo, la banda y el bastón presidencial.
El primero de ellos es la Marcha de Ituzaingó, de obligatoria ejecución para señalar, en los actos oficiales, la llegada del Primer Magistrado. Fue reemplazada para los mismos fines por la Marcha de San Lorenzo, según decreto del 26/1/1946. Posteriormente la Marcha de Ituzaingó volvió a ser restablecida en su función mediante decreto del 28/8/1959.
Son también atributos exteriores del cargo de presidente de la Nación Argentina, una banda y un bastón. Las características que obligatoriamente ambos deben poseer fueron determinados por un decreto del 24 de Abril de 1944.
Banda Presidencial
La banda presidencial es de gro de seda y los colores están distribuidos en tres fajas horizontales de igual tamaño. Dos de ellas celestes y una blanca en el medio. Se reproduce, bordado en el centro de la faja blanca, el sol figurado de la moneda de oro de ocho escudos y de la de plata de ocho reales que se encuentra grabado en la primera moneda argentina por ley de la Soberana Asamblea General Constituyente del 13 de Abril de 1813, con los treinta y dos rayos flamígeros y rectos colocados alternativamente en la misma posición que se observa en esas monedas, y en la parte que cruza desde el hombro hasta el costado, de modo que cae sobre el pecho y se hace bien visible.
El color del sol es amarillo de oro y las medidas de la banda presidencial son: 76 centímetros aproximadamente de largo, dobles, por 10 centímetros de ancho, terminada en borla de oro de 12 centímetros de largo con flecos de 19 centímetros, sin ningún otro emblema. El sol por su parte, tiene 4 centímetros de diámetro, con rayos flamígeros y rectos de dos y medio centímetros de largo, bordado en oro.
Bastón de mando
El bastón de mando presidencial es de caña malaca barnizada, tiene 94 centímetros de largo, incluyendo empuñadura y regatón. La empuñadura es de oro 18 kilates, tiene 8 centímetros de largo, es cincelada y tiene un escudo argentino esmaltado proporcionado a la medida de la empuñadura. El regatón es de oro macizo, tiene 8 centímetros de largo y termina en una punta de acero de 3 centímetros. El bastón de mando tiene además borlas doradas, con cordón.
El sillón de Rivadavia
He aquí una frase de valor sobreentendido: sentarse en el «sillón de Rivadavia» es aludir al ciudadano o ciudadanos que han llegado a la presidencia de la República. Pero la verdad es que la frase carece de la concreta realidad que ella expresa: No existe un sillón que habiendo pertenecido a Rivadavia continúe ostentando la categoría de mueble que en la Casa de Gobierno sigan usando los jefes de Estado de la Argentina.
Existen sí algunos sillones que Rivadavia usó cuando era gobernante. Uno de ellos al asistir, siendo ministro de la Provincia, a la ceremonia inaugural de la Universidad de Buenos Aires y volvió a ocuparlo en ocasiones sucesivas en que repitió sus visitas a la naciente Institución. Después quedaría en la Universidad como sillón de los Rectores de la Universidad, hasta que envejecido, tomaría el camino del Museo Histórico.
Otro sillón de elevado respaldo, coronado por un sol radiante dorado a fuego, con su asiento y brazos de apoyo forrados en celeste terciopelo, según la tradición habría sido obsequiado por Rivadavia al Cabildo Eclesiástico, al abandonar el gobierno. Y después de haberlo usado Rivadavia en alguna ceremonia religiosa de fuste, sigue en la catedral de Buenos Aires y desde los tiempos de Mitre lo han ocupado durante las ceremonias religiosas todos los presidentes argentinos.
La residencia Presidencial
Desde la presidencia de Sarmiento, la sede del Presidente de la Nación es la Casa de Gobierno, situada frente a la Plaza de Mayo y denominada comúnmente «Casa Rosada», lo cual alude al color que tradicionalmente ostenta.
Edificada en el mismo lugar que ocupara el «El Fuerte de San Juan de Austria», residencia de las autoridades coloniales y del presidente Rivadavia, la Casa Rosada ha resultado tal de la unión de dos edificios primitivamente destinados uno a las dependencias de Correos y Telégrafos y el otro para oficinas del gobierno y terminadas en los años 1873 y 1884, respectivamente.
Excepcionalmente, durante la presidencia de Roque Saenz Peña (1910-1914), la Casa Rosada fue también lugar de alojamiento particular del gobernante.
A raíz de los trabajos de excavación que realizaba Obras Sanitarias de la Nación, se hallaron en marzo de 1942 túneles subterráneos. Ampliadas las excavaciones y luego de los informes técnicos pertinentes, se decidió declarar de valor histórico las bóvedas y galerías resultado del hallazgo, por ser las mismas vestigios del antiguo Fuerte de Buenos Aires.
Por decreto del 21 de Mayo de 1942, la Casa de Gobierno ha sido declarada Monumento Histórico Nacional.
Corresponde señalar que desde hace años, una construcción situada en Olivos, Provincia de Buenos Aires, residencia particular de los presidentes, comparte con la Casa Rosada el carácter de sede y escenario de las actividades del primer mandatario.
Pertenecía en el siglo pasado a la familia Azcuénaga y allí, rodeada de un extenso parque edificó una casa el pintor, que era también ingeniero, Prilidiano Pueyrredón. Posteriormente propiedad del señor Juan Esteban Anchorena, éste la obsequió, en 1898, para que sirviera de alojamiento veraniego de los presidentes de la República.(Historia de los Presidentes Argentinos-Gustavo Gabriel Levene).