Tripulantes perdidos: política y problemas con Justicia
Bariloche.- Los tripulantes del Maratonga, desaparecidos cerca del Triángulo de Las Bermudas son de Bariloche. Raúl Echevarría fue candidato a intendente. Es escribano y fines de los 90 fue condenado por estafas reiteradas a la administración pública. Raúl Enríquez, en tanto, es ingeniero naval y también se postuló para la intendencia.
Los tres tripulantes del velero Maratonga perdidos hace cien días en el océano son conocidos vecinos de Bariloche. Los dos mayores, Raúl Echevarría y Raúl Enríquez, han mantenido en la ciudad una intensa actividad política. Por su lado, Pablo Enríquez es un joven ingeniero naval que después de terminar sus estudios en la Universidad Tecnológica Nacional regresó a la cordillera para continuar trabajando en el Astillero Bariloche, de su padre.
En Bariloche hay una extensa tradición vinculada a la navegación en veleros pequeños y medianos sobre las frías aguas del lago Nahuel Huapi.
Echevarría fue presidente del bloque de concejales del PJ entre 1983 y 1985. También fue candidato a intendente. Es escribano. Carga con una historia judicial oscura sobre sus hombros. A fines de los 90 se lo condenó a diez años de inhabilitación profesional y a tres años de prisión en suspenso.
Echevarría cobró a contribuyentes el Impuesto a los Sellos por un monto de 750.000 dólares. Pero estos aportes no fueron depositados en la administración pública como correspondía. Fue condenado en el 2000 por «estafas reiteradas a la administración pública». En el 2003 se constituyó un nuevo Tribunal para revisar su caso.
En el 2009 ratificaron su condena, pero Echevarría ya estaba radicado en España desde el 2004. Fue detenido mientras manejaba en Marbella. Al final, después de un sonado debate acerca de su extradición, terminó liberado porque la causa había prescripto.
Raúl Enríquez es ingeniero naval. En 2003 fue candidato a intendente por el ARI. Antes había presidido la Junta Vecina del barrio Lomas de Monteverde. Además integró los concejos de la ciudad de Salud y Seguridad. Como su hijo, estudió en la UTN. En Bariloche trabajó como docente y se ocupa de construir embarcaciones en su astillero. Durante su campaña a la intendencia apoyó un férreo control de las cuentas públicas municipales.
La tripulación se completaba con Pablo, hijo de Raúl Enriquez, y con otro hombre por ahora identificado solo como Marcelo, quien a último momento decidió no emprender el cruce del Atlántico en el velero y volvió a la Argentina.
En la cuenta de Facebook de Pablo Enríquez puede leerse un posteo que incluye un video dentro del velero, del 30 de abril.
Texto Clarín