Crece el malestar en la UCR por el portazo de Sanz
Buenos Aires.- En el radicalismo reprochan al senador y sugieren que su salida de la política se debe a «una jugada individual» que «complica» la relación institucional con el macrismo.
El malestar con Ernesto Sanz crece dentro del radicalismo, luego de que el todavía presidente del partido centenario anunciara su «retiro» de la actividad política. De todos modos, cada vez es más fuerte la información de que su verdadera expectativa es postularse para ocupar una de las dos bancas que hay que cubrir en la Corte Suprema y que su alejamiento tiene por objetivo «lavar su imagen», saliendo de la cuestión diaria, para poder presentarse de la mano del presidente electo Mauricio Macri. El enojo de los boinas blancas con el senador mendocino se basa en que lo acusan, por lo bajo, de haber hecho «una jugada individual», algo que ya le habían criticado cuando durante la campaña electoral el propio Macri le ofreció públicamente el Ministerio de Justicia, reveló Tiempo Argentino.
Ayer, el senador electo Julio Cobos reconoció que la renuncia de Sanz «complica» las negociaciones entre la UCR y el PRO para la conformación del próximo gobierno.
«No se rompe para nada -aclaró Cobos, al ser consultado por el impacto que podía tener en la alianza Cambiemos el paso el costado del líder partidario-. Esto es un acuerdo que nos llevó a una discusión partidaria bastante grande y tiene respaldo institucional.» «Va más allá de un hombre y de la relación de afecto que habían construido Sanz y Macri durante este tiempo», afirmó el ex vicepresidente.
Luego admitió que con la salida del senador se pierde la «relación institucional» que tenía la UCR con el resto de Cambiemos, ya que Sanz era el nexo principal, y afirmó que «habrá que encontrar un interlocutor institucional». «En verdad no hay nadie con nombre y apellido que hoy se esté sentando», reconoció.
Fuera de micrófono, son varios los referentes radicales que le recriminan a Sanz, que fue el principal impulsor del acuerdo con el macrismo, el haber pensado «sólo en él», algo que también le habían cuestionado durante la campaña electoral. De todos modos, Tiempo pudo confirmar que hay una «mesa chica» de negociaciones entre las dos fuerzas políticas de Cambiemos y que allí todavía está presente el líder de la UCR. Con él se sientan también los diputados José Cano, Mario Negri, el gobernador electo por Jujuy, Gerardo Morales, y el senador chaqueño Ángel Rosas. Del lado macrista se encuentran el principal operador político de Macri, el ministro de Gobierno porteño Emilio Monzó, y el futuro jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña.
Entre los rumores que han circulado con fuerza en las últimas horas estuvo el de que Cano sería el potencial ministro de Salud. Desde el entorno del tucumano le dijeron a este diario que todavía «no hay nada definido» y que «José no quiere que lo manoseen, tirando supuestas propuestas que todavía no se concretaron».
Quien también se refirió al alejamiento de Sanz fue el actual jefe del bloque de diputados nacionales del macrismo, Federico Pinedo, que sostuvo que el paso al costado del radical fue «un golpe» para Cambiemos. «Fue una lástima, pero fue una decisión personal sobre la base de un tema privado y los temas humanos hay que respetarlos, la vida personal de cada uno es importante», planteó el diputado. «Su tarea era muy importante -remarcó Pinedo-. El remplazo de Ernesto no será fácil.» «Era el indicado para convencer a los argentinos de que vamos a trabajar para construir una justicia de la ley y no del poder para que se sientan tranquilos», agregó.