“Los educadores deben hablar un lenguaje más cercano a los estudiantes”
El prestigioso pedagogo canadiense Peter Mc Laren, referente en el campo de la docencia y la investigación y uno de los creadores de la corriente de Pedagogía Crítica, afirmó que el lenguaje de los educadores hacia los estudiantes «debe tener en cuenta su vida, sus sueños, sus pesadillas, su cultura para concretar la igualdad y la justicia social en educación».
«Ser crítico no es un fin en si mismo, hay que hacer más que la mera crítica», dijo a Mc Laren en referencia a las cuestionamientos sobre la falta de recursos para educación y añadió: » Todo debe estar impulsado por la ética e involucrando los principios de la Teología de la Liberación que incorpora a los que sufren y a los pobres».
Internacionalmente reconocido como uno de los fundadores de la pedagogía crítica y valorado por sus análisis políticos en contra del capitalismo (específicamente del neoliberalismo) e influenciado por una filosofía marxista humanista, Mc Laren dio una conferencia en la Universidad de Buenos Aires.
Respecto del lenguaje a utilizar con los estudiantes, contó que cuando fue a dar una charla a la Escuela La Independencia en Colombia, en plena guerra entre ese gobierno y las FARC, lo hizo «con unas palabras muy militantes con el objetivo de generar una conciencia crítica que puedan generar nuevos pensamientos y nuevas sociedades».
«Pero al terminar la charla los docentes de esa escuela con chicos con muchas necesidades que abandonaban los estudios para ir a enrolarse en el Ejército o en las Farc, me dijeron que ellos no podían hablarle a los alumnos de esa forma», sostuvo.
Precisó además que «esos maestros me aseguraron que tomaban los conceptos de Paulo Freire pero que utilizaban un lenguaje mas efectivo que se acercaba a las emociones de los estudiantes» y que a partir de ese cambio «los objetivos de los chicos no eran ir al Ejército o a las Farc sino seguir en la Universidad».
La pedagogía crítica es una propuesta de enseñanza que permite que los estudiantes cuestionen y desafíen la dominación, así como las creencias y las prácticas que la generan, revaluando las figuras del poder.
Además se busca que el estudiante sea crítico en la sociedad, cuestionando la idea liberal de que la emancipación social viene de la mano del progreso social y económico.
Mc Laren relató que en el 2005 fue convocado por el ex presidente de Venezuela Hugo Chavez para difundir este tipo de enseñanza «pero me aclaró que no enseñe la pedagogía crítica de Estados Unidos o Canadá sino la de Venezuela».
«Cuando escuche esto me acorde que Paulo Freire también me había dicho lo mismo, que no podía trasplantar sus ideas exactamente igual a otros países porque él era brasilero y había formulado sus teorías con su propia cultura, entonces me dedique a difundir su enseñanza escuchando las experiencias de vida de los estudiantes», destacó el pedagogo.
Indicó además que Estados Unidos «es un país en donde la educación es carísima y existe una enorme brecha entre los que pueden acceder a ella y los que no, por eso surgieron las denominadas escuelas «Charter» a la que van los hijos de los inmigrantes, como los puertorriqueños o los hijos de indígenas, en donde se respeta la cultura y el sentir de cada pueblo».
En esta sentido relató que en una de esas escuelas llamadas «Semillas del pueblo» le tocó asistir a una ceremonia de graduación en la que una joven puertorriqueña hizo una descripción muy cruda del sometimiento a la que vivía su comunidad, contrariamente a lo que ocurre en las graduaciones de otras escuelas de Estados Unidos, en donde se habla de la prosperidad, la familia y el dinero.
«Al terminar de hablar le ofrecí a esta joven pagarle sus estudios universitarios y la respuesta que obtuve fue ‘no’ que prefería quedarse en su comunidad para luchar contra las atrocidades que cometía la policía estadounidense contra sus compatriotas», contó Mc Laren.
El pedagogo explicó que el concepto de educación con justicia social es lograr la igualdad de oportunidades no haciendo que la economía vaya hacia la educación, sino que el estado pueda garantizarla con planes sociales y contemplando la idiosincracia de cada alumno»
«En Estados Unidos hay docentes que apoyan crear impuestos para que esos recursos vayan a la educación y eso es querer curar una herida grave con una curita, siempre va rebalsar la sangre por algún lado», sostuvo.
Y añadió «la consigna no es reforma educativa o revolución, yo soy un marxista hegeliano que apuesta por la reforma educativa y la revolución. Hay que tener una idea, una utopía clara para poder lograr los cambios».
«Muchos países logran igualdad educativa con planes sociales, hay que tener una actitud diferente frente a la desigualdad ya que la reforma no puede estar dentro de un sistema capitalista que se basa en la explotación de los trabajadores», afirmó Mc Laren.