Nueve años de prisión por ataque a un policía
Cipolletti.- La Cámara Primera del Crimen de Cipolletti condenó hoy a nueve años de prisión a Gustavo Fabián Castillo Rodríguez, autor penalmente responsable del delito de lesiones graves agravadas por haberse provocado a la víctima Miguel Angel Lescano por su función como miembro de seguridad policial y por el uso de arma de fuego.
Uno de los hechos ocurrió en la ciudad de Cipolletti, el 25 de marzo de 2005, a las 18 aproximadamente, en circunstancias en que el imputado se movilizaba por el barrio CGT como acompañante a bordo de un vehículo Dodge 1500, color celeste conducido por Rafael Amadeo Sanso, en razón de que le habría ofrecido recuperar una moto que le habían robado, a cambio de que entregara una suma de dinero.
Transitando por el ingreso al barrio, Castillo advirtió que a una cuadra de distancia se acercaba un automóvil Corsa color blanco de la Policía, por lo que sacó debajo de su pierna un arma de fuego tipo pistola marca Hi Power calibre 9 mm serie nro 412164, arma que portaba y de la que no tenía autorización del Registro Nacional de Armas ni para tenerla ni para llevarla encima.
Apoyó a la altura del riñon de Armando Amadeo Sanso, mientras que le decía «…esos son los de la Brigada, los que me tirotearon el otro día, acelerá, acelerá porque te mato…».
El conductor fue obligado por el imputado Castillo, quién continuamente le apoyaba el arma mencionada, salió del barrio CGT, tomó la Avenida Cirrcunvalación, dobló por la calle Alem hacia la derecha, volvió a doblar en la Av. Naciones Unidas hacia el Norte con la finalidad de huir del automóvil Corsa blanco que los seguía a distancia prudencial.
“Así las cosas, y bajo la coacción de Castillo que continuamente le apuntaba con el arma de fuego, cuando iban por la calle Naciones Unidas en dirección Sur Norte pasando la intersección con la calle Juan María Paris, al llegar a un baden, Sansó aprovechó para realizar una brusca maniobra que hizo perder el equilibrio al acusado cayéndosele el arma de fuego al piso del auto.
Simultáneamente, por la mano contraria de Naciones Unidas se aproximó para interceptarlo el patrullero de la Cria 24 conducido por el cabo 1º Victor Román, secundado por el agente Lescano, quienes habían sido alertados por radio para que concurrieran en apoyo de los policías de la Brigada de Investigaciones con motivo de la presencia de Castillo en el Dodge de referencia.
En este contexto, Sanso clavó los frenos de su vehículo, abrió la puerta y aprovechó para escapar del rodado arrojándose a la calle. Ante esta situación, ya detenido el patrullero, el policía Lescano bajó del móvil dio la voz de alto a los ocupantes del Dodge celeste para proceder a identificarlos, por su parte Sanso gritó desde la calle «..soy un rehén…soy un rehén”.