Crítico documento del Partido Socialista de Cipolletti contra el gobierno municipal y las políticas nacionales
Con la firma de Pablo Mastroberti, y bajo el título “Quien calla, otorga”, el Partido Socialista de Cipolletti, fijó su posición respecto a las recientes decisiones políticas de los gobiernos nacional y local.
«Nuestro partido siempre ha sido crítico, pero no creemos en la oposición por la oposición misma. Apoyaremos aquellas medidas que generen más y mejor democracia, pero rechazaremos aquellas que signifiquen desigualdad y atenten contra los derechos humanos y el medio ambiente», señala el documento y agrega que «las recientes medidas tomadas por los gobiernos nacional y local, no nos toman por sorpresa. Son gobiernos alineados con la derecha nacional más conservadora.
Sostiene que a nivel nacional, pasamos, sin solución de continuidad, de un relato “seudo progresista” a un relato “seudo republicano”. Vivimos el típico gatopardismo «Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie». Nada dice que se frene la brecha entre ricos y pobres, la economía del delito, el neoextrativismo, la inseguridad, la agonía de las economías regionales. El poder hegemónico pasó de ser manejado por un partido a ser manejado por CEOs de un supuesto empresariado argentino. Éstos últimos seguirán abusando de los DNU pero para bastardear la Ley de Medios, coptar la Corte Suprema, volver a las “relaciones carnales” con EEUU, al endeudamiento externo, a la liberalización del tráfico de dinero, a los tratados de libre comercio, etc…y ya sabemos quienes terminan pagando los platos rotos.
Puntualiza que «a nivel local, como lo advertimos en campaña, hay un claro alineamiento con políticas de derecha. Habiendo ganado el PRO en Neuquén y en Nación se ha consolidado un eje Cipolletti-Buenos Aires-Neuquén con el apoyo político y técnico del radicalismo regional no alfonsinista».
«Dado que el actual gobierno de la ciudad accedió por la personalidad de su candidato, nunca necesitó presentar una plan de gobierno, así como sucedió a nivel nacional y en la vecina ciudad de Neuquén. Por eso este gobierno es muy proclive a copiar medidas de sus referentes políticos con más experiencia y eso ha hecho que cada funcionario haya empezado a actuar según su leal saber y entender».
El Partido Socialista cipoleño cuestiona «que no le hayan renovado el contrato de varios trabajadores precarizados acusándolos de conductas reprochables sin un debido proceso; que se arancele el uso de las piletas públicas; que se proponga a la empresa que opera en Neuquén para que se haga cargo del cobro del nuevo estacionamiento medido, que se denomine ´comuna´ a la ciudad de Cipolletti, que se le asigne un lugar protagónico a la fe profesada por el intendente y la presidenta del Concejo Deliberante en los actos de gobierno que deben ser laicos atento a la convivencia entre las distintas creencias de los ciudadanos ´mandantes´, dejar a los vecinos de la margen sur de Cipolletti sin el servicio de la balsa porque cuesta mucho repararla y porque en algún momento se habilitaría el puente, que autoritaria y arbitrariamente se objete la estética de un trabajador, siempre y cuando ésto no signifique una persecución gremial».
«Por otro lado -indica- debemos decir que coincidimos en la decisión de asistir con los servicios municipales a los habitantes de los asentamientos y sin que ello signifique avalar más tomas en la ciudad; que las empresas generadoras de residuos patógenos se hagan cargo de los costos de las disposición final, que se priorice el tratamiento de los efluentes contaminantes del río, abrir un hogar para víctimas de violencia de género, que los clubes locales y organizaciones intermedias no paguen tasas y por último adecuar el horario de la sesiones del Concejo Deliberante para permitir el acceso de los ciudadanos».
manifiesta el documento que «porque creemos y militamos por una democracia participativa, advertimos que administrar la ciudad con criterios personales, empresariales o propios de voluntariado, solo derivará, indefectiblemente, en un empobrecimiento institucional que no empoderará a la ciudadanía para que genere en la comunidad su capacidad para superar o defenderse eficazmente de los problemas críticos que puedan presentarse en el futuro».