Acuerdo FPV-UCR-Massa para activar la bicameral de DNU que Macri quiere freezar
Ante la amenaza de un pacto de autoconvocatoria, Monzó y Michetti reunirían a la comisión el martes 16 para analizar decretos clave. El kirchnerismo y el radicalismo se repartirán la presidencia.
La comisión bicameral de Trámite Legislativo, responsable de analizar la avalancha de DNU firmados en sus primeros dos meses de gestión por el presidente, Mauricio Macri, se reuniría el martes 16. El llamado aún no oficializado de las autoridades de ambas Cámaras, en manos de PRO, sería la aceptación de un acuerdo político entre el Frente para la Victoria (FPV), la UCR y representantes del Frente Renovador, que parecían dispuestos a avanzar con un plan de autoconvocatoria si el oficialismo mantenía la estrategia de congelar la actividad del cuerpo responsable de dictaminar con aprobación o rechazo a cada DNU del Poder Ejecutivo.
Fuentes parlamentarias confirmaron a LetraP el acuerdo con los negociadores del radicalismo para el funcionamiento de la bicameral, los senadores Luis Petcoff Naidenoff y Ángel Rozas, para repartirse la presidencia de la comisión: será un año para Naidenoff y el segundo para el diputado kirchnerista y miembro de La Cámpora, Marcos Cleri. Con la resolución del reparto de autoridades, situación que mantenía al comité parlamentario paralizado, se estaría en condiciones de reunirse y empezar a analizar los DNU que ya ingresaron al Congreso.
Este acuerdo entre el FPV y la UCR era lo último que esperaban en el Gobierno. Varias veces y varios voceros del macrismo admitían que lo mejor que podía pasarle a Macri era que esa comisión no se reúna, lo que dejaba en vigencia todos los DNU ya aplicados, más allá de las instancias de judicialización por las que tramitan varios de ellos.
Enterados de que este conflicto por la Presidencia de la bicameral estaba resuelto y que la bronca en el radicalismo crecía, por la decisión de Macri de darle la espalda al Congreso, y parecían dispuestos a sentarse en la comisión y ponerla en funcionamiento sin el OK de Casa Rosada, las autoridades de ambas Cámaras tendrían tomada la decisión de convocarla formalmente. Tanto la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, como el de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, enviarían la citación oficial para el martes 16 de febrero. Aunque, hasta esta tarde, la convocatoria aún no había llegado a ningún despacho.
Fuentes parlamentarias aseguraron a este medio (LetraP)que, incluso, existía la voluntad de autocovocarse para la próxima semana. Pero que la suspensión de vuelos ordenada por las nuevas autoridades de Aerolíneas Argentinas complicaba la llegada de los legisladores del interior. “Los únicos que no quieren reunir a la comisión son (los diputados de PRO), (Nicolás) Massot y (Pablo) Tonelli”, afirmó un miembro de la bicameral.
El acuerdo de palabra incluye que el FPV no avanzará con dictámenes de rechazo apresurados y que se cumplirá un plan de análisis de un decreto por reunión. La semana que viene se utilizará, justamente, para que cada bloque ejecute una revisión exhaustiva de cada DNU para exponer sus impresiones en la primera reunión del cuerpo de este año.
Bronca radical
Tal vez lo más destacado de esta interna sea el rol de la UCR. Socios de Macri en la alianza conservadora Cambiemos, la estrategia antiparlamentaria del jefe de Estado, decidido a gobernar y hasta legislar por decretos, incluso por encima de sus atribuciones, viene generando cada vez mayor malestrar en el radicalismo. Es que no sólo ven mellado su histórico perfil institucionalista, sino que terminan poniéndole el cuerpo a decisiones tomadas por mecanismos controversiales y de las que no toman parte.
El caso más emblemático es la designación por decreto simple de los juristas Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema. Ese sistema, que varias voces radicales salieron a cuestionar al enterarse por los medios, terminó con el propio Rozas y el presidente del partido, José Corral, avalando la designación en una conferencia de prensa en Casa Rosada. Pero la demora del Poder Ejecutivo en enviar los pliegos de ambos candidatos al Senado incrementó la tensión. El pacto con el FPV por la bicameral de DNU es, tal vez, la primera vez que la UCR le muestra los dientes al macrismo.
Entre los primeros DNU que deberán ser analizados figuran el que modificó la ley de ministerios, que tiene varios cuestionamientos por dejar fuera leyes educativas clave, el que suprimió la AFSCA y la AFTIC para crear el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) o el que transfirió a la Corte Suprema el manejo de las escuchas telefónicas, entre otros.
Plan Massa
Uno de los votos clave para el juego de poder en esa bicameral lo tiene el diputado Raúl Pérez (Frente Renovador). Mientras en el oficialismo lo cuentan como un voto propio y plantean un escenario de paridad de 8 a 8 entre kirchneristas y legisladores oficialistas o filo oficialistas (como la senadora Liliana Negre de Alonso), lo cierto es que el jefe de ese espacio, Sergio Massa, está marcando una distancia cada vez más grande con Macri.
De hecho, el propio ex candidato a presidente fue quien salió públicamente a marcarle la cancha al oficialismo con la bicameral de DNU. “La semana que viene debería esta reuniéndose la bicameral –sostuvo el martes pasado, aunque la fecha, como se dijo líneas arriba, se postergó-. Nosotros le comunicamos al presidente de la Cámara que queremos que la bicameral se reúna, que constituya autoridades y que empiece a tratar los decretos”.
En la misma emisión televisiva, en el programa Plan M de Canal 26, Massa también opinó que “el cargo del Consejo de la Magistratura”, que por un extraño acuerdo parlamentario el PRO le sacó al kirchnerismo, “es un cargo del Frente para la Victoria”. “Por eso”, agregó Massa, “no firmamos lo que firmaron varios bloques. Nosotros reconocemos que ese consejero es del kirchnerismo”.