Buitres: Juntan firmas en rechazo al acuerdo, pero Pichetto adelantó su voto positivo
(ADN).- Nuevo Encuentro motorizó un petitorio para que los senadores rionegrinos no voten en favor del acuerdo con los holdouts. Reunió 1.600 firmas. Y explicó los motivos por los que el Congreso no debe avalar el proyecto de la Casa Rosada.
Sin embargo, el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, adelantó su voto favorable. Resta aún saber la decisión de Silvina García Larraburu (FpV) y Magdalena Odarda (Frente Progresista).
«La soberanía de la Argentina es puesta a consideración de un puñado de grandes especuladores internacionales que jamás invirtieron en nuestro país. De esa manera, un reclamo inicial de 1.330 millones de dólares se transforma en un acuerdo de 12.000 millones, sin ninguna seguridad de que se resuelva el tema, y encima con una alta posibilidad de que los acreedores que sí ingresaron a las reestructuraciones anteriores (entre los cuales seguramente están los fondos buitres) reclamen iguales beneficios”, advirtieron desde el partido que a nivel nacional conduce Martín Sabbatella.
Pichetto justificó su postura: «Es conveniente para el interés argentino tratar de acordar, de arreglar y los argumentos me parece que son sólidos». Pichetto insistió en que en el bloque que conduce habrá «libertad de acción», pero advirtió que es «probable» que la mayoría de los senadores del FPV acompañen la iniciativa del Gobierno.
El senador redobló la apuesta y disparó: «Néstor pagaría, el desendeudamiento fue su meta desde el primer día. Además también le pagamos al Club de París, a YPF, al Ciadi, a todo el mundo, este ciclo hay que completarlo, no entiendo cómo no se pone todo eso en defensa del gobierno anterior».
En abierta oposición, los dirigentes de Nuevo Encuentro plantearon: «se abandona un proceso histórico formidable de desendeudamiento y reestructuración, que amplio los márgenes de soberanía nacional y permitió en gran medida el crecimiento con inclusión, para volver a poner al país a merced de los dictámenes del FMI y de los organismos internacionales de crédito, recomendaciones de ajuste permanente que constituyen la génesis de la crisis de 2001 que vivió la Argentina y que siguen causando desempleo y pobreza en países como Grecia y España».