Obama irá a Bariloche el 24 para evitar las protestas. Se reunirá con Estela de Carlotto
Más allá de su pasión por el golf y el interés en conocer otros lugares de la Argentina además de Buenos Aires, la visita del presidente norteamericano, Barack Obama, a Bariloche en su paso por el país responde a una clara decisión política: buscará evitar las protestas contra Estados Unidos de sectores de izquierda el 24 de marzo, fecha en que se cumplirán 40 años del último golpe militar.
Obama llegará el 22 por la noche a la Argentina con una comitiva de 850 personas, entre personal de seguridad y funcionarios, que vendrá de Cuba distribuida en tres aviones. Su agenda en Buenos Aires estará acotada al 23 con varios actos oficiales y una reunión con Mauricio Macri. Pero, por recomendación de la diplomacia norteamericana y sugerencias que hizo el Gobierno, el presidente norteamericano no estará en Buenos Aires el día 24.
«La idea de evitar protestas y eludir un mal momento fue un consejo que Obama recibió bien y del que tomó nota», dijo ayer a LA NACION una fuente confiable de la Cancillería. Al parecer, la opinión del embajador norteamericano, Noah Mamet, fue determinante en la decisión de Obama de alejarse de posibles muestras antinorteamericanas, el 24 en Buenos Aires. Sin embargo, el mandatario se reunirá con Estela de Carlotto, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, y hará referencias a la defensa de los derechos humanos. Ayer, Macri dijo que Obama estará «un par de días» con su familia en Bariloche, pero no detalló el motivo real de esa visita al Sur.
Obama viajará con su familia el 24 y el 25 a Bariloche. Aún no está confirmado si se hospedará en el hotel Llao Llao o en las cabañas Cumelén, al lado del lago Nahuel Huapi. En cualquiera de los dos lugares está previsto que Obama juegue al golf, que es uno de sus deportes favoritos. Aunque no está definido si Macri se sumará a esa partida.Lo que sí está confirmado es que en esos días Obama disfrutará del paisaje cordillerano con su esposa y sus hijas alejado de cualquier protesta contra los Estados Unidos en el día de la conmemoración del golpe de Estado argentino.
La embajada norteamericana en Buenos Aires ayer no quiso dar detalles de los movimientos y la agenda de Obama en el país. Pero fuentes diplomáticas argentinas dijeron a LA NACION que el personal de seguridad de Estados Unidos ya estuvo recorriendo Buenos Aires y Bariloche para testear el lugar. Habrá medidas de seguridad extremas en los desplazamientos de Obama y en su traslado al Sur con su familia. Hay un impedimento técnico en el viaje a Bariloche: el Air Force One, un Boeing 747 que usa no puede aterrizar en la pista de la ciudad patagónica, con lo cual el presidente norteamericano deberá viajar en una de las otras dos aeronaves que vendrán.
Se estima que el 24 habrá muchas manifestaciones de grupos de izquierda en Buenos Aires en repudio a la presencia de Obama el día de la conmemoración del golpe de Estado. De hecho, ayer el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel hizo pública una carta que le envió a Obama en donde destacó que el gobierno militar que asumió el 24 de marzo de 1976 en la Argentina «contó con el financiamiento, adoctrinamiento y coordinación de Estados Unidos». Sobre esta idea se sustentarán las manifestaciones públicas que Obama quiere evitar.
De todas maneras, el presidente norteamericano no sólo se reunirá con Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, como muestra de apoyo a la defensa de los derechos humanos en la Argentina. También hará referencia a los esfuerzos que hizo en su momento el ex presidente norteamericano Jimmy Carter por el cumplimiento de los derechos humanos en la Argentina durante la dictadura. Se supo que hubo un intento de Obama por subir en su avión a Carter para venir a la Argentina. Pero el ex presidente norteamericano tiene 91 años y está con dificultades para moverse.
Ayer, se conoció que en la corta visita oficial que Obama tendrá en Buenos Aires se reunirá con Macri para firmar acuerdos de cooperación en materia de seguridad, ciencia y tecnología, infraestructura y asuntos culturales. Hay una intención de Estados Unidos por avanzar en el corto plazo con inversiones en energía. También se está negociando con la Cancillería la realización de operaciones de paz conjuntas y habrá discusiones relacionadas con el comercio. Por caso, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, dijo que con la visita de Obama se buscará «articular las negociaciones para reanudar las ventas de limones a Estados Unidos, interrumpidas desde 2000, con la idea de restablecer las relaciones comerciales».
Hubo versiones en los últimos días que sostenían la intención de Obama de anunciar la reapertura del programa Visa Waiver que otorga Estados Unidos a algunos países para que sus ciudadanos ingresen a territorio norteamericano sin necesidad del visado. Pero esto fue negado tajantemente por Washington.
No habrá grandes anuncios de Macri y Obama. Pero, según coinciden ambas diplomacias, la visita será «un gesto simbólico» para reencauzar las relaciones bilaterales, que se vieron deterioradas durante la gestión de Cristina Kirchner. Se prevé también un encuentro de Obama con los empresarios nucleados en la Cámara de Comercio de Estados Unidos como otro gesto de distensión para reanudar vínculos bilaterales.