Río Negro y el nuevo contexto económico
(Por Pedro Pesatti).- En sus primeros cien días el gobierno nacional tomó medidas económicas que impactaron en mayor o menor medida en la provincia de Río Negro. Para su principal actividad económica, la fruticultura, el nuevo tipo de cambio y la eliminación de las retenciones vinieron a dar respuestas a un reclamo que se había hecho reiterativo en los últimos años. Eso complementó medidas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, como el reembolso por puerto patagónico y la tarifa diferencial para el combustible que, en teoría, deberán favorecer los costos de producción y transporte.
A lo expuesto se suma la búsqueda de una nueva relación con mercados como el de Estados Unidos y el fortalecimiento de los lazos comerciales con China, que nos brindan nuevas perspectivas, en el contexto de fuerte crisis que atraviesan históricos clientes de la pera y la manzana, Brasil y Rusia, circunstancias que debemos sumar también a la baja generalizada del precio de los commodities a nivel global.
Independientemente de lo apuntado, otras oportunidades comerciales generan buenos augurios. La reciente visita del presidente Macri al Invap y la posibilidad de que la empresa rionegrina se convierta definitivamente en una productora y exportadora de tecnología -con el alto valor agregado que ello implica- nos animan a tener una mirada positiva sobre las potencialidades y nuevas competencias productivas que la provincia puede desarrollar para el tiempo actual.
Frontec, la flamante empresa creada por el Invap junto al Grupo Grobo, es un indicador de las capacidades que tiene Río Negro para interactuar desde la ciencia y la tecnología con los sectores más dinámicos de la economía nacional.
Mientras se debate la salida definitiva del default -y más allá de los argumentos políticos, económicos e ideológicos que cada uno de nosotros pueda tener sobre la conveniencia o no del acuerdo alcanzado por los técnicos dirigidos por Alfonso Prat Gay-, Río Negro debe prepararse y planificar su integración a los procesos de la economía mundial, signados por la demanda de alimentos y tecnología.
En ese camino, la fruticultura, la producción de energía, la ampliación de las áreas bajo riego y el polo tecnológico en la cordillera con Invap a la cabeza, entre otros, aparecen como aspectos centrales y oportunidades para el progreso.
Sumado a todo ello el turismo deberá ocupar un rol aún más preponderante que el actual en el desarrollo de la provincia. Con el tipo de cambio más favorable a la visita de extranjeros, Bariloche puede mantenerse como el principal destino turístico de invierno en la Argentina e incrementar el flujo de dólares provenientes del exterior, a pesar de las dificultades que experimenta nuestro principal socio comercial. En esta dirección, ya podemos constatar un saludable trabajo de cooperación mutua entre las áreas de turismo de Río Negro con el gobierno nacional en el desarrollo de estrategias que fortalezcan la oferta de nuestros destinos turísticos en una actividad incomparable desde lo que significa su enorme capacidad para crear empleo.
En otro orden, la relación fiscal provincia-nación también se vio alterada en estos primeros cien días. La restitución del 15 por ciento que Anses retenía a los estados provinciales, que realizó en sus postrimerías el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, implicaban para Río Negro nada más y nada menos que unos 1.500 millones de pesos anuales.
La unión de los gobernadores en defensa del federalismo, y la clara determinación del gobernador Weretilneck en tal sentido, hizo que la actual administración reviera la decisión de dejar sin efecto aquella medida y planifique una nueva restitución del 15 por ciento por etapas, hasta llegar a la totalidad en 2019, sin dejar de mencionar la posibilidad que se abre de compensar deudas, lo que podría significar un saneamiento absoluto de la relación financiera de la provincia con el estado nacional.
Estos hechos son de suma importancia para los rionegrinos, luego del sostenido desendeudamiento porcentual en relación con el presupuesto anual que viene llevando a cabo nuestro gobierno desde hace cuatro años.
Finalmente, en el desenvolvimiento macroeconómico y el acceso al crédito internacional que podría abrirse una vez acordado el pago a los holdouts -en orden a los argumentos que dan sustento a la estrategia adoptada al efecto por el presidente Macri- Río Negro puede tener una buena oportunidad para realizar obras clave para su desarrollo en virtud de sus enormes potencialidades en el campo de la producción de alimentos con alto valor agregado.
Ni oficialistas ni opositores es la definición que el gobernador Weretilneck utilizó para resumir la actitud de nuestra gestión en su relación con el gobierno nacional. Los rionegrinos coincidimos en el desafio de construir la provincia que nos merecemos profundizando el camino de las ideas federales. Y lo haremos desde la planificación de nuestras acciones para integrarnos con la máxima centralidad a los procesos económicos que favorezcan nuestro desarrollo.