Crisis frutícola: «Las empresas no respetan los precios que prometieron»
La temporada de cosecha de fruta está en el tramo final, y una vez más el punto central pasa por el precio y que no haya un contrato entre productor y la empresa empacadora. Eduardo Artero, titular del Consorcio de Riego de Cipolletti y candidato a la Federación de Productores, analizó esta situación con su característica verborragia y sin filtro.
En una entrevista con el diario La Mañana de Cipolletti, señaló que «las liquidaciones del año pasado fueron 50% y en algunos casos un 100% menos que en el 2014. Hay productores que le quedaron debiendo desde 30 y hasta 100 mil dólares a las empresas. Hay que decir basta, porque las empresas viven de la manzanita del ‘peloduro’. Los gobiernos provincial y nacional deben ponerse los pantalones largos en estos temas».
El dirigente frutícola dijo que el tema de los precios para la fruta «es una discusión de hace muchos años y se sigue repitiendo». Al respecto, indicó que se está ofreciendo entre 5 y 6 pesos por kilo, pero esto en muchos casos no se concreta en toda su dimensión lo ofertado.
«Te imaginás si ya empiezan a titubear en abril de un compromiso que tomaron de pagar 5 o 6 pesos después de que le entregaste la fruta, ¿qué nos espera?, ¿cuánto nos van a pagar allá en diciembre o enero del año que viene?», dijo Artero.
Luego, agregó que «hay algunos negocios en particular que están firmados y deberían ser pagados como corresponde». «Si tenés contrato está la parte legal para ir a reclamarlos, pero no creo que sean mucho. En la mayoría de los casos hay promesas, o se da la palabra y ya sabemos que es lo que pasa con esto», manifestó.
Las liquidaciones cayeron en picada y para muchos productores el saldo con los compradores pasó a ser negativo. Las deudas parten desde los 30 mil dólares.
Artero dijo que observa «mucho silencio» y se preguntó: ¿Hasta cuándo va a continuar este manoseo hacia los productores?», a la vez que agregó que lo que les están haciendo «es una tomada de pelo».
«Nos pasa esto es porque nos callamos la boca, cuando una cosa no va, hay que salir a decirlo», dijo el cipoleño, apuntando sus cañones contra la Federación de Productores, las empresas y estratos del gobierno nacional y provincial.
«Somos el último orejón del tarro, si esto sigue así el año que viene desaparece todo. Por ejemplo en el tema carpocapsa hay una burocracia que nos vuelve locos. Entre el Senasa, la Secretaría (de Fruticultura) y el Funbapa tienen más empleados que productores que quedan con vida, debe haber 25 empleados por cada productor. No es joda esto, ya perdimos el mercado y lo volveremos a perder, comencemos a trabajar en serio. Hace 20 años que venimos con la carpocapsa».