El gobierno mantiene su imagen positiva, pero retrocede más de tres puntos desde febrero
La aprobación del Gobierno Nacional se mantiene alta aunque retrocede más de tres puntos en relación a la medición de febrero, consolidando una tendencia negativa, y los problemas socioeconómicos representan la principal preocupación de los argentinos (45,5%), señala un informe de la consultora Ibarómetro, quien realizó un estudio nacional de opinión pública titulado “Clima Polìtico y Balanca del Gobierno Nacional”.
Esta aprobación se sostiene fundamentalmente sobre su condición de alternativa al kirchnerismo y detrás de las preocupaciones económicas, la corrupción aparece como el principal problema para el 24,4%; elección más extendida entre quienes aprueban al Gobierno Nacional.
Por otra parte ha crecido la percepción según la cual el Gobierno Nacional favorece especialmente a la clase alta. Tan solo el 8,4% opina que el Gobierno de Cambiemos privilegia a los sectores más humildes.
El relevamiento corresponde al período entre el 11 y 15 de abril, con una muestra probabilística estratificada por población, en todo el país, según sexo, edad y nivel educativo alcanzado, en una población mayor de 16 años residente en hogares particulares con teléfono fijo.
Se trabajó con cuestionario estructurado sobre 1200 casos con un nivel de confianza del 95% y error de +/- 2.8.
Por primera vez desde el inicio del actual ciclo político los sentimientos negativos dominan el clima anímico de la opinión pública. Los mayores de 50 años constituyen el único segmento sociodemográfico donde aún gana el optimismo.
La mirada sobre el futuro está fuertemente vinculada con la evaluación del Gobierno Nacional: quienes lo desaprueban son marcadamente pesimistas mientras que entre los aprobadores predomina el optimismo
Los problemas socioeconómicos representan la principal preocupación de los argentinos (45,5%). Dentro de este conjunto, las inquietudes asociadas al desempleo son las que exhiben el mayor crecimiento desde febrero.
Detrás de las preocupaciones económicas, la corrupción aparece como el principal problema para el 24,4%; elección más extendida entre quienes aprueban al Gobierno Nacional.
La aprobación del Gobierno Nacional se mantiene alta aunque retrocede más de tres puntos en relación a la medición de febrero, consolidando una tendencia negativa.
El contraste más marcado se vincula con la región: proporcionalmente el AMBA muestra un perfil más critico que el resto del país, donde crecen las opiniones favorables.
La aprobación del Gobierno Nacional se sostiene fundamentalmente sobre su condición de alternativa al kirchnerismo.
Por el momento las razones vinculadas a la gestión y a las medidas de Gobierno ocupan un lugar secundario a la hora de explicar las valoraciones positivas que suscita el oficialismo.
El Gobierno consigue buenas evaluaciones en tres de sus cuatros ejes de campaña electoral. Más de la mitad de los argentinos evalúa positivamente lo que se viene haciendo en materia de «lucha contra la corrupción», «Combate al narcotráfico» y «Unión de los argentinos».
Sin embargo, el panorama es muy distinto cuando se examina lo realizado en el marco de la «lucha contra la pobreza», eje central de la campaña de Cambiemos sintetizada en la consigna Pobreza 0. Sobre este punto predominan las miradas negativas: solo el 32,3% aprueba lo realizado hasta el momento, lo cual representa una caída de 8 pts ya que en febrero el 40,6% de los argentinos respaldaba lo actuado por el oficialismo en la reducción de la pobreza
Desde febrero ha crecido la percepción según la cual el Gobierno Nacional favorece especialmente a la clase alta. Tan solo el 8,4% opina que el Gobierno de Cambiemos privilegia a los sectores más humildes.
Tales opiniones se encuentran fuertemente segmentadas en función del posicionamiento político general frente al Gobierno: 9 de cada 10 opositores perciben un Gobierno fuertemente sesgado hacia los sectores más privilegiados. Por el contrario, los oficialistas ponen el foco sobre la clase media.
En relación al origen e impacto de los aumentos implementados por el Gobierno Nacional la opinión pública luce empatada: por un lado el 46% considera que los aumentos eran medidas “necesarias” impuestas por la «herencia recibida»; por su parte un 47% sostiene que se trata decisiones adoptadas por el gobierno en el marco de su propio programa económico. Con respecto al impacto en el mediano plazo, también surgen opiniones divergentes en proporciones similares, aunque acompañadas de mayor incertidumbre.
Macrismo y kirchnerismo se consolidan como las dos identidades políticas más convocantes; entre los dos se reparten casi el 60% de las simpatías de los argentinos.
Mirado en perspectiva se observan dos tendencias: crecimiento del PRO en detrimento del Frente Renovador y estabilidad en el kichnerismo.
En relación a la memoria del ciclo kirchnerista se registran dos corrientes divergentes: un 53% que expresa un balance negativo coexiste con un 44% que se inclina por un saldo favorable. Solo un 28% no reconoce ningún avance.
Hay una estrecha relación entre la evaluación del anterior ciclo político y de la etapa actual: entre los actuales oficialistas casi 8 de cada 10 hacen un balance negativo. Los actuales opositores tienen una opinión exactamente inversa: el 79% hace un balance positivo.