La falsa solución del carbón
(Por OPSur*) El proyecto de creación de Yacimientos Carboníferos Fiscales Sociedad del Estado (YCF S.E.), aprobado en diciembre en la Cámara Baja, y que fue tratado por las comisiones de Energía y Hacienda del Senado, es uno de los que menos participación da a los trabajadores. De las cinco propuestas presentadas en Diputados en el último lustro, la última impulsada por el Frente para la Victoria (FpV) tampoco contempla la cuestión ambiental ni la necesidad de diversificar la matriz energética hacia fuentes limpias y renovables. Por el contrario, esa iniciativa como ninguna otra promueve la participación del carbón como fuente primaria al declarar de interés público nacional su exploración y explotación y la generación de energía eléctrica a partir de su combustión.
No desconocemos que Yacimientos Carboníferos Río Turbio es vital para la existencia misma de las localidades de Río Turbio y 28 de Noviembre. Por tal motivo consideramos que se deben desarrollar e implementar políticas públicas con la participación activa de la población, para atender sus necesidades y garantizar una transición ordenada hacia otra matriz. Es imprescindible que no sean los trabajadores y trabajadoras, el pueblo, quienes paguen el costo del imperativo cambio de la matriz energética. Pero tampoco en su nombre se puede promover una ley cuyo alcance va más allá de la vida de ambas comunidades, e incluso de la misma provincia de Santa Cruz.
Pretender que YCF SE cumplirá el mismo rol que tuvo cuando se impulsó la explotación de carbón a mediados del siglo pasado en el extremo sur del país es no haber tomado nota del paso del tiempo, de los debates civilizatorios actuales; es renunciar a la visión estratégica que se tuvo en aquel momento. Además, aumentar la participación del carbón lejos de aportar a la diversificación de nuestra matriz energética nacional, incrementará la dependencia de los fósiles -gas, petróleo y carbón-, que actualmente representan más del 90% de las fuentes primarias. Consideramos que la reactivación de un proyecto de estas características sólo tendría sentido si la empresa tuviera como objetivo explícito propender a una transición energética, de manera de hacer el proceso sustentable tanto para el ambiente como para los trabajadores y trabajadoras.
De aprobarse este proyecto se sientan las bases para que prosperen iniciativas como la de gasificación subterránea de carbón impulsada por la empresa australiana Delmo en la Cuenca Claromecó, provincia de Buenos Aires. Cabe desatacar que la técnica (UCG, según siglas en inglés) es promocionada como una forma de aprovechamiento energético limpio del carbón, sin embargo, días atrás el ministro de Minería de Queensland, en Australia, anticipó que el gobierno estadual enviará un proyecto de ley al parlamento para prohibir su aplicación. El funcionario subrayó que los impactos ambientales sobre tierras agrícolas generados por la empresa Linc Energy, en Chinchilla, superan por mucho el potencial económico estimado de ese emprendimiento.
También llama la atención que se promueva la participación del carbón en la generación de energía eléctrica en momentos en que algunos de los principales países consumidores de este mineral, como EE.UU. y China, apuntan a su reducción. Incluso la sustitución del uso de carbón por gas está llevando a la quiebra a las principales empresas del sector en Estados Unidos. Si bien a nivel global este mineral mantiene un peso considerable -representa alrededor del 30% de las fuentes primarias de energía-, en Argentina ronda el 1,5% de las fuentes primarias. Es decir, tiene una incidencia apenas mayor que las fuentes renovables, y un futuro y potencial en ningún aspecto comparable al de éstas. La promoción de la extracción del carbón como de interés público nacional es, en definitiva, una falsa alternativa energética.(Foto: Dani Yako / altairmagazine.com)
*Publicación Observatorio Petróleo Sur