La ganadería ovina ronda el 50% de comercialización, una buena noticia para los especialistas
(ADN).- La ganadería ovina de Río Negro está llegando comercializar entre un 50 y un 60 por ciento de los volúmenes habituales de lana, lo cual encierra un dato alentador, porque las majadas a fines de 2013 y comienzos del 2014 habían quedado reducidas al 35 por ciento de sus volúmenes históricos. También ha sido un aliciente que los precios pagados fueron sostenidos y se ubicaron por encima de los del promedio pagado en los últimos años, llegando a los 4,5 dólares el kilo en algunos casos.
“Si se mantienen los precios, más la venta de corderos que han tenido buenos precios, son alicientes importantes”, comentó el coordinador de Ley Ovina en Río Negro, Jorge Llobet en medio de una capacitación sobre inseminación artificial que se hizo en El Cuy.
Consultado sobre la zafra lanera, comentó en cuanto a los volúmenes que “hoy estamos entre los 4 y los 5 millones de kilos”, lo que representa entre el 50 y el 60% de los volúmenes históricos. Llobet destacó que “eso va ligado al repoblamiento”, comentario que hace referencia a que la pérdida de cabezas de ovinos por la sequía y las cenizas del Puyehue rondó el 70% del rodeo provincial.
Por decirlo de algún modo, en la báscula se puede apreciar que la ganadería ovina estaría recuperando entre el 25 y el 30 de su stock. Vale recordar que sólo en la región sur se pasó de 2 millones de cabezas a 600.000 mil, y que la provincia paso de 5.000 a 4.000 productores, lo que se puso en evidencia con gran cantidad de campos abandonados.
Una de las herramientas para fortalecer al ganadero, es la venta asociativa que se fomenta desde el Prolana. Llobet indicó que “han aumentado los productores adheridos a prolana”, y que “estamos trabajando con 13 o 14 centros de acopio”. Para el especialista “lo importante -más allá del volumen-, es la cantidad de productores pequeños y medianos asociados” y de esa unición resulta que “consiguieron ventas cercanas a lotes muy buenos de productores individuales, por lo tanto en un acopio donde hay lana de distinta genética y características, es importante que hayan tenido un reconocimiento e invita a seguir en esa senda”.
Sobre el momento actual de la ganadería ovina, “sostuvo que “estamos en un 50 a 60 por ciento” y recordó como referencia que antes de la crisis de la sequía y las cenizas “se producía entre 7 y 8 millones de kilos de lana”.
Mientras erra entrevistado Llobet, caía una fina y persistente llovizna, pero consideró que el clima debe ser aún más generoso: “El tiempo tiene que acompañar un poco más. La zona del monte pobre o monte austral como la zona de El Cuy ha sufrido mucha pérdida de material vegetal, se han barrido mucho los suelos, se perdió mucho manto, y eso tarda en recuperar”.
“Por suerte –acotó-, no hubo grandes vientos, y tenemos lloviznas tranquilas como se dice, para que penetre bien, no en forma de temporal que arrastra todo”.
De todos modos, “siempre las crisis sirven para usar mecanismos que en tiempos de holgura no se usan, como poder sacar animales de refugio, animales que no sirven, e incorporar animales mejoradores, que permitirá mejorar el rodeo y la calidad de la lana por ejemplo. Es una herramienta más, pero estas crisis permiten estas capacitaciones”, comentó Llobet en el establecimiento provincial “La Posta” de El Cuy, por el cual ya pasaron más de 200 personas buscando capacitación de distinto tipo.