La industria pesquera se suma al reclamo de un dólar a 20 pesos
La industria pesquera se sumó a otras actividades económicas en el reclamo de llevar el dólar a 20 pesos para generar un mercado competitivo. Aseguran que sufrieron un fuerte impacto por los aumentos de tarifas, fundamentalmente de luz, que afectó a los frigoríficos. Y aseguran que en el sector ya se perdieron 400 puestos de trabajo.
La semana pasada, un estudio sobre la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo, que estuvo a cargo del Centro de Estudios de Negocios, Finanzas, Economía y Marketing (CENFEM) de la Universidad de Belgrano, aseguró que el tipo de cambio nominal debería llegar a $17,09 por dólar a fin de año para “evitar el impacto del atraso cambiario sobre la competitividad de las empresas exportadoras y de las que compiten con importaciones”.
El titular de frigorífico pesquero marplatense Bermejo, José María Poletti, reclamó “un dólar a no menos de $20” para que el sector pueda superar la crisis que atraviesa y “tener algo de ganancia en las exportaciones, y poder mantenernos”.
“Hoy tenemos que decir que el dólar tiene que estar a no menos de $20 para tener algo de ganancia en las exportaciones y poder mantenernos, pero sobre todo, ser competitivos con otros países que también exportan pescado“, señaló Bermejo, luego de admitir que los aumentos en las tarifas de electricidad alteraron los costos de la actividad.
Poletti aseguró al respecto: “Pagábamos una factura de luz de $80 mil y ahora se fue a casi $200 mil. Encima subieron todos los insumos, más el sueldo de los obreros que bien merecido lo tienen. Pero seguimos con un dólar totalmente desfasado porque levantar el cepo al dólar no sirvió de nada por todos los aumentos”.
Varias empresas pesqueras de Mar del Plata que se dedican al proceso del pescado en tierra para exportar debieron cerrar sus puertas dejando a centenares de trabajadores en la calle, en tanto otras buscan créditos accesibles y una disminución de los costos en servicios e insumos para poder subsistir.
Las compañías consideran que la actual cotización del dólar, a pesar de la salida del cepo, es “baja” y le resta competitividad con otros países exportadores, a lo que se suma el aumento de hasta en un 300% de los servicios de energía y gas.
Esa combinación provocó que en los últimos meses muchas empresas y frigoríficos de pesca cerraran sus puertas o directamente quebraran, mientras que otros buscan subsistir solicitando préstamos bancarios sin tener respuestas.
La crisis se agudiza también en la disminución de la captura de merluza para el puerto de Mar del Plata, especie más rentable por el sector fresquero, y los fuertes controles que se hacen para que no entre más materia prima que lo permitido en esta ciudad, a diferencia de los puertos del sur que se vieron favorecidos con una cota mayor de captura por el Consejo Federal Pesquero.
Al no llegar la materia prima a las plantas procesadoras en porcentajes necesarios para la exportación y el mercado interno, muchas de las empresas y frigoríficos debieron reducir su personal.
La secretaria general del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP), Cristina Ledesma, reconoció en diálogo con la Revista Puerto que en los últimos 150 días se han perdido cerca de 400 fuentes de trabajo en el sector.
Ledesma le envió días pasados una carta a la gobernadora María Eugenia Vidal en la que le solicita un encuentro para analizar la grave situación que enfrentan los trabajadores en el puerto marplatense.
“Ninguna autoridad se ha acercado para mediar en estos conflictos, con plantas que aún permanecen tomadas por los trabajadores a la espera de una solución o la aparición de estos empresarios”, señaló Ledesma en la carta a Vidal.
Por su parte, Poletti indicó que los problemas comenzaron “con el anterior gobierno, por tener un dólar planchado a $9,50, el cual no era competitivo para las exportaciones”.
“Los problemas vienen de arrastre y ahora nuestra economía empeoró con el aumento del servicio de luz entre un 130% y un 150%”, sostuvo el empresario pesquero.
“Estoy en una situación desesperante porque ya no puedo pagar la luz, no puedo pagar la quincena a los empleados. Esta situación también la padecen otras empresas a las que les propuse ir juntos para hacer un reclamo, y que vayamos a hablar con quien tengamos que hablar para encontrar una solución a esta crisis”, finalizó Poletti.