Tedeum: La Iglesia le pidió a Macri que «las promesas no defrauden a la gente»
En la homilía que pronunció en el marco del tradicional Tedeum por el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana, el arzobispo de la arquidiócesis de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, solicitó que no se pierda «la sensibilidad para escuchar y redoblar esfuerzos y servicios ante el dolor de los más pobres, de las familias que sufren la humillación por carecer de lo esencial».
En pleno festejo por un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, que estuvo signado por la prohibición de ingresar a la gente a la Plaza de Mayo, la Iglesia mostró su preocupación por la situación social.
La decisión de un festejo patrio sin «pueblo» fue tomada a partir de un informe de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ante el temor de algún ataque. A la mañana habían detenido gente con bombas molotov, al menos ese fue el reporte oficial, que fue desmentido más tarde por la Policía Federal.
Con la cúpula del Ejecutivo, encabezada por el presidente Mauricio Macri, en primera fila, el arzobispo pidió «que no nos paralicen las estadísticas», a días de un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que advirtió que los sectores de la población que permanecen en la informalidad son los más afectados por las medidas de ajuste del gobierno de Cambiemos.
Que la atención priorice a los niños y a los ancianos, los más vulnerables, cuidarlos es asegurar el futuro de la patria independiente y libre», destacó Poli y rogó a Dios para que «las promesas no defrauden a la gente, ni alimenten el desaliento y el desencuentro entre hermanos de esta gran familia que habita la casa común que es nuestra nación» sino que «el genio que muchas veces nos distanció se convierta en el genio para que todo argentino y emigrante de buena voluntad tenga techo, tierra y trabajo, lo elemental».
«Danos coraje para crear espacios y mesas donde compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías y donde nadie se levante hasta encontrar acuerdos razonables y duraderos de los que dependen tantas vidas, proyectos y sueños», propuso el cardenal.
Además, el arzobispo de Buenos Aires solicitó la bendición para que el pueblo argentino pueda celebrar «con gratitud y orgullo el bicentenario de nuestra nación, para que se transforme en un tiempo de encuentro fraterno entre los argentinos».
El presidente Macri participó por primera vez del servicio religioso por la fiesta patria en la Catedral Metropolitana, una ceremonia de la que el gobierno anterior acudió de forma intermitente. El mandatario acudió al templo porteño acompañado de la primera dama, Juliana Awada, y también asistieron otros ministros de su gabinete y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su esposa.