Desidia, falta de voluntad o ignorancia
(ADN).- Hasta el momento existe un reclamo gremial de ATE, preocupado por el destino de cinco empleados estatales y por la situación del Archivo Histórico provincial. Nada pareciera indicar que esta preocupación se extienda al interior del gobierno y a otros sectores, por ejemplo historiadores, archiveros o ciudadanos inquietos por el tema.
Las consultas de ADN en el área responsable del Ejecutivo recibieron como respuestas que “el tema lo trata sólo la ministra (Silvina Arrieta)”, y además se informó que “está enferma y que no atenderá en su despacho durante toda la semana”.
Desidia, falta de voluntad o ignorancia. La importancia del Archivo Histórico de Río Negro pareciera ser un tema que para nada inquieta al gobierno provincial, cajas que se apilan en un galpón que pertenece al IPROSS, de la calle Guido, sin alguna previsión de los cuidados que necesariamente debe este material.
El Estado genera un flujo muy importante de documentación en las distintas áreas que pareciera que nadie trata de sistematizar, clasificar y archivar y se pierden en bolsas de polietileno que terminan en el basural.
Los avances tecnológicos permiten hoy contar con distintas herramientas de archivo y además hay especialistas –incluso universitarios- en la clasificación del material considerado histórico.
Desde ya que se requiere mucha inversión en una iniciativa de este tipo, que seguro que el Estado no está en condiciones de encarar, pero al menos se podría comenzar por brindar al Archivo Histórico de un inmueble digno, con capacidad, sistemas de preservación de papeles. A lo sumo sería sumar un nuevo alquiler a tantos que se pagan de oficinas y viviendas particulares de funcionarios.
A esta situación hay que sumar otros actos de desidia, falta de voluntad o ignorancia ¿Hay preservación, además del material del Archivo Histórico, de la Hemeroteca, de la biblioteca provincial y de bienes muebles, como por ejemplo mobiliarios de ex gobernadores, de la Casa de Gobierno, la Residencia de los Gobernadores y la Legislatura?
¿Dónde están los autos que pertenecieron a los distintos gobiernos? Y así se suceden las preguntan que difícilmente encuentren respuestas.