El Balseiro estrenó una estación para comunicarse con satélites
Estudiantes y docentes del Instituto Balseiro de Ingeniería en Telecomunicaciones, junto con profesionales del Radio Club Argentino pusieron en operación una estación terrena para recibir señales de satélites de órbitas bajas. Es la primera vez que desde esta institución de la UNCuyo y la CNEA se realiza este tipo de actividad. La estación terrena, que aún no tiene nombre, ya se comunicó con varios satélites de Argentina y de los Estados Unidos, incluyendo a los nanosatélites recién puestos en órbita, “Fresco” y “Batata”.
“La puesta en marcha de la estación terrena del Instituto Balseiro permitirá ganar experiencia en el área satelital y en aplicaciones de telecomunicaciones y electrónica”, informó el director de la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones del Balseiro, Pablo Costanzo Caso, quien señaló que “la estación terrena permitirá ofrecer a los estudiantes de grado, posgrado, docentes y profesionales un recurso donde podrán realizar ensayos, actividades prácticas y desarrollos tecnológicos”, indicó.
La instalación de esta flamante estación terrena, que aún no tiene un nombre oficial, se realizó esta semana en el Laboratorio de Ingeniería de este Instituto, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), donde se congregaron ingenieros y técnicos del Balseiro junto con profesionales del Radio Club Argentino (RCA) y de la empresa Satellogic.
Algunas de las actividades que se implementarán con fines educativos en la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones son el desarrollo de antenas y amplificadores; la transmisión, la recepción y el procesamiento de las señales para el control de los satélites; y el seguimiento de las órbitas de los satélites mediante antenas móviles o la conformación del haz de un conjunto de antenas. También, la estación abrirá las puertas para ganar experiencia en el procesamiento de imágenes satelitales y el diseño de transmisores y receptores de comunicaciones de alta capacidad.
Comunicaciones con «Fresco» y «Batata»
En la madrugada del 30 de mayo se pusieron en órbita desde China dos pequeños satélites, “Fresco” y “Batata”. Ese mismo día, desde el Instituto Balseiro se confirmó la transmisión de las señales de ambos nanosatélites.
“Desde aquí recibimos sus primeras señales de vida, con la comunicación de su primera órbita. Este acontecimiento pudo ser seguido en vivo por la empresa Satellogic en Buenos Aires gracias a que se implementó una comunicación directa con el Instituto Balseiro, lo que les permitió corroborar el éxito de la misión a escasos minutos del lanzamiento de los satélites”, informó el profesor. La empresa tiene igualmente su propia estación en Noruega, donde realizan el monitoreo de sus satélites.
“Los nombres reales de ambos satélites son Ñusat 1 y Ñusat 2, aunque en los medios de comunicación salieron sus seudónimos: Fresco y Batata, en referencia al postre típico argentino. La particularidad es que son muy pequeños. Miden 80 cm de alto, 40 de ancho y 40 de profundidad y pesan 35 kilogramos. Ahora mismo están girando alrededor de la Tierra a 500 km de altura, en una órbita terrestre polar o LEO por sus siglas en inglés. Tardan 90 minutos en realizar una órbita pasando por ambos Polos”, señaló el Profesor Laureano Bulus Rossini, quien fue uno de los coordinadores de la actividad.
Durante la puesta en operación de la estación, también se recibieron señales de otros satélites fabricados por la misma empresa argentina, Satellogic. Se trata de los satélites Tita y Manolito. “Además recibimos imágenes de satélites de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, entre otros”, agregó el profesor.
La estación terrena
La estación terrena del Instituto Balseiro opera con señales en bandas de frecuencia de VHF y UHF asignadas a radioaficionados. Las mismas emplean formatos de modulación y codificación de público conocimiento que facilitan la participación de esta activa comunidad.
“Cuenta con antenas direccionales y omnidireccionales en las citadas bandas, un rotor automatizado que permite girar las antenas direccionales para seguir las órbitas de los satélites; Y dispositivos amplificadores y filtros de radiofrecuencia”, señaló uno de los estudiantes que participan del proyecto, Nicolás Catelano. Su compañero Cristian Roddick agregó: “La estación también tiene un receptor de comunicaciones basado en tecnología de Radio Definida por Software (SDR, por sus siglas en inglés) y el se completa con una computadora en la que se reciben y procesan las señales adquiridas”.
Los próximos pasos serán perfeccionar los subsistemas desarrollados de la estación terrena e iniciar el desarrollo de nuevos dispositivos o instrumentos para satélites, informó Bulus Rossini, director de la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones y agregó que “nuestro objetivo principal de formar recursos humanos de excelencia y colaborar para el desarrollo de organismos e instituciones de nuestro país”.