Provincialización de Río Negro
(ADN).- Se cumplen hoy 61 años de la promulgación de la ley -por el entonces presidente Juan Domingo Perón- de la provincialización de Río Negro, hasta entonces territorio nacional. La ley había sido votava por el Congreso de la Nación el 15 de junio, un día antes del bombardeo a Plaza de Mayo por parte de sectores militares que se sublevaron para derrocar al gobierno constitucional del justicialismo, que finalmente lograron unos meses después, el 16 de septiembre.
Las alternativas del paìs en esos momentos hicieron que la promulgación de esta ley se retrasara y además de Río Negro, también lograron su provincialización Neuquén, Formosa, Neuquén y Santa Cruz.
Emilio Berenguer quien se desempeñaba como gobernador del Territorio Nacional de Río Negro, pasó a desempeñarse como Comisionado Nacional de la provincia de Río Negro, a partir del 25 de julio, y formó su gabinete provincial.
Aquel mandato duró hasta el golpe militar del 16 de septiembre, que derrocó a Juan Domingo Perón y el coronel Gualberto Wheeeler, asumió como interventor nacional de la provincia de Río Negro.
De esta manera la provincia estuvo intervenida, hasta que en 1957 se facultó a los comisionados federales a convocar a elecciones en las nuevas provincias, para elegir los convencionales que tendrìan que dictar las respectivas constituciones.
De esta manera Carlos Santiago Ramos Mejía -por entonces comisionado federal- llamó a elecciones, se confirmó a Viedma como capital provincial y las autoridades electas asumieron el 1ro de mayo de 1958. La legislatura se constituyó con 24 legisladores, se eligieron también concejales para los municipios de General Roca, San Carlos de Bariloche, Cipolletti, Allen, Villa Regina, Viedma, Cinco Saltos, Río Colorado, San Antonio Oeste, El Bolsón, Ingeniero Jacobacci y Choele Choel.
El peronismo, prohibido por el golpe militar de 1955, no tuvo representantes en la Convención Constituyente de la Constitución de 1958, situación que luego enmendó el gobierno constitucional radical del doctor Osvaldo Alvarez Guerrero, al convocar a la reforma de la Constitución de 1958.