Criancero murió y fue mordido por carnívoros
(ADN).- Pobre, solo y mordido terminó sus días un viejo criancero de Río Negro. Tenía 84 años y habitaba un humilde puesto ubicado a 30 kilómetro de la pequeña localidad de El Cuy. Como se suele decir, el hombre no pasó la noche, y en la madrugada del martes 5 de julio su corazón dejó de galopar. Al alba, su primo de 76 años, con el que compartía soledades y escarchas en un puesto con dos habitaciones, se sintió en la obligación de dar aviso a las autoridades, y salió caminando a notificar el deceso. Un poco de trekking por la estepa, envuelto en la tristeza que emana de la muerte próxima y por las inclemencias de esas inmensidades.
Llegó al poblado a eso de las seis de la tarde y se apersonó en la Comisaría N°23 para dar cuenta de la muerte del pariente. Partió la patrulla con la habitual consigna de juntar los datos para armar el preventivo, documento que luego se gira habitualmente a la justicia.
Dicen que cuando los policías llegaron al puesto, el cuerpo yacía en una de las habitaciones y fue chocante para los integrantes de la partida uniformada comprobar que los restos del hombre, que ya fue identificado, presentaba desgarros propios de un animal carnívoro.
Se dejó trascender desde fuentes vinculadas al rastrillaje policial, que el hombre había sido ultrajado por los zorros, que en esas soledades merodean acechantes a las majadas.
Se abrió una investigación en la justicia de Roca a la cual se lo adosó otro dato que para los observadores policiales mereció ser asentado en su parte oficial: En el puesto, el muerto y su primo, vivían rodeados de unos 20 gatos. Ahora, se esperan los informes periciales para determinar si la carne del anciano fue tironeada por zorros o por los gatos que lo rondaban cuando aún tenía vida.