Caso Muñoz: Policías alteraron rastros para que no ecuentren a su camarada
El Juez Bernardo Campana dictó el procesamiento y prisión preventiva de los policías Federico Oscar Valenzuela Campos y Néstor Adrián Meyreles, al considerarlos «prima facie» co-autores penalmente responsables de los delitos de «encubrimiento agravado (por su condición de funcionarios policiales) y abuso de autoridad, en concurso ideal».
El hecho imputado por la Fiscalía consigna que a partir del 15 de julio de 2016 el imputado Valenzuela, “sin contar con autorización del juez competente, ni estando designado para la investigación sobre la desaparición de Lucas Muñoz”, llama a Meyreles y le pide que compre un chip de teléfono con el mismo número del que poseía la víctima. De ese modo, al activarse, los investigadores iban a creer que seguía con vida.
La maniobra fue tildada de “subrepticia” por la fiscalía y se afirmó que Valenzuela actuó “en convergencia intencional con Néstor Meyreles”. Lo llamó estando de servicio en la Comisaría 42° de Bariloche, mientras Meyreles se encontraba en Catriel. “En este marco el imputado Valenzuela conociendo los contactos de Meyreles con las empresas de telefonía y su experiencia en la tecnología de comunicaciones, acordó con aquél que debía generar un chip a nombre de Lucas Muñóz , que para ese momento se encontraba desaparecido, sin otra finalidad o propósito que pretender desviar la investigación que se realizaba en esta ciudad, entorpeciendo la pesquisa dispuesta respecto a la desaparición de Lucas Muñoz”, reza en el procesamiento dictado por el juez.
En la resolución se asegura, luego de una pluralidad de testimonios, incorporación de informes y pruebas periciales diversas, que “es claro el abuso funcional en el que incurrieron ambos policías; Valenzuela por cuanto no podía ordenar lo que está fuera de su competencia, no era el policía encargado de investigar la desaparición de Muñoz y tampoco tenía facultades para inmiscuirse en la intimidad de las personas sin previa autorización u orden judicial. Por su parte Meyreles cumplió una orden evidentemente ilegal y a partir de ella dio de alta una línea telefónica a nombre de una persona desaparecida….»
Se detalla que «…la activación (de la línea telefónica de Muñoz mediante engaños), como sostiene la Fiscalía, alteró los rastros del delito cometido en perjuicio de Muñoz, pues generó un dato que para cualquiera es un signo inequívoco de una persona viva y en libertad. Ningún desaparecido, privado de su libertad o muerto, concurre a una agencia de teléfonos a activar una nueva línea y es por ello que la circunstancia a todas luces dirigió la investigación hacia un punto que nada tenía que ver con lo ocurrido al occiso”. En otro párrafo, la resolución dice: «La situación es por demás grave. Si bien tanto Valenzuela como Meyreles sostienen haber obrado de buena fe y para «ayudar» «y/ o » de gauchada», ello no es así, pues en ese caso, ambos hubiesen comunicado la situación al Fiscal o al Juez. Nada de ello hicieron antes de que la investigación detectara que la activación se debía a su conducta”, según se desprende de un comunicado emitido por la Delegación de Prensa III Circunscripción Judicial.