Desplazaron al Director de Aduanas por denuncias de corrupción
El director de la AFIP, Alberto Abad, desplazó de su cargo al Director General de Aduanas, Juan José Gómez Centurión, a raíz de una denuncia en su contra del Ministerio de Seguridad de la Nación, según informó ayer aquel organismo. Ni la cartera a cargo de Patricia Bullrich ni la AFIP brindaron información, hasta anoche, sobre los motivos ni las características de la denuncia contra el ex militar carapintada y hombre de opinión de peso en la estructura del PRO. Hasta ayer, el funcionario era presentado como “un ejemplo” en la labor de “limpiar de corrupción” a la Aduana, lo cual hace más llamativo su desplazamiento sin mediar explicación. Gómez Centurión había estado a cargo. hasta mediados de diciembre, de la estratégica Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad de Buenos Aires, en la gestión de Macri como jefe de gobierno.
“Atento a los términos de la denuncia presentada por el Ministerio de Seguridad de la Nación ante la Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, el Administrador Federal dispuso la separación preventiva del Licenciado Juan José Gómez Centurión del cargo de Director General de Aduanas, hasta tanto la Justicia instruya los actos correspondientes”, informó escueta y retóricamente la repartición que encabeza Abad. El hasta ayer subdirector de Operaciones Aduaneras Metropolitanas, Javier Zabaljáuregui, fue designado en su reemplazo “en el mismo acto”, según la AFIP. Gómez Centurión y Abad habían compartido el martes el acto de presentación de una demanda contra 55 empresas presuntamente vinculadas con delitos de evasión tributaria y contrabando.
El militar carapintada participó en la guerra de Malvinas en 1982 a las órdenes de Mohamed Alí Seineldín, cinco años después intervino en el alzamiento carapintada de Semana Santa, a las órdenes del coronel Aldo Rico, y al año siguiente en la asonada de Monte Caseros, en enero de 1988, nuevamente bajo el mando del coronel Seineldín. Pese a estos antecedentes, o quizás por ellos, Macri lo eligió para hacerse cargo, en octubre de 2012, de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad, la estratégica área de la que dependen las inspecciones, habilitaciones y clausuras. Area que más de una vez quedó en medio de fuertes controversias, por clausuras de locales de baile o de música por cuestiones menores, mientras ignoraba denuncias contra talleres clandestinos de confección textil con explotación de personas, o contra establecimientos como el depósito de Iron Mountain, en Barracas, luego intencionalmente incendiado –según pericias policiales– perdiéndose documentación comprometedora de bancos y grandes firmas.
Tras la elección de Macri como presidente, Gómez Centurión fue mencionado como candidato principal a encabezar la cartera de Defensa, pero la resistencia radical a su designación, por su participación en las asonadas contra Alfonsín, le cortaron el paso. En su lugar fue nombrado un radical, Julio Martínez, pero en dos puestos clave de su elenco aparecieron dos hombres de confianza de Centurión: Hugo Patricio Pierri como subsecretario de Planeamiento Estratégico y Política Militar, y Jorge Raúl García Mantel, director de Planeamiento. Ambos formaban parte del equipo de 28 personas que comandaba Gómez Centurión en la Fundación Pensar para la elaboración de planes de producción, equipamiento, legislación y administración de las fuerzas armadas. Esta pieza clave de la estructura central del PRO ayer quedó bajo circunstancias, como mínimo, opacas.