El FP propone crear una organismo de auditoría externa para la Policía rionegrina
Los legisladores del Frente Progresista presentaron un proyecto de ley, con el objetivo de crear la Auditoría General Independiente de la Policía de Río Negro, que tendrá la característica de organismo externo y autónomo de la institución policial y del Poder Ejecutivo Provincial.
Jorge Ocampos y Daniela Agostino explicaron que su tareas será efectuar el seguimiento y control de las conductas policiales e impulsar las acciones administrativas o judiciales que correspondan cuando las conductas no se ajusten a las Leyes.
La Auditoría General pondrá especial atención en aquellas conductas que permitan suponer corrupción, connivencia con el delito, lesión a la ética pública, falta de cumplimiento de deberes, abuso de autoridad y exceso en el uso de la fuerza que pudiera estar reñido con el estricto respeto a los Derechos Humanos.
El presidente de la bancada, Jorge Ocampos, explicó que “la Auditoría funcionará en el ámbito del Ministerio Público Fiscal al único efecto de la dependencia administrativa y a los fines de posibilitar el cumplimiento de su función podrá recibir denuncias o actuar de oficio, además podrá requerir o requisar documentación policial, interrogar a efectivos policiales y hacerse presente en cualquier dependencia policial para efectuar los peritajes que considere necesarios, entre otras facultades”.
La iniciativa presentada establece que el Auditor General Independiente de la Policía de Río Negro será designado por la Legislatura provincial con mayoría especial de los dos tercios de sus miembros, previo Concurso Público convocado por la Comisión Interpoderes de Seguridad, que analizará los antecedentes de los postulantes, mantendrá las entrevistas que considere convenientes y elevará al Parlamento un dictamen con carácter de recomendación. El mandato del auditor, durará cinco años, pudiendo ser reelegido y también removido por el procedimiento de Juicio Político.
Ocampos aclaró que “el Auditor General Independiente, no podrá ser ni haber sido miembro de la Policía de Río Negro o haber tenido vínculos laborales o institucionales con ella”.
Expresó el legislador que “en los últimos años asistimos en nuestro país al crecimiento del delito, y en especial al de las organizaciones criminales dedicadas especialmente al narcotráfico y a la trata de personas, que poseen -por los volúmenes de dinero que movilizan-, un enorme poder corruptor y necesitan de la connivencia o complicidad de las organizaciones y poderes del Estado para delinquir”.
“Seríamos muy hipócritas si no dijéramos también que los ejemplos de corrupción gubernamental y política abonan ese clima y hasta en ocasiones crean situaciones de complicidad” agregó Ocampos.
La legisladora Agostino, expresó que “lamentablemente los rionegrinos asistimos azorados a una seguidilla de graves hechos que ponen, por lo menos en seria duda la conducta de nuestra policía. Ya no se trata de casos aislados y esporádicos que se constituían como excepción. El aumento de la frecuencia, la gravedad creciente y la extensión a las distintas regiones de la provincia, son síntomas claros de una situación que excede el margen previsible de inconductas individuales en cualquier institución”.
Los parlamentarios reconocieron que “sin dudas la Policía rionegrina está bajo sospecha y nos parece injusto, porque no nos cabe duda que la mayoría o una gran parte de los efectivos policiales rionegrinos son honestos y bien intencionados y pagan el mismo precio del desprestigio social colectivo que sus compañeros corruptos, por ello consideramos necesario y urgente revertir esa situación creando los mecanismos legales para abrir, iluminar y descorrer los velos institucionales que aprovechan los corruptos”.
Finalmente Ocampos y Agostino consideraron que “este es el momento de crear mecanismos de auditoría y control externo e independiente, del funcionamiento de la Policía de nuestra provincia, porque entendemos que en las actuales circunstancias no son suficientes los mecanismos de autocontrol y autorregulación, creemos que cuando el cuerpo no puede generar y producir sus propias defensas se hace indispensable una acción externa”.