El policia Lucas Muñoz fue torturado y ejecutado con un tiro en la nuca
El diario Clarín publicó una nota firmada por Claudio Andrade, donde sostiene que «para los expertos hay dos datos certeros: el oficial fue ejecutado de un tiro en la nuca y antes recibió un disparo en una pierna. Ese descubrimiento lleva a los investigadores a creer que el agente fue torturado antes de ser asesinado. La hipótesis es que los autores del homicidio buscaron sacarle algún tipo de información».
Agrega que las horas que el cuerpo estuvo a la intemperie, bajo un intensa lluvia que borró huellas y deterioró el cadáver, dificultaron el trabajo de los peritos que realizaron la autopsia de Lucas Muñoz (29), el policía rionegrino hallado asesinado el miércoles en un descampado de Bariloche.
Lo que aún no se pudo determinar es dónde y cuándo se cometió el crimen. Mientras que la familia de la víctima denuncia que el cuerpo fue “plantado” en el lugar del hallazgo, los investigadores buscan saber si el cadáver estuvo más de 20 días escondido en otro punto de la ciudad.
Mientras tanto, la Policía de Río Negro sigue en la mira de la Justicia. Hoy fue detenido Federico Valenzuela (25), compañero de Muñoz en la comisaría 42°, quien ya había sido mencionado en la causa. Es el tercer agente preso por el caso. Los otros dos, el sargento Néstor Meyreles y el oficial Luis Irusta, están sospechados de haber entorpecido la búsqueda de la víctima. Esa misma acusación recayó sobre Valenzuela, que quedó imputado por “encubrimiento agravado y abuso de autoridad”.
Ante la Justicia, Meyreles declaró que fue Valenzuela quien le pidió que comprara un chip de celular en la localidad de Catriel, utilizando el número de DNI de Muñoz. La operación fue realizada el 15 de julio, un día después de la desaparición del policía.
Aunque los sospechosos aseguraron que intentaron colaborar con la búsqueda, el juez Bernardo Campana y el fiscal Guillermo Lista no les creyeron. “Ninguno de los dos se encontraba autorizado a realizar dicha actividad, no contaban con orden judicial que los avale y exhibieron silencio y hermetismo luego de aquella faena”, aseguró Lista en un comunicado.
Según esta nota de Clarín, los investigadores buscan reconstruir cuáles fueron los movimientos de la víctima el último día que lo vieron con vida. Testigos declararon que lo observaron cerca de las 13.30 en los alrededores de la comisaría 42°, ubicada en uno de los barrios más calientes de Bariloche. Sin embargo, indicios surgidos en las últimas horas hacen pensar que el oficial entró en la seccional y firmó su ingreso. Eso explicaría por qué arrancaron siete hojas del libro de registro. Esa irregularidad se suma a otro dato llamativo. El mismo día de la desaparición, Irusta y otro agente allanaron ilegalmente la pensión donde vivía la víctima.
Según denunció su familia, Muñoz fue testigo de graves hechos de corrupción en la comisaría 42° y tenía pensado denunciarlos. Antes de desaparecer, le había alertado a sus allegados que estaba en peligro. Una investigación interna de la Fuerza plantea un supuesto conflicto en una organización narco que estaría liderada e integrada por agentes, en la que la víctima tendría algún grado de participación. En ambas hipótesis, todo apunta a la Policía provincial. El escándalo no alcanza solo a los detenidos. Cuatro jefes fueron desplazados y ya se anunciaron más cambios en la Fuerza. (Foto Clarín-MARCELO MARTINEZ).