“Fútbol para Todos” y Política…
(Jorge Luis Vallazza*).- Siendo aún candidato, Mauricio Macri prometía mantener la gratuidad del “Fútbol para Todos”, pero aseguraba acabar con la propaganda política que hacía el gobierno en ese espacio, ya que se mezclaban cuestiones que no tienen “nada que ver”, como lo son el fútbol y la política.
Sin embargo, varios sucesos de nuestra historia demuestran un firme entramado entre “el mundo del fútbol” y el devenir de la política, ya que ambos influyen y operan en el terreno de “lo público”, creando opinión, generando conciencia y poniendo en agenda determinados temas, o bien simplemente invisibilizando problemáticas que puedan incomodar al régimen dominante.
Valga recordar cómo la dictadura militar utilizó el mundial 78 para enfervorizar a los argentinos, tal vez para que los ruidosos festejos y el orgullo por ser los “mejores del mundo”, no dejaran ver ni escuchar lo que sucedía en la periferia de los estadios, donde pululaban sórdidos campos de concentración, en los cuales se torturaba, violaba, asesinaba y se robaban a los bebés.
Ningún medio masivo de comunicación de nuestro país le dio demasiada difusión a la ausencia del crack alemán Paul Breitner , quién se negó a jugar en un país donde se violaban los Derechos Humanos, criticando públicamente a la FIFA por desentenderse de esta situación.
También se especuló que Johan Cruyff – uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol-no vino por ese motivo (cosa que él desmintió). Casualmente Cruyff murió el 24 de marzo pasado.
Casualmente la final fue con Holanda sin su “Messi”, pero con Videla como un hincha más festejando los goles que nos harían campeones del mundo y del cinismo…
Los jugadores holandeses habían recibido a las Madres de Plaza de Mayo antes de la final, y decidieron irse a los vestuarios sin estrechar la mano de los dictadores al lograr el sub-campeonato. También el jugador sueco Ronnie Hellström optó por marchar con las Madres en la plaza, en vez de participar de la ceremonia inaugural, para expresar su repudio por la dictadura.
Un año después , el relator José María Muñoz, manipulaba desde la radio el festejo masivo y callejero del mundial juvenil ganado por Argentina, para que una hueste de hinchas irrumpiera en Plaza de Mayo gritando el eslogan “Los Argentinos somos Derechos y Humanos”, ante la presencia de un organismo internacional que venía a investigar las violaciones a los DDHH.
Ya llegando a los 80 – y yendo más allá de las fronteras de nuestro país y del fútbol- jugadores de Los Pumas lograban ganarle por primera vez a Sudáfrica, potencia mundial del rugby.
Pero “la política” estuvo también presente allí, ya que Los Pumas jugaron bajo el nombre de SUDAMÉRICA XV, porque un boicot internacional para que se terminara con el Apartheid incluía la prohibición a los equipos nacionales para competir en aquellas tierras.
Tiempo después – con Mandela ya presidente- el líder negro utilizó la pasión nacional por el rugby, para unir al país y atenuar las divisiones raciales.
Por poner un ejemplo más reciente, el etíope Feyisa Lilesa, medallista de plata del maratón olímpico de los Juegos de Río de Janeiro, cruzó la meta con los brazos cruzados como señal de protesta, para denunciar al mundo la represión que sufren 15 millones de oromos, etnia que es despojada de sus tierras, encarcelada y asesinada por quienes gobiernan esas tierras.
Volviendo a nuestro país, reconocen las abuelas de Plaza de Mayo la gran ayuda que fue, que en la previa de los partidos de fútbol, se publicitaran las campañas de esta institución, para que muchos jóvenes que dudaban de su identidad se acercaran a ellas.
El nacimiento del “Fútbol para Todos”, pasó al olvido la ridícula imagen televisiva de las tribunas gritando los goles mientras se jugaba el partido y generó conciencia popular, creando condiciones de consenso necesario para votar una nueva Ley de Medios, con el objeto de democratizar desde la Política Pública el ámbito de la Comunicación, librado a los oligopolios empresariales.
Sin embargo, poco de esta ley se pudo poner en práctica frente al poder económico de los grandes medios, quienes lograron vía artilugios judiciales ponerla en el freezer, y por fin llegó Macri que con un simple DNU y un congreso cómplice, volvió todo para atrás.
En este contexto, desde diferentes ámbitos se anuncia el inminente final del “Fútbol para Todos” y se empieza a especular sobre cuánto costará pagar el fútbol codificado.
Más allá de ser una mentira más de la campaña de Macri, no se puede negar que el fin del “Fútbol para Todos” es coherente con todas las medidas que está tomando el gobierno actual, donde el Estado se retira para dejar actuar a las “fuerzas del Mercado”, sinónimo de mayor pobreza y desigualdad, aumento de precios y tarifas, exclusión, desocupación, pérdida de Derechos, etc.
Obviamente que todas estas malas noticias para el pueblo, el actual gobierno no las hubiera podido publicitar en “Fútbol para Todos”, y mucho menos si ello genera un costo económico, al optar por pagarle a los usureros “fondos buitres”, retirar subsidios a los servicios básicos y desmantelar una multiplicidad de programas de Educación, Salud, Obra Pública, Vivienda, etc.
Ante toda esta situación seguramente desde la mirada de Macri y sus seguidores, conviene reforzar la idea de que el fútbol tiene que ser sólo para distraernos, evadirnos, alejarnos un par de horas de lo que nos pasa como país , y por supuesto que todo eso no debe de tener “nada que ver con la política”…
Y al que le guste el fútbol y pueda… que pague, o que vaya a ver los partidos al bar de la esquina.
*Legislador provincial FpV