La caída de la coparticipación afectó a Río Negro en más de 600 millones de pesos
(ADN).- El gobierno monitorea la política económica nacional y estudia el proyecto presupuestario 2017 para determinar cómo puede afectar a las arcas locales. En lo que va del año -hasta agosto- llevan una caída de más de 600 millones de pesos, el equivalente a una masa salarial. Ganancias y retenciones en la mira.
A pesar del convenio firmado por la devolución en cuotas del 15% y el préstamo del ANSES, que devolvió normalidad en las finanzas, el Ministerio de Economía mira con atención los pasos que dará Nación en 2017.
El presidente Mauricio Macri dejó (antes de viajar a Estados Unidos) una tarea a su equipo económico: bajar otro 5% a las rentenciones a la soja el año próximo. Esa reducción se suma a los 5 puntos descontados este año y la eliminación del resto de las retenciones de las economías regionales. El impacto, sumado a los cambios en ganancias, el IVA y otros impuestos coparticipales, influyen directamente en las finanzas provinciales.
El Presupuesto 2017 prevé un aumento del 24% en la coparticipación a los distritos, pero el gobierno de Río Negro espera saber de dónde provendrán esos fondos, ya que las políticas pretendidas para el año que viene atentan contra la recaudación nacional que es enviada a las provincias.
Hace unos días, el ministro de Economía Isaís Kremer, participó de una reunión con sus pares provinciales y el ministro de Finanzas nacional, Alfonso Prat-Gay. Allí volvió a plantearse la responsabilidad fiscal. Pero hasta ahora, no hay avances. Ni las provincias ni la Nación han logrado (a pesar de los discursos) achicar el déficit.
Ayer, una misión del Fondo Monetario Internacional llegó a la Argentina. Después de 10 años, el organismo internacional de crédito vuelve a monitorear las cuentas del país. Esa intromisión implica alcanzar metas fiscales impuestas por el FMI acceder a créditos internacionales. La primer escala fue el desendeudamiento con los Fondos Buitre. Habrá otros pedidos.
En consecuencia, la Casa Rosada presiona a las provincias para que también logren desacelerar el gasto de los Estados, lo que se traduce en un achicamiento.
Elevar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y modificar sus escalas, la reducción del IVA y la eliminación de las retenciones, son algunos de los puntos en los que avanza el gobierno nacional y afectan a las provincias.
Pero hay otro dato. El enfriamiento del consumo para reducir la inflación, produce un estancamiento de la economía y en consecuencia, la baja en la recaudación.
Río Negro ha resistido otras medidas (como los reembolsos a los puertos patagónicos y la creación del fondo del Conurbano) que atentan contra los fondos que Nación destina a las provincias y a la competitividad de las economías regionales.
Por ahora se mira con cautela. Kremer está formado en la escuela keynesiana. Su modelo (ideal) a seguir es el de Roberto Lavagna. Y aspira a un país industrializado con sustento en la ruralidad con una fuerte impronta en la obra pública. Una política implementada en gobiernos peronistas. La última experiencia comenzó en el gobierno de transición de Eduardo Duhalde y continuó en la gestión de Néstor Kirchner. Un proyecto que está en las antípodas del pensamiento económico de Mauricio Macri.
El gobierno local tiene un tránsito hasta fin de año tranquilo. Pero quiere seguridades para 2017. Algo, que por ahora no aparece en el horizonte.