Sturzenegger limitó los aumentos salariales en 2017: entre el 15 y el 17%
El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, fijó la pauta general que deberá regir la economía y a la cual deberán sujetarse los empresarios y los gremios. Fue el martes en un encuentro en la Unión Industrial y trascendió recién hoy. “El año próximo tiene que haber aumentos de salarios del orden del 15 al 17%, que es nuestra meta inflacionaria”, dijo.
Los términos de la reunión fueron publicados por el diario Clarín. Hubo espacio para alentar la interna con el ministro de Finanzas, Alfonso Prat Gay. «Todo lo que hago tiene el respaldo de Mauricio”, aseguró.
La crónica completa:
Federico Sturzenegger no anduvo con vueltas: “Todo lo que hago tiene el respaldo de Mauricio.” Fue un tiro por elevación contra Alfonso Prat-Gay. Lo escucharon los principales industriales de la Argentina.
Ocurrió el martes, en la Unión Industrial, territorio enemigo para el ortodoxo jefe del Banco Central.
Utilizó una reunión privada para mostrar que cuenta con el máximo aval político en la disputa que tiene con el Ministro de Finanzas. La pelea fue anticipada por Clarín y esta semana se hizo evidente. Ayer Prat-Gay reconoció las diferencias en público.
La disputa sucede en medio de un fuerte freno productivo con caídas mayúsculas en la industria y la construcción, que repercuten en el desempleo.
Por eso la situación exacerbó la discusión económica interna de Cambiemos. Luis Betnaza, el vicepresidente de la UIA que apoya explícitamente a Macri, se animó a preguntar: “¿A qué funcionario o qué visión del gobierno seguimos?” Sturzenegger respondió en la UIA: “Yo trabajé ocho años seguidos con Mauricio. Nos conocemos mucho y pensamos igual.” Fue al comienzo del debate que mantuvo frente a los poderosos hombres de negocios. El funcionario marcó la cancha y así se definió como el principal estratega económico del Presidente. Después revindicó su autonomía y dijo que continuará con la dura política monetaria que profundizó la recesión. “Nosotros somos autónomos –afirmó– y seguiremos con nuestra política.” Juan Carlos Sacco lo interrumpió: “Ustedes están bajando la inflación a costa de profundizar la recesión.” La charla fue dura y franca, pero cordial. Clarín la pudo reconstruir. En la UIA dicen que el jefe del Banco Central tuvo un baño de realidad. Lo afirman porque se asombraron del proyecto que expuso Lucas Llach en medio de los serios problemas económicos: el vicepresidente del BCRA les anunció que quiere eliminar la circulación de papel moneda y que todo se haga por las redes sociales. Llach es un economista joven, con ideas modernas, pero muchas de ellas ajenas de las necesidades apremiantes de los argentinos. Como candidato a vicepresidente de Ernesto Sanz, propició la división en cinco de la provincia de Buenos Aires. Finalmente, Sanz sacó apenas un 3% de los votos.
Pero Sturzenegger no se achicó y retó a los hombres de negocios. Se animó hacer un anuncio trascendente: fijó la pauta general que deberá regir la economía y a la cual deberán sujetarse los empresarios y los gremios. Así lo dijo: “El año próximo tiene que haber aumentos de salarios del orden del 15 al 17%, que es nuestra meta inflacionaria.” Fue duro con los empresarios y acusó a varios de ellos de no ayudar a la Casa Rosada a combatir la inflación. Tuvo un encontronazo con Eduardo Nougues y acusó a los directivos de permitir subas de sueldos del 40% que trasladaron de inmediato a los precios.
Hubo un sinfín de opiniones. Los vicepresidentes Rubén Abete, el propio Nogués y Betnaza reclamaron derecho a responderle la imputación. José Urtubey al final se explayó: “Fue el propio Gobierno el que fijó una pauta salarial del 36%, cuando dispuso el aumento docente.” Los empresarios tampoco entendieron el “doble estándar” del BCRA. Sturzenegger pide fijar aumentos salariales con la hipotética inflación futura del 17%, pero a la vez el BCRA fija las elevadas tasas de interés con la inflación pasada del 30%. Para la UIA sería una fuerte señal antiinflacionaria y de reactivación económica que el Banco Central baje las tasas y alinee su nivel con el índice de inflación del 17% que espera la autoridad monetaria, o que fije uno menos alejado del 17%.
Sturzenegger no lo ve así. Además dice que la tasa de largo plazo tiende a aplanarse y que los empresarios no acompañan al gobierno. En eso coincide con Macri. El Presidente esta malhumorado con los hombres de negocios porque los acusa de no acompañarlo activamente. También porque –en privado– cuestionan su comportamiento frente a la inflación. Lo repitió en varias reuniones de su mesa chica: “Aceptan cualquier aumento salarial, se dan vuelta y lo trasladan a los precios.” La tensión se vivió ayer en las celebraciones del Día de la Industria. La vicepresidenta Gabriela Michetti –Macri está en China– se bajó a último momento de todos los actos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue a la Unión Industrial y dijo: ”Sean protagonistas, expresen optimismo en el futuro”.
Los hombres de negocios –nunca lo dirán en público– también están molestos con la Casa Rosada. Avalan el cambio de gobierno y admiten que Argentina corría el riesgo de ser Venezuela. Pero sostienen que hasta ahora los defraudó la gestión del Gobierno. Dicen que esperaban más de los funcionarios, que se derrochó el caudal político que da el primer semestre para tomar decisiones de fondo y que aún no hay plan de desarrollo. El presidente de la UIA, Adrián Kaufmann Brea, en medio del viaje de Macri a China, volvió ayer a reclamar que la Argentina “no reconozca a China como economía de mercado.” El hábil empresario también utilizó la fecha para remarcar una cuestión central: la importancia de la industria para consolidar la inclusión social y el desarrollo del empleo. Kaufmann cosechó el apoyo de todo el mundo de los negocios: Paolo Rocca, Eduardo Eurnekián, Carlos Bulgheroni, Adrián Werthein, Cristiano Rattazzi y los titulares del Grupo de los 6. Unos 600 caciques fabriles lo acompañaron masivamente.
También CAME hizo un acto multitudinario. La entidad está ganando –por el momento– la batalla de las tarjetas.
Ahora todos esperan una definición clave: el aumento de las tarifas que se comunicará la semana próxima.