Sin apresurar los tiempos políticos, se posiciona en la grilla de los «candidateables» del PJ-FpV. Marca una línea de provincia con la que sueña. Critica la administración de Alberto Weretilneck. Cree en la necesidad de una reforma constitucional sin dobles intenciones ni especulaciones reelectoralistas. Define su relación con Martín Soria y Miguel Pichetto. Y asegura que el panorama el justicialismo estará más claro recién en 2018.
Abogado, licenciado en Ciencias Sociales y locutor nacional, Martín Doñate fue presidente del Concejo Deliberante de Luis Beltrán e intendente interino. Legislador provincial y actualmente es diputado nacional. Asegura que el PJ puede convocar a todo el arco kirchnerista. Asegura que los partidos tradiciones van perdiendo espacio, reniega del título «nueva política» y hace una crítica de los 12 años de gobierno de Néstor y Cristina Kircher. Referente de ese espacio en Río Negro, apuesta que vuelva a gobernar la argentina un proyecto de país como el que comenzó en 2003.
-¿Qué evaluación hace del gobierno de Alberto Weretilneck?
Me sorprende que hemos pasado de tener un gobernador que el año anterior se jactaba del equilibrio en sus finanzas y anunciaba que los contratos petroleros eran la gran solución para Rio Negro; a tener un nuevo Alberto Weretilneck que nos endeuda para pagar los sueldos. Con el gobierno de Macri, el gobernador no sólo volvió a la rueda trágica del endeudamiento, sino que también avaló, junto al gobernador de Neuquén, los tarifazos del 500 por ciento en gas para los patagónicos.
Aún no se ha dado una sola respuesta por parte del gobierno nacional a los pequeños y medianos productores. Pretenden sacar más de 1500 millones a los rionegrinos para dárselos al conurbano bonaerense, cuando se le regala casi el equivalente a un presupuesto entero de nuestra provincia a la ciudad de Buenos Aires y, mientras tanto, Weretilneck hace silencio frente a este abandono y desprecio que sufre la provincia por parte del gobierno de Cambiemos.
El presidente lo único que hizo en nuestra provincia es venir a “descansar” a la casa de un mafioso como es Joe Lewis, que se robó el Lago escondido.
Por todo esta realidad que le describo considero que gestión del gobierno de Alberto Weretilneck es de una mediocridad e improvisación alarmante. No hay un solo esquema de planificación a mediano o largo plazo que permita avizorar un modelo de provincia y de políticas públicas sostenidas en el tiempo.
-¿Cuáles son las áreas más críticas?
Sin dudas la seguridad es un área que está fuera del control y sin conducción política del gobernador. Desde la sublevación policial del 2012 en adelante, hay una especie de anarquía y desconcierto en las bases de la fuerza ante tanta falta de rumbo. El trágico caso del asesinato del policía Lucas Muñoz en Bariloche lo puso en evidencia. Es preocupante el nivel de inacción que tuvo el gobierno ante esa desaparición. Las contradicciones en las declaraciones del gobernador y su Ministro, el silencio del Jefe de Policía oriundo de Bariloche y los mensajes en clave mafiosa que atraviesan este gravísimo homicidio nos hablan de la fragilidad y debilidad del gobierno. Sé perfectamente que la mayoría de los policías rionegrinos son honestos y tienen un alto grado de compromiso con su deber. Hoy están muy preocupados y alarmados por el estado de situación. Se necesitan grandes transformaciones y valientes decisiones. Nada de eso está sucediendo.
Otra área preocupante es Desarrollo Social. El Ministerio es una cáscara vacía. En la provincia hay más delegaciones y edificios alquilados que programas y planes sociales orientados a la protección y promoción de derechos para los más humildes.
-¿Qué cosas cambiaría si tuviese la oportunidad?
Sueño con poner en marcha una provincia que sea el motor de la Patagonia. Tenemos todo. Hidrocarburos, energía, frutas, verduras, turismo, puerto, mar, nieve, minería, ciencia y tecnología y universidades e instituciones intermedias fuertes y potentes. Falta un proyecto de provincia a mediano y largo plazo para dejar de andar a los tumbos.
Para poner en marcha a este gigante dormido que es Río Negro es prioritario, por ejemplo, pensar en un Banco de Fomento y Desarrollo con mayoría estatal que el día de mañana se transforme en el agente financiero de la provincia. Rediscutir la administración del Puerto para que se transforme en la puerta al mundo que necesita la norpatagonia argentina. Cuidado, no lo pienso en desmedro de las exportadoras sino a favor de todos los sectores de la vida económica de la región.
Otro medida importante sería poner en marcha un plan provincial de acceso al suelo y hábitat que, articulado con los intendentes, permita regularizar la situación dominial de miles de terrenos en los municipios y favorezca a una correcta planificación de las ciudades.
Nos sobran tierras por todos lados pero tenemos mucha gente que, aún pudiendo pagar a precio razonable, no pueden tener un terreno para construir su vivienda y otras que no tienen más alternativa que asentarse en una “toma ilegal”. En esos temas la provincia debe intervenir activamente y hoy no sucede. Es la vida de miles de familias rionegrinas.
Crearía el Ministerio para la Comercialización para poner en marcha una política fuerte focalizada en la venta de productos rionegrinos y servicios turísticos.
Para que la producción rionegrina tenga protagonismo en el mercado interno y en el mundo, es imprescindible un Ministerio dedicado a ofrecer una soluciones para la comercialización de nuestros productos. En este sentido, como decía: el puerto, el banco de fomento y ese ministerio para la comercialización son herramientas estratégicas.
Y entre las cosas que haría también es darle cumplimiento inmediato al fallo del STJ en el caso del Lago Escondido. Yo mismo, y con gusto, conduciría una máquina que abra el camino de Tacuifí para que los rionegrinos y todos los argentinos podamos disfrutar sin restricciones del Lago Escondido y nuestras bellezas naturales.
-¿Existe la necesidad de una reforma constitucional?
Si. Lo digo desde el 2008 cuando era concejal de Luis Beltrán y ya entonces presenté a mi partido un proyecto de Reforma de 50 páginas.
-¿Cuáles serían los temas a reformar?
La Reforma Judicial es prioritaria. Democratización del Consejo de la Magistratura a través de representación por voto popular, y eliminación del requisito de residencia para acceder a una magistratura que nos permita oxigenar ese poder del estado.
Nuestra constitución es anterior a la caída del muro de Berlín y de la reforma de la constitución nacional del año 1994, es un buen texto para su momento, con muchas proclamas y buenas intenciones pero debemos adecuarlo al mundo actual, al avance tecnológico, a los nuevos derechos nacidos en los últimos 20 años y debe tener una fuerte impronta signada por el cuidado y aprovechamiento de nuestros recursos naturales, el cuidado del medioambiente, y el fortalecimiento y creación de institutos de participación ciudadana en la toma de decisiones estratégicas.
Hay una necesidad de establecer en la Convención Constituyente la definitiva delimitación de los ejidos colindantes entre los municipios. También la distribución de los recursos entre los municipios como las regalías producidas por la explotación de los recursos naturales.
La reforma electoral, el derecho a la identidad, igualdad y no discriminación, protección familiar y personas con discapacidad, derecho al trabajo, derecho al agua, a la alimentación y la situación indígena entre otros temas debieran tratarse en la reforma
-¿Cree que el Frente para la Victoria acompañará el proceso?
El tema es no quedar atrapado en la especulación del gobierno que pretende una reforma para habilitar una nueva reelección de Weretilneck. Es esta una discusión que, a mi entender, estropea y deslegitima el gran debate que nos merecemos. Primero porque no es un artículo que merezca ser modificado. Así como está, está muy bien. Quiero dejar claro que es mi más genuino pensamiento, y lo vengo sosteniendo desde el 2008. La reforma constitucional es necesaria para mejorar las instituciones de nuestra provincia; a mí no me preocupa ni asusta enfrentar al gobernador Weretilneck, si ese es el problema que le da miedo a algunos dirigentes.
-¿Cómo ve la marcha del PJ?
Está viviendo un proceso de renovación generacional sin grandes conflictos y eso es bueno. Veo voluntad de muchos de apostar a construir sumando con responsabilidad. Seguramente todo va a estar mucho más claro y encaminado a partir del año 2018 cuando ya nos enfrentemos a la recta final para las elecciones provinciales y municipales del 2019.
-¿Tiene chances de ser alternativa de poder en 2019?
Si por supuesto. Vamos a gobernar Río Negro.
-¿Qué rol ocupará usted?. ¿Será candidato?
Si me pregunta si me siento capacitado para asumir esa responsabilidad le digo contundentemente que sí. Si le dijera que hoy que soy candidato sería el peronista más irresponsable y soberbio de Río Negro. Creo en la contundencia de los liderazgos en el marco de un proyecto colectivo. No creo en los liderazgos mesiánicos ni los destinos manifiestos de nadie. Mi método es trabajar y construir todas las horas de todos los días. Soy apasionado, metódico y trato de estudiar mucho. Luego la política y la gente te ponen en el lugar que el proyecto necesita.
-¿Cómo es su relación con Martín Soria?
Buena. Correcta. Somos compañeros.
-¿Y con Miguel Pichetto?
Le tengo afecto y respeto personal. Creo que el proyecto de la Universidad Nacional de Rio Negro es el punto más alto de muchas cosas buenas que hizo por Rio Negro de la mano del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner.
Hoy no comparto su mirada y acompañamiento respecto de muchas de las leyes que viene votando y defendiendo en el Congreso en estos 10 últimos meses.
Veo también decepción en muchos compañeros y gente que lo votó. La historia dirá.
-¿Se puede unificar al peronismo con el kirchnerismo no peronista?
Claro. Es el Movimiento Nacional. El único adversario que tenemos es un modelo económico de exclusión, empobrecimiento y eliminación de derechos. Es lo que representa el gobierno de Mauricio Macri.
-¿Cómo ve el panorama político de cara a las elecciones del año que viene?
Cambia de provincia en provincia. Pero, en general, creo que Cambiemos va a sufrir las consecuencias de las medidas que está tomando. Y tengo muchas expectativas de un rotundo triunfo del FPV en la provincia de Buenos Aires, madre de todas las batallas y esto puede definir el mapa nacional.
-¿Qué espacios políticos están con chances de disputar las bancas en el Congreso?
En Río Negro estará entre el FPV y Juntos. El año pasado, cuando tuve oportunidad de encabezar la lista de diputados nacionales, conseguimos el 60 por ciento de los votos. Habrá que ver los candidatos y los contextos y hacer un gran esfuerzo para sostener ese resultado.
-¿Cómo ve la formación de Cambiemos en Río Negro?
La verdad es que no me meto en la interna de otros espacios ni tampoco la entiendo demasiado. El año pasado salieron atrás del voto en blanco. Así, como trata Macri a Rio Negro, no creo que les vaya mucho mejor el año próximo. Igual no es asunto nuestro.
-¿Qué pasó con los partidos tradicionales, como la UCR y el PJ?
Hay que hacer mucho esfuerzo por sostener la institucionalidad de los partidos políticos. Es cierto que vamos camino a dos grandes bloques de representación política, una centro izquierda progresista (si se quiere) orientada a fortalecer el rol del estado y una centro derecha más conservadora que conserva expectativas en el rol del mercado. Y esos bloques están atravesados por distintas representaciones partidarias. En ese marco es difícil mantener a los partidos tradicionales con gran fortaleza y vigorosidad. Pero también es claro que el Partido Justicialista a pesar de las tensiones e históricas contradicciones, fue, es y será en la Argentina el pilar fundamental de un proyecto nacional, popular y democrático.
-¿Existe el concepto de «nueva política»?
Eso es Marketing puro. Yo creo en la “buena política” que es la que le mejora la vida a la gente. Y esa se hace trabajando fuerte todos los días con compromiso y convicción. Corrigiendo errores y profundizando los aciertos.
-¿Qué críticas cree que le caben a los 12 años de gobiernos kirchneristas?
Muchas. Como las tienen todos los procesos políticos en el país y en el mundo. El kirchnerismo es el peronismo del siglo XXI que vino a recuperar las banderas de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social. Yo no me voy a martillar los dedos por los errores o desaciertos que seguramente tuvimos, luego de que Néstor asumiera un país incendiado, endeudado, con crisis de autoridad y representación y con mucha desesperación de la gente. Se consiguió, con un admirable esfuerzo, crecer sostenidamente, incluir a millones de argentinos, desendeudar la República y poner el Estado al servicio de sociedad. Asumimos con más desocupados que votos, y se terminó en 2015 con la ocupación más alta de la historia, se recuperó la industria nacional y las empresas nacionales estratégicas. Se planteó un proyecto de país pensado en un contexto de desarrollo conjunto con la región. Lo que sí le puedo asegurar es que tenemos que volver siendo muchísimo mejores.
Si vamos al caso puntual de Río Negro en particular creo que le debemos a la provincia una política específica focalizada en la problemática de la producción frutícola. Y lo haremos, no lo dude. Pero también es cierto que con Macri y Weretilneck el sector está camino empeorar y pulverizarse definitivamente. Hay mucho por hacer. Los 12 años mostraron el camino de que se puede gobernar sin dejar las convicciones en la vereda de la Casa Rosada ni en la vereda de Laprida 212.