Gobierno-gremios: acordaron un bono de 2 mil pesos, pero hay resistencia
El bono de fin de año para privados que se acordó ayer entre algunos representantes empresarios y un sector sindical tendrá un impacto diferenciado entre las distintas actividades, con lo que no ha quedado asegurada su percepción a todo el universo de trabajadores. Las grandes firmas ya tenían acordado el bono, dado que suelen otorgar ese beneficio para sus empleados todos los años como parte de sus acuerdos salariales, mientras que las pequeñas y medianas empresas dicen que no pueden enfrentar esa carga.
Las pymes afirman que sería un compromiso más a su ya débil economía por la recesión provocada por el gobierno, salvo que el oficialismo ofrezca facilidades fiscales para afrontar ese compromiso. Las grandes empresas fueron las encargadas de negociar con los principales gremios el pago de 2000 pesos por una única vez en carácter no remunerativo, el cual deberá validarse en acuerdos por sector.
El presidente de la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (Feciba), Raúl Zylbersztein, denunció que el gobierno se hace el distraído con los problemas y transfiere el conflicto de la coyuntura económica actual a los trabajadores y a los pequeños empresarios.
Desde que comenzó a discutirse la posibilidad de que se otorgue un bono de fin de año para compensar la fuerte caída del poder adquisitivo del salario frente a la fuerte alza de la inflación, referentes de las grandes empresas insistieron en que debía ser una discusión “sector por sector” sin un piso ni referencia. El aspecto no mencionado ayer es que, tal como quedó cerrada la negociación de ese plus, no habría demasiados cambios para los asalariados. Las compañías que dan el bono siempre, lo volverán a hacer, y los que no, ya dijeron que no pueden hacerlo. O sea, la CGT no negoció nada de lo que ya estaba definido, publicó hoy Página/12.
“Se va a discutir sector por sector y no depende de algo generalizado. En nuestro caso lo veníamos pagando hace varios años y, en principio, este año lo vamos a volver a hacer”, aseguró el vicepresidente de la Unión Industrial y dueño de Celulosa Argentina, José Urtubey. El empresario salteño evitó hacer referencia a otros sectores que pudiesen afrontar el pago del bono. Al respecto, el empresario santafesino Guillermo Moretti, sostuvo que incluso habrá diferencias dentro de cada sector. “Dentro de los metalúrgicos, los carroceros están muy mal y no lo van a pagar, pero los de maquinaria agrícola no van a tener problemas. En mi sector (el plástico), los que estamos vinculados con la actividad de la construcción o la industria automotriz, vamos a estar en problemas”, dijo este diario Moretti, quien es dueño de una empresa que fabrica tanques de agua. “También habrá que analizar diferencias por regiones”, agregó. En el caso de su fábrica en particular, el santafesino aseguró también tener ya calculado el bono.
Quienes adelantaron su rechazo al acuerdo del bono fueron las cámaras que representan a las pequeñas y medianas empresas, las cuales no suelen –salvo casos muy puntuales– tener una política de bonos o premios de fin de año en sus ejercicios. “Los empresarios de Feciba comparten la preocupación de las centrales sindicales sobre la importante pérdida del poder adquisitivo que sufrieron los trabajadores durante este año, siendo su derivada en la baja del 45 por ciento promedio en las ventas”, según un comunicado de la entidad. “Pero es evidente que la solución no está en manos de los empleadores”, explicó Zylbersztein. El empresario del sector marroquinero sostuvo que “la reapertura de las negociaciones paritarias obligaría a los empresarios a sentarse nuevamente con los trabajadores mientras que los responsables que deberían solucionar el problema se lavan las manos”. “Si el Estado reduce el problema sólo a que se negocie un bono de fin de año, no haría más que agregar otra piedra a la pesada mochila de las pymes”, concluyó.
En la misma línea se manifestó el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, quien adelantó que su sector no va a pagar el bono. “El comercio no va a pagar ese bono. El gremio planteó que no quería el bono, sino un mejor porcentaje de aumento”, justificó el empresario. El dirigente detalló que acordaron un aumento del 19 por ciento –12 en octubre y 7 en enero–, con lo que el sector finalizaría con un aumento salarial del 39 por ciento para todo este año. Por su parte, el titular de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN), Francisco Dos Reis, denunció que la mesa de diálogo establecida entre el gobierno, empresarios y la CGT “es un pacto que excluyó a micro y pequeños empresarios”. “Las unidades productivas más pequeñas son las que más reconocen la necesidad de dar un bono de fin de año, pero al mismo tiempo son las que no van a poder afrontar este compromiso si el gobierno no da incentivos, como por ejemplo exenciones impositivas”, concluyó Dos Reis.